Claves:
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judaísmo |
Pregunta:
Maestro Yehuda, le deseo shalom
...
Mi pequeño hijo es muy travieso, y no se como
actuar para castigarlo correctamente,
Que me aconseja usted?
Gracias.
Shalom!!!
Verónica C.
Venezuela
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gracias.)
|
Shalom,
bienvenida y
gracias por escribir.
Le daré unos breves consejos, que espero sean
de provecho y bendición. No espero cerrar el tema, ni siquiera dar una
respuesta acabada, tan sólo unos lineamientos básicos y generales.
Ahora, mis ideas:
-
No castigue en el momento del enojo.
Respire hondo tres o cuatro veces, conteniendo un momento la respiración y
exhalando por la boca lentamente; o cuente hasta diez, o hasta el número
que sea necesario para que se calme; o dígale a su hijo 'en este momento
mamá está enojada y prefiere retirarse para calmarse un poco, pero luego
hablaremos seriamente de tu conducta'.
Recuerde que el enojo hace del sabio un tonto, por lo cual, si usted
aplicara un castigo estando enojada, de seguro será desmedido y poco
instructivo.
De seguro, un castigo estando enojada, será motivo de culpa y dolor para
ambos, usted y su hijo.
-
Hay cuatro tipos de castigos que suelen usar
los padres:
-
Irracionales y perjudiciales: que son una
muestra de la falta de estabilidad emocional, momentánea o crónica, del
padre castigador.
-
Justos, pero escasamente sensibles: que
son aplicados como método punitivo, sin más objetivo que el niño obtenga
"su merecido".
-
Reparatorios: que buscan reparar el daño
causado.
-
Constructivos y educativos: que sirven
para que el niño capte que su conducta ha sido negativa, y que esa
conducta puede acarrearle mayores problemas. Estos castigos deberían
estar acompañados por palabras sinceras, amorosas y aleccionantes.
Es evidente que el primer tipo de castigo
NUNCA debe usarse; en tanto el segundo solamente en casos muy graves.
-
Es importante que los castigos sean
adecuados y balanceados.
-
Es importante que no sean desmedidos ni muy largos.
Por ejemplo, si manda a su hijo a reflexionar a su cuarto/rincón/lugar de
castigo, que el tiempo no sea mucho más que un minuto por año de edad del
niño.
-
El castigo siempre debe demostrar el respeto
hacia el niño, y del padre a sí mismo.
-
Es mejor decir "esto que haz hecho no está a
la altura de ti"; que escupir un lema tal como "eres malo, o estúpido, o
mejor no hubieras nacido".
-
En lo posible, que antes de castigar el
padre juzgue junto a su hijo la situación negativa, y que entrambos
encuentren la manera de reparar o de castigar la conducta.
-
Es importante el aspecto de la reparación de
lo dañado, tanto para equilibrar la realidad, como para apaciguar el
remordimiento del niño.
-
En ocasiones el castigo podría ser repetir
el suceso que ha sido erróneo, pero ahora esforzándose por hacerlo
correctamente.
-
No es apropiado que el castigo sea "te vas a
la cama".
-
No es apropiado que el castigo constituya en
quitarle comida al hijo.
Aunque, sí pueden reducirse o quitarse temporalmente los postres y/o
golosinas.
-
El "portarse bien", o cumplir con preceptos,
no deben ser usados como castigos.
-
Es necesario tener en cuenta la personalidad
y circunstancia del niño para comprenderlo antes que castigarlo.
-
En ocasiones el mejor castigo es no
castigar, pero no debe dejarse pasar las conductas negativas sin al menos
una advertencia o señalamiento.
-
Antes de castigar, es necesario haber
advertido que la conducta que se está teniendo es negativa y por lo cual
será castigada.
-
En lo posible, que los castigos sean
graduales y no terminantes.
Por ejemplo, en lugar de que sea "no tendrás helado todo el mes", podría
ser "helado solamente en Shabbat".
-
Luego de que el niño ha recibido su castigo
apropiado, y lo ha cumplido, no es necesario estar recriminándole una y
otra vez al respecto de su conducta negativa.
-
La presión sobre el niño, solamente sirve
para generar o promover rechazo. En lugar de castigar con opresión, es
mejor educar con comprensión y justicia.
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Si le quedan dudas, hágalas saber.
"¡Bendito el que viene en el nombre del
Eterno!" (Tehilim / Salmos 118:26)
Shalom.
Yehuda Ribco
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