Shalom,
"¡Bendito el que viene en el nombre del
Eterno!" (Tehilim / Salmos 118:26).
Bienvenido y gracias por enviarnos su interesante misiva.
"Ya te había
dicho desde el comienzo que la listeza mental, la consideración
racional, y las conjeturas a partir de la Torá no conducen a la persona
hacia la Voluntad divina. Pues si esto sirviera, entonces [también la
alcanzarían] los creyentes en el pluralismo divino
(politeístas, trinitarios, dualistas), los
creyentes en la eternidad de la materia (ateos,
materialistas), y los creyentes en los poderes
astrales (espiritistas, supersticiosos, teosóficos),
así como los ermitaños en las montañas, y los que queman a sus hijos en
el fuego como sacrificio para sus dioses; pues todos ellos intentan
llegar a la cercanía con Dios.
Y ya habíamos explicado que no se aproxima la persona a Dios sino
solamente a través del cumplimiento de los
mandamientos que Dios ha ordenado. Porque
solamente Él conoce su medida, cantidad, tiempo y lugar y todo lo
relativo a estas ordenanzas, que solamente
en su integral cumplimiento será grata la persona delante de Dios y
estará adherido a lo que es de Dios... dos
son los pilares de la Torá: el primero es su origen completamente
divino, y el segundo que fue recibido con el corazón íntegro por parte
de toda la comunidad de Israel... con ambos reposó dentro de los
israelitas la Presencia de Dios"
(R. Yehudá HaLeví, "El Kuzari", Libro 3, párrafo 23)
Espero que usted haya finalmente abandonado
absolutamente toda la enfermedad espiritual del mesianismo
(cristianismo disfrazado de judaísmo), pues como ve, esto no lleva a Dios,
sino a perjudicar la propia vida y la del prójimo.
Tengo esperanza en que usted actúe ahora como un verdadero fiel del Eterno,
sirviéndoLo como Él ha dispuesto: con el cumplimiento fidedigno de los
mandamientos que Él le exige a usted.
Así pues, si está realmente interesado en la
Voluntad del Eterno, hágaLe caso, puesto que en el obrar conforme a Su
Voluntad está la Verdad, la Luz y la Vida:
"¡Oh hombre, Él
te ha declarado lo que es bueno! ¿Qué requiere de ti el Eterno?
Solamente hacer justicia, amar misericordia y caminar humildemente con
tu Elokim."
(Mijá / Miqueas 6:8)
Si "camina humildemente con Dios", es
decir, cumple cabalmente con los mandamientos que Él le ha dado1,
entonces encontrará que su voluntad personal está en perfecta sintonía con
la Voluntad de Él.
Como comprueba el entendido, no es meritoria
la busca exclusiva del conocimiento racional de "la Voluntad de Dios",
puesto que jamás alcanzaremos con nuestro pensamiento Sus pensamientos2.
Sino que el mérito está en vivir de acuerdo a la Voluntad que Él ha revelado
en Su Torá (escrita y oral). Cuando la persona deja de lado excusas,
racionalizaciones e imponer su propia voluntad por encima de la Torá, y se
dedica con vivacidad al cumplimiento de los mandamientos que le corresponde,
de pronto descubre que está en conocimiento íntimo de la Voluntad de Dios
(accesible a la persona).
Si le quedan dudas pertinentes, hágalas llegar.
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom.
-
¿Por qué
la humildad es acatar los mandamientos del Eterno?
Pues, porque el humilde reconoce que solamente el Creador de
todo es el que sabe con exactitud lo que se debe hacer para
alcanzar el mayor grado de plenitud humana. El Creador es
también el que ha dado "El Manual para la Vida". El vano y
orgulloso pretenderá saber por sí mismo, en su pensamiento, lo
que es mejor. El vano y sumiso acatará los dogmas de tal o cual
religión o secta. Pero el humilde e íntegro recibe de Dios y
cumple con lo que Él le ha mandado, sin reclamos, sin dobles
discursos, sin segundas intenciones.
Por eso el caminar humildemente con Dios es cumplir con Sus
mandamientos.
2- "Porque
Mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros
caminos son Mis caminos, dice el Eterno. Como son más altos los
cielos que la tierra, así Mis caminos son más altos que vuestros
caminos, y Mis pensamientos más altos que vuestros pensamientos."
(Ieshaiá / Isaías 55:8-9)
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