Shabbat: Shevat 1, 5764, 25/1/04 -
Rosh Jodesh
Shevat.
Comentario de la Parashá -
Vaerá:
Cinco niveles de libertad
(Esta semana corresponde leer la parashá
llamada Vaerá ("Me
aparecí") que es la
segunda del segundo tomo de la Torá, el
sefer Shemot, conocido en español como "Éxodo").
El Eterno prometió (y Él no es
hombre para arrepentirse, ver Bemidbar / Números 23:19):
"Di a los Hijos de Israel:
'Yo soy el Eterno.
Yo os libraré de las cargas de Egipto y
os libertaré de su esclavitud.
Os redimiré con brazo extendido y con
grandes actos justicieros.
Os tomaré como pueblo Mío, y Yo seré
vuestro Elokim.
Vosotros sabréis que Yo soy el Eterno
vuestro Elokim,
que os libra de las cargas de Egipto."
(Shemot / Éxodo 6:6-7)
Cuatro son los verbos empleados por el Rey de
reyes para describir el proceso que lleva a una certera e integral
liberación.
Cada uno de estos cuatro verbos apuntan a un aspecto diferente que es
preciso que esté funcionando correctamente y en armonía, para que la persona
realmente lleve una vida sin asfixiantes cadenas ni anclas enfermizas.
Y hay un quinto verbo (1), que manifiesta
el resultado positivo de haber transitado con éxito dicho proceso de
liberación.
Veamos brevemente qué podemos aprender de cada
uno de estos verbos de libertad:
-
Libraré
- La esclavitud más evidente, que no está sujeta a la subjetividad, es
la física.
Pues es aquella que implica acciones o inacciones concretas, materiales.
Cuando el cuerpo recibe golpes, heridas, cargas insoportables, privación de
movimiento, exigencias anormales, limitaciones de todo tipo, escasez de
alimento, sustancias adictivas dañinas, y cualquier otra circunstancia que
perjudique el cuerpo de la persona.
La primera etapa para una verdadera libertad empieza por descargar de su
opresión a lo corporal, por liberar al cuerpo de sus cadenas concretas.
(Ejemplo: para los hebreos no pasaba un día sin recibir
azotes, obligaciones de trabajar forzadamente, reducidos alimentos, etc.).
-
Libertaré
- La segunda etapa ya deja de ser objetiva, aunque permanece dentro de
la dimensión física.
Apunta a redimir a la persona de sus ligaduras y tendencias emocionales
nocivas o perjudiciales.
Cuando los afectos no encuentran una canalización saludable, sino que son
sometidos a confinamientos anormales, o a restricciones abusivas
(no coherentes con la espiritual naturaleza humana),
o por el contrario están fugados de limites benéficos;
o cuando se depositan dentro de sí más y más sentimientos sin posibilidad de
expresarlos correctamente;
estamos ante una persona esclava de (o a causa de) sus
pasiones e instintos.
La segunda etapa en una carrera de liberación se halla en reconocer los
afectos, en canalizar positivamente los sentimientos y en no doblegarse ante
los mandatos de los instintos.
(Ejemplo: para los hebreos no pasaba un día sin recibir
insultos que no podían responder, matanzas de seres queridos que no podían
llorar, quejas dolorosas que debían ser tragadas sin hacerse oír, etc.).
-
Redimiré
- La persona está capacitada naturalmente para desear.
El desear, en un contexto tradicional, significa la posición en la cual la
persona se pone respecto al dar y al recibir.
La dimensión desiderativa humana está penosamente esclavizada en dos
circunstancias:
-
Cuando solamente se busca recibir para sí,
egoístamente, sin permitir dar a los demás nada.
-
Cuando se cancela totalmente el apetito de
recibir para sí.
La persona también se encuentra esclavizada en
este plano, si no va construyendo una vida de sentido trascendente
(2).
Es aún mayor su esclavitud si ni siquiera tiene capacidad consciente para
desear, o teme aproximarse sinceramente a su deseo.
Es libre en este plano la persona que busca recibir, para beneficiarse y
beneficiar altruistamente al prójimo.
Y que a lo largo de su existencia va formándose por medio de su búsqueda por
alcanzar una meta acorde con su esencia espiritual.
(Ejemplo: los hebreos pasaron más de dos siglos
imposibilitados de acceder a su deseo, ya que si deseaban, recibirían ellos
y sus allegados castigos brutales. No tenían esperanzas, ni a la vista
caminos alternos al de continuar su pesada vida de esclavos de Egipto, y
morir sin posteridad).
