Fiesta
de las matzot
Estamos celebrando nuevamente
Pesaj.
¡Qué gozo! ¡Qué placer!
El cuerpo se deleita con los exquisitos manjares particulares de esta época
y se libera (por un ratito) de masas, panes, sándwiches esponjosos, tartas,
pastas y otras ricuras aptas en el año, pero no en estos días.
Y por supuesto, el espíritu también recupera su solaz en esta semana de
intensa experiencia, pues tenemos una de esas escasas oportunidades para
contemplar nuestro reflejo en un espejo diferente al cotidiano.
Ahora bien, si miramos a nuestra fuente, al
mensaje de la Torá, quizás nos encontremos con una sorpresa.
¿Cómo denomina la Torá a esta fecha?
Prestemos atención:
"Guardarás la
fiesta de las matzot (panes sin levadura). Siete días comerás
panes sin levadura, como te he mandado, en el tiempo señalado del mes de
Abib; porque en el mes de Abib saliste de Egipto."
(Shemot / Éxodo 34:18)
Fiesta de las matzot.
Me pregunto: ¿acaso esto es lo fundamental de
esta festividad?
¿Un pobre pan, ¡pobrísimo!, es lo que da nombre a la fiesta que conmemora y
revive la primera redención de la Historia humana?
¿Cómo puede ser?
¿Acaso no sería mas noble y loable que llamara la Torá a la festividad como:
"Fiesta de la Libertad"?1
¿No es más valiosa y trascendental la libertad (¡un derecho humano básico!),
que un paupérrimo trozo de harina con agua horneado?
Pues, la modesta respuesta que puedo esgrimir
es:
si el Eterno ha preferido dar esta centralidad a las matzot y no a
otra cosa, es porqué Él sabe lo que hace.
Si hacemos el ejercicio de descubrir alguna de
las posibles motivaciones detrás de esta elección, nos llevaremos una
sorpresa aún mayor que la anterior:
Libertad sin matzot... ¡es imposible!
Ahora, permíteme que te explique esta extraña
aseveración.
Si te pidiera que me definieras, o
describieras, la "libertad" sin mucha filosofía ni poesía, ¿qué me dirías?
¡Qué pregunta!
Me parece que la respuesta se te atora en la
lengua, pues no es tan fácil como describir de manera simple y concreta a
"la libertad".
Piensa un ratito más antes de continuar con la lectura.
Podemos pensar que alguien que no está
prisionero, es libre.
También que el que no es esclavo, es libre.
Que el que puede hacer lo que se le antoja, es libre.
Veamos que nos dice la Real Academia de la
Lengua (RAE):
libertad.
(Del lat.
libertas, -ātis).
1.
f.
Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de
otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.
2.
f.
Estado o condición de quien no es esclavo.
3.
f.
Estado de quien no está preso.
4.
f.
Falta de sujeción y subordinación.
A los jóvenes los pierde la libertad.
5.
f.
Facultad que se disfruta en las naciones bien gobernadas de
hacer y decir cuanto no se oponga a las leyes ni a las buenas
costumbres.
6.
f.
Prerrogativa, privilegio, licencia.
U. m. en pl.
7.
f.
Condición de las personas no obligadas por su estado al
cumplimiento de ciertos deberes.
8.
f.
Contravención desenfrenada de las leyes y buenas costumbres.
9.
f.
Licencia u osada familiaridad. Me tomo
la libertad de escribir esta carta. Eso es tomarse demasiada
libertad.
En pl., u. en sent. peyor.
10.
f.
Exención de etiquetas. En la
corte hay más libertad en el trato; en los pueblos se
pasea con libertad.
11.
f.
Desembarazo, franqueza. Para
ser tan niña, se presenta con mucha libertad.
12.
f.
Facilidad, soltura, disposición natural para hacer algo con
destreza.
Algunos pintores tienen libertad de pincel.
|
El inspirado salmista nos da una simple y
bella definición de la libertad, (que en algunos aspectos da luz a la sombra
echada por algunas de estas acepciones de la RAE).
