Un
vistazo a la Parashá Itró
Ubicación:
Itró ("Jetro") es la quinta parashá del
segundo tomo de la Torá, el
sefer Shemot, conocido en español como "Éxodo".
Temáticas:
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Itró viene de Midián
Mientras Moshé cumplía su misión de sacar a los israelitas de Egipto, su
esposa e hijos permanecían en Midián. Ahora, tras la salida, su suegro Itró
trae a la familia de Moshé a su encuentro en Refidim.
Itró era sacerdote de idolatría, sin embargo reconoció el poder supremo del
Eterno, y elevó ofrendas en honor a Él.
Itró, hombre de vasta experiencia, instruyó a Moshé en la manera de ordenar
judicialmente a la nación.
Tras esto, regresó a Midián.
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Preparativos para recibir las Torá
El primero de Siván los hebreos llegan al yermo de Sinaí, y acampan frente a
la montaña. Moshé se acerca a la montaña, y siente la voz celestial que
señala que Él ha sacado a los hebreos de Egipto para convertirlos en su
nación santa, en un reino de sacerdotes. La elección de Israel se fundamenta
en el respeto y obediencia de los mandamientos del Eterno por parte de los
hebreos.
Moshé al descender del monte repite las palabras del Eterno a los ancianos,
dirigentes, de Israel y al pueblo reunido. Todos ellos responden al unísono
"cumpliremos todo lo que el Eterno nos diga". Moshé reportó estas palabras
al Eterno, y le fue dicho que el Eterno se le aparecería en una espesa nube
y hablaría con él delante de la congregación de israelitas, para probar la
veracidad de su liderazgo y sus órdenes. El pueblo recibió la orden de
prepararse porque en tres días recibiría la Torá.
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Las Diez Locuciones - Catorce Mandamientos
El 6 de Siván, entre truenos, rayos, sonido de shofar, una nube desciende
sobre el monte Sinaí. Moshé sube al encuentro del Eterno para recibir en
nombre de la nación judía las Tablas de la Alianza, y la Torá
(escrita y oral).
El Eterno hace mención especial a que los hebreos recuerden este momento
trascendente, y que nunca olviden que ellos no vieron imagen alguna.
Los Catorce Mandamientos -más conocidos como los "Diez
Mandamientos", que son parte del total de 613 de la Torá, son los
siguientes:
- Saber que el Eterno Es
- No creer en otra divinidad
aparte de Hashem exclusivamente
- No hacer una estatua con fines
idolátricos
- No arrodillarse ante idolatría
(incluso si no se pretende adorarla)
- No adorar idolatría en lo que
es propio de ella
- No jurar en vano (siguiendo la
práctica de poner a Dios como testigo)
- Consagrar el Shabbat con
palabras y pensamientos
- No hacer
melajá
en Shabbat
- Honrar al padre y la madre
- No asesinar a un inocente
- No tener relaciones sexuales
infieles
- No raptar a un judío
- No testimoniar falsamente
- No codiciar la pertenencia de
otro
Para destacar:
El amor parental forma
personas amorosas hacia el prójimo
En "Creciendo por medio de la Torá", del Rav Zelig Pliskin, nos enseña:
"Entonces Moshé
[Moisés] subió para encontrarse con Elokim..."
(Shemot / Éxodo 19:3)
El Midrash dice que Moshé pidió al pueblo que se aproximara a él y así él
podría caminar hasta el arbusto en llamas para estar más próximo al Eterno;
el profeta Shemuel, por otra parte, fue hacia el pueblo, y por eso tuvo el
mérito de que el Eterno viniera hacia él.
R. Jaim Shmuelevitz dice que esto no enseña que la proximidad de uno con el
Eterno depende del amor que uno profese por otra gente.
El Midrash dice que Shemuel tuvo su gran amor por otra gente desde una ropa
que su madre amorosamente había confeccionado para él, y que él siempre
tenía junto a sí.
El amor que mostramos a nuestro hijos, implanta en ellos un profundo
sentimiento de ser amados, que a su vez, les permite amar sinceramente a
otros.
El encuentro de dos
En "El jardín de la Torá", el Rebbe de Lubavitch, Rav Menajem M.
Schneerson, ztz"l), nos enseña:
"Y el Eterno dijo a
Moshé [Moisés]: 'Así dirás a los Hijos de Israel: 'Vosotros habéis visto que
he hablado desde los cielos con vosotros."
(Shemot / Éxodo 20:19)
Maimónides nos explica que la Torá nos fue dada no meramente para
esparcir la luz divina, sino también para cultivar "paz". "Paz" refiere a la
armonía entre dos opuestos. Nuestros Sabios, de bendita memoria, enseñan que
el verso que dice "los cielos, son cielos del Eterno, pero la tierra Él la
ha dado a las personas" significa que originalmente estaba decretado la
separación de lo espiritual de lo físico; al momento de la entrega de la
Torá, sin embargo, el Eterno "nulificó el decreto" y permitió la unidad
entre los dos. Empero, la verdadera paz implica algo más que la mera
negación de la oposición. La intención es que las fuerzas que previamente
estaban opuestas puedan reconocer una base común y unirse en una común
actividad positiva, para acarrear un mayor reconocimiento de la divinidad
existente en cada elemento.
¡Les deseo Shabbat Shalom UMevoraj!
Moré Yehuda Ribco
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Preguntas y datos para meditar y
profundizar:
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"Escucha, hijo mío,
la disciplina de tu padre, y no abandones la Torá [instrucción] de tu madre"
(Mishlei / Proverbios 1:8)
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En la familia constituida tradicionalmente, y
que vive de acuerdo a los valores supremos de la Torá, ¿qué corresponde
enseñar al padre, y qué a la madre?
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De acuerdo a la Tradición, la madre da a su
hijo la esencia espiritual, en tanto que el padre le brinda el poder de
interactuar; ¿por qué esto sirve como explica espiritualmente que sea
la madre la que hereda la judeidad a sus hijos?
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"La loca persecución
de placer es un barómetro de la profunda sensación de vacío que impregna a
la gente."
(Rav E. Feldman - On Judaism)
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¿Qué tiene para decir nuestra parashá al
respecto de esta enseñanza?
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¿Cómo se llena de sentido trascendente la vida
personal?
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