Shabbat Shevat 8, 5763 - 11/1/03
Comentario de la Parashá Bó
: La pesada gloria
Esta semana en el mismo comienzo de nuestra parashá leemos que:
"El Eterno dijo a Moshé [Moisés]:
-Ve al faraón, porque hijbadeti su corazón y el corazón de sus
servidores para manifestar entre ellos estas señales Mías"
(Shemot / Éxodo 10:1)
Notarán que hemos puesto una palabra
en su traslación fonética, y no una traducción.
Generalmente encontramos vertida la palabra hijbadeti como "he
endurecido", asociándola con kabed, que quiere decir pesado o duro.
Por otra parte, es posible vincular también la palabra con kabod, que
significa gloria u honor, por lo cual estaría dicho en el párrafo "honré".
¿Cuál de las dos traducciones sería la más apropiada en su contexto?
La respuesta: ambas.
Pues, la honra mal gerenciada deviene en un peso aplastante.
¿Qué enseñanza para nuestra vida
cotidiana podemos extraer de esto?
Hay personas que obtienen mayores logros que otras, a veces por mérito
propio, a veces sin merecerlo. Y este éxito hace que sean elevadas a un
rango de distinción y honor.
Sin embargo, si no están cultivadas espiritualmente el honor
(kabod) se convierte en algo que les pesa (kabed)
y termina por arrastrarlos más abajo que lo normal.
Veamos el ejemplo en el versículo
que hemos citado.
El Eterno le dice a Moshé que Él ha concedido para Faraón y su nación gloria
y poder, que Él es la Fuerza detrás de la fuerza egipcia.
Entonces, Faraón tenía dos caminos:
¿Qué camino eligió Faraón?
De haber sido Faraón un honorable noájida, siervo fidedigno del Eterno, toda
la loa por sus humanas acciones hubiera sido reconducida a Aquel que la
merece. Y así podemos entender claramente el significado de las palabras de
Dios cuando dice: "para manifestar entre ellos Mis obras".
Pero, al ser Faraón un adepto a la idolatría, y un esclavo de la egolatría,
su yoísmo se anteponía al servicio de Dios; su deseo egoísta
succionaba la honra que estaba destinada para Dios.
Por lo cual, la honra que Faraón sustraía a Dios, fue la que
precipitó su caída, su derrota final.
En síntesis, cuando tenemos la
ocasión de disfrutar de la alabanza, el agasajo, el reconocimiento, lo mejor
que podemos hacer es a su vez reconocer a Aquel que nos ha posibilitado
nuestro bienestar. Pues, desechando el vacío honor, nos comprometemos a
obtener mayor satisfacción.
Tal como aprendemos de las palabras del profeta:
"Acciones de gracias saldrán de
ellos, y la voz de los que se regocijan. Los multiplicaré, y no serán
disminuidos. Los honraré (hijbadetim), y no serán insignificantes."
(Irmiá / Jeremías 30:19)
O como enseñan nuestros Sabios
(Abot 4:1): "¿Quién es honorado? Aquel que honra a las criaturas".
¡Shalom iekarim! ¡Les deseo Shabbat
Shalom!
Moré Yehuda Ribco
Otras interpretaciones de este pasaje de la
Torá, y más estudios los podrá hallar
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De la Parashá Bó
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