Shalom,
bienvenido y
gracias por escribir.
Estimado señor,
la lectura del Talmud sin la cercana guía de maestros conocedores y
responsables, sin dudas que lleva a los más tristes y crasos errores.
El Talmud no es un libro fácil de entrarle, ni mucho menos de comprender sus
contenidos, tan cercanos a veces a nuestro corazón pero tan lejanos a
nuestra mentalidad "occidental y cristiana".
En esta ocasión no solamente hay un error en su cita del pasaje, pues el
salmo no es el 12 sino el 32, sino que además hay una contraria
interpretación del texto talmúdico (de Berajot 34b, importante es decirlo).
R. Kahana lo que está afirmando es que es un
impertinente aquel que se vanagloria de los pecados que ha cometido, y que
los anuncia como si fueran perlas de un lustroso collar.
Pero de ningún modo está hablando de aquel que hace un recuento de sus
pecados para confesarlos en el proceso del arrepentimiento, y así quitarse
el peso emocional que arrastra por ellos, y de esa manera encontrar una
brecha para la armonía interna y la paz con el prójimo.
Para no entrar en debates, le pondré una cita
de uno de los más grandes sabios de la historia de la humanidad, de
Maimónides su compatriota, y que es legislación judía:
"Es un gran
elogio para el que se arrepiente y confiesa sus pecados en público, y
les confesará sus trasgresiones y descubrirá a los demás los pecados que
cometió en relación al prójimo; y les dirá: 'si bien he haciendo esto o
aquello a fulano, hoy me estoy arrepintiendo y me siento muy apenado'.
Pero todo el que se enorgullece y no confiesa sus pecados, sino que los
encubre, debes saber que su arrepentimiento no es completo... esto es
así para los pecados en relación al prójimo, pero no en los que son en
relación al Eterno. Para éstos volcará su confesión directamente al
Eterno y no los confesará en público, pues está dicho en el salmo "Bienaventurado
aquel cuya trasgresión ha sido perdonada, y ha sido cubierto su pecado"."
(Leyes de Teshuvá, capítulo 2, halajá 5)
Debemos hacer la aclaración que confesará
públicamente su arrepentimiento cuando su transgresión también fue pública,
para que de ese modo las personas se enteren no solamente de que pecó
(cuando lo hizo), sino también de que se ha arrepentido.
Y que se confesará en privado con su prójimo, cuando su pecado contra éste
haya sido en privado, para que no se humille a ninguno de los dos
innecesariamente.
Por otra parte, prestemos atención al
versículo, en una apropiada traducción que respeta el sentido y espíritu del
original hebreo:
"Bienaventurado
aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y ha sido cubierto su pecado"
(Tehilim / Salmos 32:1)
¿Qué está diciendo el salmista?
Está hablando con propiedad de la teshuvá -del sincero y completo
arrepentimiento-, cuando la persona por medio de este proceso ingresa a una
nueva etapa en su vida, del perdón de sus errores pasados y que por tanto no
se le debe recordar que los ha cometido.
Es decir, si a usted viene su amigo que le lastimó y le pide sinceramente
que le perdone, y usted así lo hace, luego no debe usted recordarle cómo le
lastimó en el pasado. Esa es una persona que tiene sus pecados "cubiertos",
no porque se niegue el pasado, sino porque se vive el presente que es
diferente, y por medio del arrepentimiento es mejor.
Pero, la persona que guarda en su interior sus
pecados, que no reconoce ni confiesa a su prójimo el daño que le ha causado,
lo único que hace es mantener guardado dentro de su ser un cáncer
espiritual.
A veces es necesaria la ayuda de un profesional, generalmente psicólogo,
consejero, psiquiatra, etc., para que la persona establezca un puente con sí
misma, y de esa manera pueda establecer puentes firmes y sin pecados con el
prójimo.
¿Se comprende?
Si le quedan dudas, hágalas saber.
"¡Bendito el que viene en el nombre del
Eterno!" (Tehilim / Salmos 118:26)
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom
Notas:
Yehuda Ribco
E-mail:
comentario@serjudio.com
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