Te aconsejo que hagas como yo, y grabes por
siempre en tu corazón y mente esta verdad eterna:
"Andaré en
libertad, porque he buscado Tus mandamientos."
(Tehilim / Salmos 119:45)
¿Qué es lo que te permite andar como una
persona libre?
La respuesta: que estés sinceramente a la firme búsqueda de los mandamientos
del Eterno, para llevarlos a cabo2.
Como puedes ver, no es estar desligado de compromiso y responsabilidad
(acepción 4 de la RAE) y mucho menos es contravenir leyes (acepción 8 de la
RAE).
¡Todo lo contrario!
De acuerdo al sabio y divinamente inspirado salmista, la libertad solamente
se obtiene caminando para indagar y profundizar la manera de cumplir mejor
con los mandamientos que Dios nos ha dado.
Esto significa que:
cuanto más sujeto estés a los
mandamientos (que te corresponden cumplir)
más libre estás siendo. |
Nuestros Sabios, de bendita memoria, han
plasmado esta idea en la siguiente frase:
"Está escrito:"Y
las tablas eran obra del Eterno, y la escritura era escritura del
Eterno, grabada sobre las tablas" (Éxodo 32:16);
no leas "grabada" [jarut]
sino "en libertad" [jerut],
pues no hay hombre libre sino quien se ocupa del estudio de la Torá."
(Pirkei Avot 6:2)
Tanta claridad de expresión no necesita que
abundemos en comentarios: es libre quien se ocupa de la Torá.
En similar sentido, el Midrash apunta:
""grabada" [jarut]
(Éxodo 32:16)
Rabí Yehudá enseña: Hay que leer jerut,
libertad. Libertad frente al dominio de otros pueblos.
Rabí Nejemiá explica: Libertad del ángel de la muerte.
Los Sabios dicen: Libertad de los sufrimientos."
(Ialkut Shimoní, Parashá Ki Tisá)
Es libre quien es amo de su deseo y de su
voluntad, por tanto no se deja arrollar por las circunstancias ni las
pasiones.
Es libre quien aprende a optar, aunque esté limitado naturalmente en sus
opciones.
Aquel que se une al Eterno por medio del estudio y cumplimiento de Su Torá,
es libre incluso de la muerte, aunque perezca físicamente, su influjo
positivo y su espíritu puro perduran con perenne vida.
Y sí, también es libre aquel que ha dominado sus emociones, especialmente
sus temores, y que por lo tanto encuentra luz hasta en la más densa de las
oscuridades.
Cuando el mundo parece oscurecerse a tu alrededor, cuando todo parece más
estrecho y sofocante, cuando parece que tu temor se convertirá en realidad,
en ese momento recuerda:
naciste para ser libre, puedes
serlo,
puedes vivir y crecer en libertad
siempre que te aferres a la Torá. |
Tal como ha sido declarado:
"Los caminos de
la Torá son caminos agradables, y en todas sus sendas hay paz.
Es árbol de vidas para los que se aferran a ella; bienaventurados los
que la retienen."
(Mishlei / Proverbios 3:17-18)
Te pido que releas el versículo del Salmo 149
que hemos citado un poco antes.
Ahí donde hemos traducido "libertad", en el original hebreo dice rejavá,
cuya traducción más literal es: anchura, amplitud.
Y curiosamente, su contraparte es algo tzar: angosto, angustioso,
apretado. De tzar deriva el nombre hebreo para Egipto, que es
Mitzraim: el lugar de las angosturas o angustias.
Cuando vives con rejavá porque te has
aferrado cabalmente al cumplimiento de los mandamientos que te corresponde,
entonces estás siendo liberado de lo tzar, de Mitzraim, de tus
angustias espirituales.
Quizás tu plano material no se enriquezca "milagrosamente", seguramente que
tendrás circunstancias penosas que atravesar, pero, cuando has alcanzado la
libertad espiritual de la que te estoy hablando, entonces, a pesar de tus
limitaciones eres libre.
Bueno, ¿qué tiene que ver todo esto con las
matzot?
