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  Lic. Prof. Yehuda Ribco // Jeshvan 8, 5764 - 3/11/03

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Parashá  >> Bereshit / Génesis

      Lej Lejá >  Bereshit  12:1 - 17:27

Shabbat: Jeshvan 13, 5764, 8/11/03

Comentario de la Parashá - Lej Lejá :
Más allá de la corriente

(Esta semana corresponde leer la parashá llamada Lej Lejá ("Vete para ti") que es la tercera del primer tomo de la Torá, el sefer Bereshit , conocido en español como "Génesis").

El personaje del cual hablaremos, nació y creció en una sociedad inmersa en lo más horrendo de la idolatría, de la rebeldía activa contra Dios y todo lo que es bueno.
En esa sociedad, no había ningún resquicio para dudar de las doctrinas que afirmaban que el rey del mundo, (que se decía que era el redentor de la humanidad, hijo de una virgen, nacido por medio del espíritu santo del dios luminoso, y que había muerto y resucitado), era la máxima deidad en un panteón profuso de deidades, espíritus de la guarda, santos y otras criaturas fantásticas.
¿Cómo podía hacer el joven personaje para pasar al otro lado de las doctrinas religiosas de su época, para estar del lado correcto, del lado de Dios?
¿Cómo podía hacer para no estar más sometido a la maldición de las falsas creencias, y así poder ser libre de decidir si quería crecer o prefería esclavizarse a la fe que asfixia?
¿Cómo podía?
Es difícil encontrar una respuesta.
Pongámonos en su piel por un instante, observemos su entorno, sus amistades, su familia, y tan sólo encontraremos promotores de la creencia en el dios-humano, solamente hallaremos propagandistas de la fe oficial y de la historia que cuentan las mayorías.
Toda voz disidente era llevada a la hoguera, en la misma que se quemaban escritos que los sacerdotes consideraban heréticos, en la misma que era adorada como elemento purificador.
Todo aquel que osaba señalar la flaqueza de los dogmas de la religión oficial, era perseguido, torturado, masacrado, estigmatizado.
No pocos ingenuos, que decían una palabra fuera de lugar, fueron asesinados por la maquinaria inquisitorial de aquella religión poderosa materialmente, y tan, pero tan flaca en lo espiritual.
También eran exterminados los que por algún motivo no servían a los fines de prdominio del imperio de esta religión.
Pero, no pensemos que la religión del dios muerto y resucitado para salvación del mundo solamente sabía depredar, ahogar y mutilar; no, también prometía paraísos gloriosos para los que mataran toda duda en su corazón y como ovejas siguieran cualquier irracional propuesta de sus pastores de religión... pues la FE ciega que acepta hasta el absurdo es la condición básica de toda doctrina idolátrica.
Y también organizaba fabulosos festejos, emotivos, coloridos, llamativos, para que de ese modo las mentes se dejaran llevar por los corazones, y si alguno (más despierto que los otros) hubiera supuesto algún engaño o falsedad, pronto dejara sus pensamientos para sumergirse en las festividades de placer y buenaventuraza.
Y esta religión del dios-hombre había penetrado todas las instituciones de la sociedad: se juraba en su nombre, se curaba en su nombre, se rezaba a su nombre, se soñaba con ella, etc.
Nadie comerciaba si no era santiguándose y bendiciendo al rey dios, nadie estudiaba si no repetía el dogma de fe que atestiguaba absurdamente la verdad de la falsedad, nadie era integrado a grupos o amistades si antes no profesaba con reverencia los misterios de su religión.
Nadie tenía vida eterna en paz si no confesaba de corazón si adhesión incondicional al dios-hijo y a las enseñanzas de sus sacerdotes.
Nada ni nadie quedaba fuera de estar sometido a las disciplinas de la religión del hijo de la virgen.

¿Cómo haría el joven personaje de nuestro interés para zafar de esta terrible situación?
Es más... ¿cómo haría el mundo para encontrar el verdadero camino a la luz y la vida, estando tan jaqueado por las murallas de la impenetrable idolatría maciza?