-
Tomaré
- Está intelectualmente esclavizada la persona cuyos pensamientos son
para racionalizar aspectos negativos de su vida, y hallarles excusas para
que se perpetúen.
Esto ocurre mientras la mente no se entrene para escoger con libertad la
senda que seguirá, y por tanto se divague sin hallar completitud para la
vida.
También acontece cuando los pensamientos son empleados al servicio de lo que
espiritualmente (en la moralidad supra-objetiva) está
signado como negativo, como sustracción a lo que es bueno.
Así pues,
son esclavos tanto
el ignorante,
como
el que se ciega al uso de la razón,
como el que es sabio en asuntos vanos,
como el intelectual que emplea su capacidad para dedicarla a lo malo.
La libertad en este plano se encuentra en cultivar el intelecto y dirigirlo
a lo que es bueno.
(Ejemplo: los hechiceros de Faraón eran sabios aplicados al
conocimiento de las ciencias físicas de su época (llamadas magia y
brujería), pero no por ellos eran libres intelectualmente, ya que sus
pensamientos estaban dedicados a la tenebrosa empresa de someter a las
personas al autoritarismo de su patrón).
-
Sabréis
- Libre en este quinto plano es aquel que está en armonía con el Eterno
(3), y por tanto vive una vida equilibrada
en los cuatro niveles antecedentes.
Ahora que conocemos someramente estas cinco
dimensiones para nuestra libertad,
es cuestión de tener coraje y capacidad como para cuestionarnos y
respondernos con sinceridad: ¿Estoy viviendo con libertad? ¿Soy libre en
todos y cada uno de estos planos de mi vida?
Por estudios y experiencia profesional,
sabemos que buena parte de la gente no está desplegando todo su potencial
para ser libres, y así viven existencias opacadas y muchas veces sentidas
como vacías.
Es decir, son esclavos de sus Faraones, en algún u otro punto, y no
encuentran al Eterno que los libere, ni al Moisés que los ayude en el
camino.
Algunos creen que solos pueden quitarse las cargas que los oprimen, pero
realmente no pueden.
Otros ponen su fe en ídolos que para nada bueno sirven.
Y otros prueban con promesas de soluciones que son parciales, y por tanto,
nada solucionan.
Y así mantienen las cadenas y dolores de Egipto en sus vidas, y en la de sus
allegados.
Gracias al Eterno hay maneras de andar por el
sendero de la Luz, y así desatarse de los Faraones y sus capataces
sanguinarios.
El sistema que con honestidad consideramos más útil (por el
momento) para cualquier persona (más allá de su
filiación religiosa o compromiso con el servicio a Dios), es el de
nuestra
Cabalaterapia
(que es el sistema que amalgama lo tradicional con lo
científico, con el objetivo de conocer y ayudar a crecer armoniosamente a la
persona).
En Cabalaterapia no perdemos de vista la necesidad de desarrollar a
la persona por medio de liberarse en estos cinco planos de su vida.
Nunca es tarde para comenzar a ser libre...
¿por qué no prueba con
Cabalaterapia online?
¡Les deseo Shabbat Shalom UMevoraj!
Moré Yehuda Ribco
Notas:
1-
Algunos
ven el quinto verbo en Shemot / Éxodo 6:8, en relación a la venida y toma en
posesión de la Tierra Prometida. No contradice el uso de este verbo, en
lugar del que nosotros empleamos, las enseñanzas que se extraen en el
presente estudio. Por el contrario, las refuerzan.
2- Realmente, la construcción del sentido trascendente es
dificultoso si el deseo de la persona no es coherente con su esencia
espiritual. Pongamos un ejemplo para clarificar el concepto. Si una persona
es ambiciosa, y su vista e interés están puestos en someter a los demás,
enriquecerse y obtener poder, ¿puede compatibilizar este deseo y metas en la
vida, con un sentido trascendente?
3- Solamente podemos estar en armonía con nosotros mismos,
si prestamos atención a la Palabra del Eterno, estudiando profundamente
Torá,
y cumpliendo con cabalidad con sus preceptos.
Ya que la Torá es heredad eterna de la nación judía,
patrimonio exclusivo y no compartible,
los gentiles pueden aprender acerca de la Voluntad del Eterno NO por medio
de indagar ilegalmente en la Torá,
sino sorbiendo con diligencia las enseñanzas que les imparten los maestros
judíos de la Verdad.
Otras interpretaciones de este pasaje de la
Torá, y más estudios los hallan
HACIENDO CLIC
AQUÍ y AQUÍ.
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