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Claves:
Salmos, mizmor, Tehilim, cilicio, sufrimiento, dolor, tortura, Éxodo,
Faraón, Egipto, corazón, dureza, misionero,
vestimenta, tejido, profecía,
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 Pregunta:
Shalom mi nombre es Calev Soto soy de Venezuela, aunque actualmente resido
en los USA, he leído sus comentarios que me han parecido excelentes, y en
esta oportunidad quisiera hacer una pregunta ya que he estado estudiando la
Parasha Bo, y pude leer un comentario que usted escribió acerca del
endurecimiento del corazón del Faraón, usted da tres explicaciones al
respecto, pero me gustaría saber en el caso de los Benei Israel cual de las
interpretaciones es aplicada ya que el Salmista (Salmo 95:8) usa esta
expresion para referirse a los Benei Israel en el desierto.
Muchas Gracias.
Calev Soto
EUA
Deben incluir en
todos sus mensajes para nosotros su nombre y apellidos completos, edad,
profesión o actividad, el nombre de la ciudad y país donde vive. Si falta
alguno de estos datos, probablemente su email no sea respondido de ningún
modo. Presten atención a las
REGLAS,
gracias.)
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Shalom,
bienvenido y
gracias por escribir.
Es una pena que no indique con exactitud el
comentario que usted estaba leyendo, pues entre los miles de textos que
tenemos publicados, nos resulta un tanto complicado hallarlo sin más
referencias. Por consiguiente, no tengo noción, ni recuerdo, de "los tres
endurecimientos" del corazón faraón y sus diferentes interpretaciones.
Ahora yendo a su pregunta,
si la misma apunta a cuál dureza de corazón puso el Todopoderoso en los
hebreos de antaño,
la respuesta es sencilla: ¡no ha planteado usted ninguna pregunta!
Los textos en Shemot refieren al
endurecimiento que el Eterno decretó e impuso sobre la voluntad de Faraón;
en tanto que específicamente el salmo expresa: "...no endurezcáis
vuestros corazones...", es decir, de acuerdo a la visión del salmista,
fueron algunos de aquellos israelitas recién liberados de Egipto los que
endurecieron, por motu propio, sus voluntades.
Ahora, si usted en su pregunta indaga acerca
de la naturaleza del endurecimiento de corazón de muchos de los israelitas
en Masá y Merivá,
la respuesta es también bastante sencilla,
pues la brinda casi literalmente el texto de la Torá (en la
parashá Beshalaj, por más detalles): "porque tentaron al Eterno,
diciendo: '¿Está el Eterno entre nosotros, o no?'"
(Shemot / Éxodo 17:7), ¿cómo podían esos confundidos dudar de la
divina Providencia, justamente estas personas que recién, hacía unos pocos
días, habían testimoniado en masa los increíbles milagros y enormes
portentos que el Todopoderoso había realizado para ellos?
No habían ocurrido milagritos ante sus ojos, para ellos;
ellos no habían estado ante presuntas sanaciones de histéricos o
sugestionados;
ni habían presenciado efectos visuales llamativos pero poco convincentes;
ni habían sido víctimas del timo de la brujería juntada con la superchería
1.
Los recién liberados habían experimentado en carne propia la Gloria
del Eterno manifestándose con Su mano poderosa extendida sobre Egipto, y a
favor de ellos... y sin embargo... ¡se cuestionaban si Israel era digno de
recibir el beneficio de los milagros del Eterno o no!
Error del estilo del
Faraón cuando el Todopoderoso dijo: "Yo endureceré el corazón del faraón y multiplicaré Mis
señales y Mis prodigios en la tierra de Egipto. El faraón no os escuchará."
(Shemot / Éxodo 7:3-4).
Tanto el Faraón, como aquellos israelitas dudosos, desconfiaban de la
santidad de Israel y desmerecían su valor y de esa manera se rebelaban
contra el Eterno, pues no aceptaban la evidencia indudable de Su Presencia
en medio de Israel.
Como resumen:
Alguien tiene el lev kashé cuando el
Eterno se ha manifestado indudablemente, y la persona aún se mantiene
perpleja y apartada de Él.
Alguien tiene el lev kashé cuando ha estudiado Torá, comprende la
magnitud de su mensaje, y sin embargo vaga lejos de su Creador.
Alguien tiene el lev kashé cuando ataca a Israel, y desmerece su
santidad.
¿Colaboró usted ya con SerJudio.com?
Si le quedan dudas, hágalas saber.
"¡Bendito el que viene en el nombre del
Eterno!" (Tehilim / Salmos 118:26)
Shalom.
Yehuda Ribco
1- Para que nadie se confunda,
los israelitas que habían salido de Egipto, pero tenían pesado el corazón,
no habían estado, por ejemplo, ante un farsante como el presunto milagrero
Jesús, realmente mago de baja estofa, cuyo arte mágico era escaso,
peligroso y sin embargo presuntuoso. Los judíos que, de acuerdo al torpe mito
neotestamentario, rechazaron a Jesús, ¡lejos estaban de ser ciegos! Bien en sus
cabales estaban, y con una luz interior estupenda, que les permitía discernir
entre un emisario celestial, y un apócrifo profeta; entre un sabio y un
badulaque.
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