La respuesta la brinda el comienzo de la parashá Lej Lejá:

"Entonces el Eterno dijo a Avram [Abram]: ''Vete de tu tierra, de tu lugar de origen y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré."
(Bereshit / Génesis 12:1)

Analicemos cada uno de los aspectos de esta sentencia para encontrar la solución, que a la vez es un conciso y exacto plano para gozar de verdadera libertad y estar en camino al crecimiento:

1- "Entonces el Eterno dijo": La Libertad es cumplir con los mandamientos.
La salida a la plaga de la idolatría se encuentra en prestar atención a lo que Dios dice. Debemos saber que Dios habla constantemente, sin embargo, no estamos captando Su mensaje. Es que generalmente no tenemos noción de dónde lo podemos hallar.
Y la respuesta es bien sencilla: en las páginas del Tanaj, especialmente en la Torá, cuando es debidamente enseñada por los maestros judíos de la Verdad.
Aquel que quiere romper las cadenas que oprimen su espíritu, cualquiera de las cadenas que lo oprimen, y desea crecer hasta sus mayores alturas, tiene un recurso inapreciable en las entrañas de la Torá verdadera.
El compromiso con el texto de la Torá, que es el compromiso con la palabra de Dios, debe llevar al compromiso en la conducta personal, que se manifiesta a través del mejor y más detallado cumplimiento de los mandamientos de la Torá (que son 7 para los gentiles y 613 para los judíos).

2- ''Vete de tu tierra": Liberarse de las cadenas sociales-físicas.
El fiel acatamiento a los mandamientos de Dios, conlleva un abandono de ciertas actitudes, posturas, creencias, afiliaciones.
Uno de estos abandonos está simbólicamente representado en esta frase por el "irse de la tierra".
¿Qué quiere decir esto?
Pues, irse de aquello que socialmente somete a la persona a reglas de vida que le son perjudiciales, que le obligan a actuar en contra del espíritu puro que Dios da a cada persona.
Para ser libre es imprescindible liberarse de las cadenas físicas, que con aprobación social, lastiman lo mejor que hay en la persona.
Un ejemplo de esta liberación es la salida de los israelitas de Egipto. Con esta hecho quebraron la esclavitud material que los tenía sometidos, y no les permitía siquiera concebir la idea de que ellos realmente eran alguien distinto a la imagen que socialmente les imponían como propia. En continua vejación física, ¿cómo habrían de concebirse a sí mismos como algo diferente a esclavos?

3- "Vete de tu lugar de origen": Liberarse de las cadenas mentales.
Pero, los lazos de la esclavitud espiritual no solamente están en las imposiciones que parten de las reglas de la sociedad esclavista, sino también en las convicciones que la persona asume fanáticamente como propias, y que no son propias.
Tristemente muchísimas personas van por la vida actuando como si estuvieran encima de un escenario, ejecutan un libreto de vida que otros han escrito para ellos. Y más triste aún, es que estos actores que viven sin vivir realmente, muchas veces luchan y mueren defendiendo un papel que les han asignado y que sienten como propio, pero que es absolutamente ajeno.
Saber cuál es el origen, y rechazar asumir actuar perpetuamente un papel que falsifica la identidad personal, es un paso indispensable para todo aquel que desea gozar de verdadera libertad.

4- "Vete de la casa de tu padre": Liberarse de las cadenas emocionales.
Para poder romper realmente con los lazos perjudiciales que surgen de lo social, y para modificar los condicionamientos mentales a los que ha sido sometida una persona, es imprescindible que pueda reconocer las cadenas emocionales que lo tienen atrapado.
Muchos saben qué tienen que cambiar en su vida para no sentirse más esclavizados, e incluso tienen idea de cómo emprender su liberación, sin embargo, están presos de sentimientos que los detienen y paralizan cualquier intento de cambio. Estos sentimientos pueden ser miedo, culpa, auto-desprecio o cualquier otro que es usado como ancla negativa, que no permite avanzar ni modificar nada.

