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Shalom,
gracias por escribir.
Si realmente Dios directamente enviara enfermedades a la
persona,
sería para que ésta hiciera algo para cambiar su forma de vida,
y
que se adecuara a lo que Dios reclama de ella.
Así la enfermedad sería una alerta enviada por Dios,
para hacer despertar a la persona,
y en lugar de ser una maldición, podría ser vista como una maldición.
También podríamos argumentar que el
sufrimiento en Este Mundo, posibilita un mayor goce en el Mundo Venidero, y
que es preferible 100 años de enfermedad y miseria aquí, que un solo
instante de eternidad de padecimiento.
(¿A cuánto equivale un instante de eternidad?).
Pero, ninguna de las dos hipótesis nos explica el padecimiento de los recién nacidos, o de los niños
pequeños.
Por lo cual,
lo único que podemos decir (ya que la reencarnación no
existe, y los hijos no son castigados por los pecados de los padres)
es que:
Dios no es culpable directo de la enfermedad que la persona sufre
(si bien es completamente cierto que nada ocurre en el mundo sin que Dios lo
permita).
La persona se enferma, porque así ha de suceder, de acuerdo a las precisas
reglas Físicas que rigen Este Mundo.
Si un niño nace enfermo, Dios no permita, o alguno porta un gen defectuoso,
o ha ocurrido un accidente, o es contagiada, etc.,
no es por casualidad, por castigo divino, o algún ángel trasnochado que haga
maldades adrede.
La enfermedad se sostiene siempre en eventos precisos
(conocidos o no por la persona y o los expertos) que confluyen para
dar como resultado su génesis.
Siendo así,
¿cuál podría ser el significado de una enfermedad?
Las respuestas:
-
La persona que padece la enfermedad tiene la
responsabilidad de encontrar ella misma un sentido trascendente a ese
padecimiento (sentido, que es lo opuesto a culpar o sufrir
pasivamente) .
Si lo que hace la persona es achacar culpas, quejarse, dejarse caer,
desparramar reproches, etc., no solamente su cuerpo ha sufrido un ataque,
sino que también su espiritualidad está siendo enfermada gravemente por sus
actitudes negativas.
Si por el contrario, la persona que padece, puede sobreponerse al
padecimiento, y a través de éste dolor encontrar un camino que lo haga
conducirse como mejor persona, más dispuesta a dar generosamente que a
recibir,
es entonces que la enfermedad es provechosa pues se usa como trampolín y no como pozo por el
cual desvanecerse.
Al respecto el salmista dijo sabia e inspiradamente: "Bienaventurado el
hombre a quien Tú, oh Eterno, disciplinas" (Tehilim /
Salmos 94:12).
-
La persona que sufre, en muchos casos ha de reconocer qué le
está queriendo decir su cuerpo por medio de la señal que suele representar
la enfermedad.
Por ejemplo, he conocido una persona que sufrió de cáncer de Colon. Los
factores para tal mal son varios, pero en esta persona se sumó un hábito
sumamente dañino: retenía su enojo, hasta el punto de acumular una furia
inmensa en su interior, sin dejar salir nada. Esta furia la carcomía desde
dentro.
¿Qué le estaba diciendo su cuerpo por medio del cáncer precisamente en ese
lugar en el cual lo había afectado?
Algo así como: 'estás guardando mucha porquería en tu interior, cosas que
deberías expulsar, pues de lo contrario te hace mucho daño. Tú mismo estás
aguantando dentro de ti, lo que finalmente termina por carcomerte'.
Gracias a Dios esta persona no solamente siguió el tratamiento médico que le
prescribieron los expertos, sino que además se embarcó en un proceso de
crecimiento por medio de
Cabalaterapia, y así descubrió eso tan horrible que guardaba en su
corazón, y que era en cierto modo simbolizado por el cáncer.
Evidentemente que esta búsqueda de lo qué simboliza la enfermedad personal,
no se aplica generalmente para recién nacidos o niños (si
bien recuerdo el caso de una niña que al nacer ya era anoréxica, y esto se
debió a las agresiones constantes que sentía de parte de su madre estando en
el seno materno).
No siempre la persona puede responder, ella
sola, cabalmente a su enfermedad,
pues no encuentra la manera apropiada para construir sentido trascendente a
partir de su malestar,
ni encuentra a qué de su conducta está apuntando la enfermedad, que es lo
que debe resolver;
por lo cual,
es oportuno que la persona tome sesiones de Cabalaterapia,
para así hallar bendición en donde solamente se percibe maldición.
Para finalizar, recordemos lo que enseña Rabí
Itzjac en el Talmud (Rosh HaShaná 16b): "Cuatro
cosas anulan la sentencia decretada contra la persona, la caridad, el rezo,
la mudanza de nombre y la mudanza de proceder".
Estas cuatro cosas, sin dudas, están relacionadas con lo que hemos enseñado
más arriba.
¿Sabe usted cómo?
Piénselo por favor...
Si le quedan dudas, hágamelas saber.
Shalom.
Yehuda Ribco
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