¿No era que dijimos que "libertad sin matzot no era posible"?
¿Dónde aparecen las matzot en todo esto?
Te daré dos breves respuestas.
Para la primera te debo explicar que Matzot, en hebreo (que es el
idioma original y el que cuenta), se escribe exactamente igual que
Mitzvot -mandamientos, preceptos3.
Allí donde leemos que la Torá ordena "ushmartem
en hamatzot" -Guardaréis
las matzot-
(Shemot / Éxodo 12:17), puede leerse perfectamente como "ushmartem
en hamitzvot" -Guardaréis
las mitzvot- (Ialkut Shimoní, Parashá Bo).
Y como hemos aprendido: es a través del apego a la Torá y sus mitzvot
que somos realmente libres.
La segunda.
Porque la matzá representa a la persona auténtica, sin añadidos, sin
cosméticos, sin objetos que engañan la mirada.
La matzá es la persona que es simple, que está despojada de ego, que
no se sumerge en vanidades, sino que es tal cual es; que cumple con el
cometido para el cual ha sido creada; que no confunde ni se confunde.
La matzá, a diferencia del pan leudado, no está inflada de aire para
ocupar más espacio del que realmente amerita, sino que es directa, clara,
sincera, fuerte en su débil contextura.
La matzá es la persona libre de pasiones enfermizas, emociones
negativas, dependencias tóxicas, fanatismos, esclavitudes en diversos
planos.
Por eso sin matzá no hay posibilidad de libertad, porque la persona
que anda con su ego inflado no es libre, pues está presa al temor a que
algún día su globo de vanidad explote y ella quede destruida y en la
miseria. Es por esto que el egocéntrico es una persona ruin, temerosa,
perdedora aunque ostente éxitos materiales. Porque es una persona que está
esclava no puede ser realmente exitosa.
Matzá, entonces, representa libertad.
Y (quizás) precisamente por esto es que a la fiesta de la libertad la Torá
la llama fiesta de las matzot, para que tengamos presente que la
libertad no es un don, ni un derecho... la libertad es un privilegio que
todos debemos conquistar a diario, en cada instante.
Si alcanzamos a vivir como matzot, no por eso debemos
enorgullecernos, pues las matzot deben ser cuidadas, tal como leímos
recién en el versículo del Shemot. Porque las matzot también pueden
leudar, el hombre libre también puede caer en la esclavitud.
Recuerda entonces, en este Pesaj, en este
tiempo de la libertad, en esta fiesta de las matzot, que tienes un
trabajo por hacer, trabajo que no termina dentro de unos días cuando puedas
volver a deleitarte con masas y panes.
Recuerda tu tarea: andar en tu vida de tal manera que puedas realmente ser
libre.
Libre de ajenos, y libre de lo que te domina
desde adentro.
¿Cómo?
Al cumplir desinteresadamente con los preceptos que el Eterno te ha dado
para que cumplas, de manera tal que :
"... ames al
Eterno tu Elokim con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que
vivas"
(Devarim / Deuteronomio 30:6)
¡Pesaj Kasher veSameaj!
Notas:
1- De hecho "zman jerutenu"
-tiempo de nuestra libertad- es uno de los nombres de esta festividad.
De paso recordemos que el nombre común que nosotros usamos, Pesaj,
concretamente era el del sacrificio que se realizaba al comenzar esta
festividad; pero no era en su origen la denominación de la semana de "los
panes sin levadura", un claro ejemplo lo tenemos a lo largo del Tanaj, como
por ejemplo en 2 Divrei Haiamim / II Crónicas 35:17.
2- Recuerda que si eres judío
tienes un conjunto de mandamientos diferente a que si eres gentil.
Estudia el tema en estas secciones: "Mandamientos"
y "Noájidas".
3- Recuerda que en hebreo no
hay letras para las vocales, son solamente letras consonantes, por lo que es
necesario el contexto muchas veces para saber la verdadero pronunciación y
sentido de la palabra escrita.
Moré Yehuda Ribco
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