Moshé en exilio

Si preguntamos a un estudiante promedio de Torá que mencione algún motivo por el cual Moshé no tuvo el mérito para entrar a la Tierra Prometida, seguramente nos remitirá al evento aquel, narrado en Bemidbar / Números 20, en el cual un enojado y cansado Moshé golpeó dos veces la roca –por segunda vez- en lugar de hablarle para que manara agua, allí mismo trató duramente a los israelitas, de modo tal que no santificó al Eterno. Ni de palabra, ni de acción, ni siguió la orden dada por el Eterno.
Con esta respuesta siempre queda en duda la real magnitud del pecado y su consecuencia, porque, ¡durante cuarenta años sirvió al Eterno con magistral altura, se dedicó a pleno a educar y conducir a una compleja nación naciente, y por solamente ese detallito menudito ni siquiera pudo posar sus pies sobre la tierra tan largamente añorada!

Algún estudiante un poco más avanzado, y que emplee los midrashim en su arsenal de aprendizaje, nos mencionará diez traspiés de Moshé que determinaron su muerte en el exilio.

El estudiante que no se limita a repetir lo que le dijeron, ni hace de la memoria un sinónimo de la inteligencia, podrá argumentar acerca de la avanzada edad de Moshé, su estilo de conducción propicia para el desierto pero no para la conquista de Canaan, la necesidad del recambio generacional, el hecho que ya tuvo su techo de grandeza por ser el líder de Israel y el escriba de la Torá, etc.

Todo muy valioso y apreciable.

Pero, el final de la parashá Shemot nos trae una respuesta diferente, está en el propio texto y luego es ampliado en alguna explicación de los Sabios (TB Sanhedrin 111a):

"El Eterno respondió a Moshé [Moisés]: -Ahora verás lo que yo haré al faraón, porque sólo a causa de una poderosa mano los dejará ir.
A causa de una poderosa mano los ha de echar de su tierra."
(Shemot / Éxodo 6:1)

La palabra clave es “ahora”, porque ahora vería Moshé la mano poderosa del Eterno sobre el faraón; pero, no la que batallaría contra los reyes canaaneos.
Así, tal vez, se puede explicar el motivo por el cual se repite en el mismo verso “una mano poderosa”, que pareciera ser redundante a primera vista.
Entonces, en el Plan del Eterno ya estaba Moshé fuera de la ecuación a la hora de entrar a Canaan para su conquista.
Él era el dirigente necesario ahora, no después.
Él cumplía los requerimientos para la tarea que le correspondía, no para otra.
Él tenía grandes virtudes, pero no era todopoderoso y eso debe quedar claro.

El judaísmo puede vivir perfectamente sin incluir a Moshé en su historia, porque no es un dios devenido en hombre, ni una figura sin la cual el judaísmo perdería su centralidad.
Por supuesto que allí estuvo, hizo lo que hizo, fracasó en lo que fracasó, fue grande en su grandeza, pero no fue más que un hombre con sus virtudes y defectos que se puso al servicio del Eterno y su pueblo.
Si Moshé no hubiera existido, igualmente el pueblo judío existiría y tendríamos igualmente nuestra identidad propia.

Ahora, una pregunta para que la respondas si tienes interés en hacerlo –y aprender, y enseñar, algo-: si ya estaba decidido que Moshé no entraría a la Tierra de Israel como su líder, ¿por qué dice: "Luego el Eterno dijo a Moshé [Moisés] y a Aarón: -Por cuanto no creísteis en Mí, para tratarme como santo ante los ojos de los Hijos de Israel, por eso vosotros no introduciréis esta congregación en la tierra que les he dado." (Bemidbar / Números 20:12)?

Y otra preguntita, como yapa: si Moshé no sería líder en el ingreso a la tierra, ¿por qué no se le permitió igualmente acceder a ella y fallecer allí inmediatamente?

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Yo no soy judio, pero me voy arriesgar a responder. En la parte que dice: «…para tratarme como santo ante los ojos de los Hijos de Israel..» se podría entender que el Pueblo Judio corría el riesgo de que desarrollaran tal dependencia de Moises y Aaron una vez que estuvieran en su patria, al punto de que no crecer ni buscar su propia madurez colectiva. Tal vez no hubieran surgido otros grandes hombres sabios. Tal y como dijo el señor Einstein: «No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos, lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede… Read more »

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