¿Ver a Dios como hombre?

«Luego Moshé [Moisés], Aarón, Nadab, Abihú y setenta de los ancianos de Israel subieron, y vieron al Elohim de Israel. Debajo de sus pies había como un pavimento de zafiro, semejante en pureza al mismo cielo.»
(Shemot / Éxodo 24:9-10)

¿Vieron al Elohim?
Pero… ¿es que acaso se puede ver al Dios?
¡Si la propia Torá niega esta posibilidad! Pues estipula el Eterno explícitamente:

«No podrás ver Mi rostro, porque ningún hombre Me verá estando vivo.»
(Shemot / Éxodo 33:20)

¿Entonces?
¿Qué quiere decir la Torá cuando dice que vieron a Elohim?
Una explicación es evidente y totalmente razonable, y la compartimos del Ramban: estaban viendo a través de la imaginación profética, es decir, no una figura concreta y material, sino la expresión materializada en sus cerebros de las emisiones provenientes del plano espiritual. Ellos recibieron el mensaje en el idioma de la profecía que se decodificó en sus mentes de modo tal de ser comprensible, manipulable. De construir algo compartible entre humanos a partir de aquello que no tiene comparación entre lo creado.
Por ejemplo, cuando hablamos con niños pequeños de temas sumamente complejos pero empleando un lenguaje que ellos pueden aprehender y recibir para que se de su provecho.
Tal la manifestación profética que les alcanzó en esa oportunidad, la cual se dibujó en sus mentes como “ver a Elohim” y el “pavimento de zafiro”, etc.
Por otra parte, la Torá fue exactamente al decir que su visión (profética) fue del Elohim de Israel y NO del Eterno, el cual es el Elohim de Israel; puesto que el Eterno (Ado-nai) indica la esencia divina totalmente fuera de toda comprensión. En cambio, Elohim (poderoso, deidad) es la manifestación de Él en Su creación.

Rápidamente nos viene a la mente otro pasaje del TANAJ:

«Por encima de la bóveda que estaba sobre sus cabezas, había la forma de un trono que parecía de piedra de zafiro. Y sobre dicha forma de trono estaba alguien semejante a un hombre.
Entonces vi algo semejante a metal que resplandecía con la apariencia del fuego que lo perfilaba alrededor. Desde su cintura hacia arriba, y desde su cintura hacia abajo, vi algo que parecía fuego y que tenía un resplandor alrededor de él.
Como el aspecto del arco iris que está en las nubes en un día de lluvia, así era el aspecto del resplandor alrededor. Éste era el aspecto de la gloria del Eterno. Y cuando la vi, caí postrado sobre mi rostro y oí la voz de uno que hablaba.»
(Iejezkel / Ezequiel 1:26-28)

“Alguien semejante a un hombre”, dice el profeta.
¿A qué se está refiriendo?
Siguiendo la sabia y profunda interpretación del Malbim nos damos cuenta rápidamente de que la profecía se expresa en imágenes y lenguaje que pueda ser comprendido e interpretado por el receptor. De poco y nada vale una carta cuyo destinatario es incapaz de leerla y entenderla. Por tanto, no estuvo Iejezkel viendo nada material concreto, no hay forma del Eterno, pues Su esencia es completamente diferente a cualquier cosa que es creada. Sin embargo, en la imaginación del profeta se plasmó la forma semejante a un hombre, sobre algo que parecía un trono, que se veía hecho de zafiro. Como comprendemos, es la mente del profeta tratando de dar un sentido visual, plástico, a la expresión energética que recibió como mensaje del mundo Alto. No había un trono, ni piedra, ni cuerpo de hombre, ni metal, ni resplandor de fuego, ni… todos ellos símbolos, creación imaginativa del hombre tratando de alcanzar lo incomprensible (según estudiamos junto al Metzudat David).
Lo cierto es que hubo una revelación, el Eterno manifestó Su mensaje y el hombre percibió como pudo estas simbología.
Es excelente que así haya sido, pues nos permite tomar un poco contacto con lo ilimitado desde nuestra limitada existencia.

Es importante notar estas similitudes que se buscan para alcanzar lo inalcanzable, para poner palabras a aquello que no puede ser descrito. De no andar cuidado, podemos tropezar con ideas ajenas que inducen y conducen al error. Como atribuir al Eterno cuerpo, o que se presentó con forma de hombre por ser Él de alguna forma humano, o que realmente vuela en su trono espacial cual rey de los OVNIs. Mucha atención para no hacer del Eterno un ídolo.

Seamos prudentes, que la buena intención carente de conocimiento no lleve a la confusión y el estropicio.
No faltan ocasiones para tropezar, ni son pocos los oportunistas que están esperando para vender su mercancía podrida (religión, superstición).

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kyrianer

Buenos días. Estoy leiendo el libro «Guia de los perplejos o descarriados» y en el se indica lo siguiente: «Los tres verbos RAA, HIBBIT y HASA, ver, mirar y contemplar, que se entienden «percibir con los ojos», se usan también con sentido figurado, para significar la percepción intelectiva.» Es una afirmación que a mi me ha hecho cambiar mucho mi manera de entender los pasajes en los que se afirma que vieron a Di-os, que conste que no se hebreo ni nada por el estilo, me fio de lo que se dice en el libro, no se si es correcto… Read more »

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