Claves: Mandamiento, precepto, mitzvot, mitzva,
respeto, amor, temor, veneración, Dios, David, Jonatán, homosexualidad,
deseo, sexualidad, placer, relaciones,
Biblia, Pentateuco, Tanaj, Torá, Talmud, Midrash, bíblico, Biblia,
Israel, israelita, hebreo
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 Pregunta: De mi consideración:
Vuelvo a molestarle, y desde ya agradezco su paciencia, por un tema que me
ha dejado absorto desde hace unos días.
Un familiar me comentó que la relación entre David y Jonatán era una
relación homosexual.
Me sugirió leer I Samuel 20:17 y 20:30. Entiendo que el concepto de "Amor"
bíblico no indica que sea uno de índole "sexual".
De todas maneras ¿sería tan amable de arrojar un poco de Luz sobre el
asunto?
Cordialmente
Luis C.
53 años
País: La Plata - Argentina
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gracias.)
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Shalom,
gracias por escribirme.
No es molestia cuando las preguntas son honestas y sinceras, tal como es su
caso.
La Historia, la Tradición y un simple
razonamiento no sustentan la fiebre de homosexualismo de su familiar
(si no fuera atrevido e indecoroso de mi parte, hasta me
atrevería a sugerir en esta persona recónditos deseos homosexuales
reprimidos...).
Quedémonos solamente con el razonamiento como respuesta, ya que no deseo
meterme ahora en profundidades que de seguro resultarán inaccesibles para el
familiar que ha venido con tan disparatado planteamiento.
Está testimoniado que:
"Iehonatán [Jonatán] hizo jurar de nuevo a
David, a causa de su amor por él (beahavto);
porque le amaba (ahavat) con toda su
alma."
(1 Shemuel / I Samuel 20:17)
Le pido que note las palabras que hemos
transliterado del original hebreo, pues el mismo verbo "amar", lo hallamos
en otro lugar...
Dios ha dado un mandamiento a los
judíos: "Amarás (veahavta) a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Eterno."
(Vaikrá / Levítico 19:18), que es medular en la
ideología de la Torá.
Pregunto yo, ¿acaso Dios está ordenando, o quizás sugiriendo, que amemos
sexualmente a nuestro prójimo, tal como nos gustaría que nos amaran
sexualmente a nosotros?
¿Puede concebirse semejante disparate del Dios perfecto que ha ordenado que
llevemos una vida sexual orientada hacia el crecimiento mutuo y la pureza?
Es evidente que el amor es un valor, una práctica, que supera enormemente al
simple intercambio de fluidos corporales o a ensoñaciones románticas de
atemporales adolescentes.
Así pues, cuando el autor de Samuel anuncia
acerca del intenso amor que se tenían David y Iehonatán, ni siquiera está
rozando la idea de una relación homosexual, o de un enamoramiento pueril
vanidoso y prohibido.
Lo que está haciendo es dejar constancia de un apego fraternal entre ambos
varones, que no se limitaba a lo superficial, sino a un conocimiento
profundo y a un interés inmenso que ambos se tenían.
David amaba a Iehonatán como a sí mismo, y viceversa también era cierto.
¿Dónde hay aquí evidencias de deseos carnales prohibidos? Yo no los
encuentro...
Tenga en cuenta un detalle más, que es un
argumento de una coherencia lógica indestructible.
Si revisamos el Tanaj no tardaremos en ver como sin retaceos se endilgan los
errores y pecados de los grandes personajes, incluso los de David, pues el
Tanaj es una obra divina que nos ilustra acerca de la imperfección humana y
de los métodos para corregirla.
A David lo hemos visto enamorado de una mujer casada, lo hemos visto
iracundo, lo hemos visto educando pésimamente a sus hijos, lo hemos visto
como un miserable, lo hemos visto en numerosos actos y momentos que dan
vergüenza ajena. Nada de esto silenció el autor de Samuel
(como tampoco enmudeció cuando David era noble, ilustre, reconfortante,
pedidor de perdón, inspirado, etc.).
Hablando desde la cordura: ¿le parece que el autor omitiría señalar
abiertamente la presunta homosexualidad de David, si ésta hubiera existido
realmente?
Si no está explicitada, ni siquiera aludida... ¿no será porque David y su
amigo no eran homosexuales?
Es triste saber que parece haber gente que no
sabe/vive lo qué es el amor verdadero, ni romántico, ni fraterno, ni de
amigos, ni de padre/hijo, ni por el prójimo; y que por eso confunde la
pureza con la depravación, la altura con la oquedad.
Para ampliar sus conocimientos, le recomiendo
que busque en la sección "Valores"
lo que ya hemos publicado y enseñado respecto al amor, desde el punto de
vista del judaísmo tradicional.
Quedo a sus órdenes, y ¡jag urim sameaj!
(Feliz Januca).
Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le
son fieles servidores,
y que
sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'.
Yehuda Ribco
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