5- "Vete rumbo a la tierra que te mostraré": Tener una meta, marcado el rumbo y andar hacia allí.
No es suficiente que una persona haya alcanzado soltarse de sus impedimentos emocionales que no le permiten siquiera pensar en cambiar su estilo de vida.
Ni es suficiente si ha zafado del entrenamiento que lo condiciona a estar sometido a órdenes ajenas a su verdadera esencia espiritual.
Ni tampoco alcanza cuando ha roto el yugo de las imposiciones sociales, que lo maniatan obstaculizándole vivir como corresponde a su espíritu.
Pues estas tres etapas de la libertad brindan solamente el campo para labrar, pero no dan cosecha qué recoger y con la cual beneficiarse.
La cosecha se obtiene solamente si se ha plantado antes el campo disponible.
Y es precisamente ese sembrar el campo el verdadero ejercicio de la libertad.
Es vivir con principios, finalidades y métodos definidos para alcanzarlas, lo que otorga a la persona un sentido que permite decir que vive en libertad real de espíritu.
Y para sembrar adecuadamente, es indispensable recordar la primera parte de la estrofa que estamos analizando: "el Eterno dice".

Para concluir, nos resta aclarar de quiénes estuvimos hablando al comienzo de este comentario.
El rey del mundo, que se creía que era una deidad nacida de una virgen, no es otro que Nimrod, también conocido como Amrafel, Kush, y más tarde como Tammuz y otros varios nombres más que fueron surgiendo en las diferentes mitologías.
Fue contemporáneo de Avraham, nuestro patriarca, alrededor del año 1500 AEC.
Y es precisamente Avraham el joven que habíamos mencionado que trataba de escapar de la esclavitud de su época, cosa que finalmente consiguió transformándose en "Avraham haivrí", Avraham el hebreo, pues estaba meever -más allá- de las doctrinas y la fe de su sociedad corrupta.

Es nuestro patriarca un estupendo ejemplo para seguir, pues, no son tan diferentes nuestra época y circunstancias a las suyas...

¡Les deseo Shabbat Shalom UMevoraj!

Moré Yehuda Ribco


Notas:

Otras interpretaciones de este pasaje de la Torá, y más estudios los hallan HACIENDO CLIC AQUÍ y AQUÍ.

 

Relato

El maestro estaba estudiando con sus discípulos cuando de improviso les preguntó: '¿Quién de ustedes tiene fe en Dios?'.
Todos los jóvenes se miraron entre sí, sin entender el sentido real la pregunta, hasta que tímidamente de a poco fueron levantando todos las manos.
Alguno más arriesgado incluso musitó: 'Dos veces diarias, durante toda nuestra vida pronunciamos que el Eterno es nuestro Dios, Él es Uno y Único'.
Y más envalentonados algunos dijeron: '¡Cómo no vamos a tener fe en Dios!'.
El gran rabino entonces les dijo: 'Yo no tengo fe en Dios.'
Los alumnos cada vez más perplejos no sabían qué estaba pasando, si el rabino los estaba poniendo a prueba, si les quería enseñar un gran secreto, si había enloquecido, si era un hereje, vaya uno a saber qué estaba pasando con el maestro.
Uno de ellos, un poco aturdido, dijo: '¿Cómo es que usted, que es maestro de maestros, no tenga fe en Dios?'.
El maestro respondió: '¿Ustedes creen que están sentados en una silla? Pues, no, no creen eso. Para ustedes es un hecho que están sobre sillas. No tienen dudas, ni tampoco necesidad de tener fe al respecto. Así ocurre conmigo en mi relación con el Santo. Cuando contemplo el mundo, cuando los veo a ustedes, cuando me deleito con cada letra de la Torá, ¡obviamente que no nace en mi la ceguera de la fe! Lo que me ocurre es que Lo reconozco, pues estoy consciente de que Él es Quien conduce el Mundo. Cada día hago mías las palabras: "¡Santo, santo, santo es el Eterno de los Ejércitos! ¡Toda la tierra está llena de Su gloria!"'.

 

 

Preguntas y datos para meditar y profundizar:

  • ¿Cómo se puede relacionar este relato con el comentario que brindamos de la parashá?
     

  • ¿Cuál es la enseñanza que nos deja el rabino?
     

  • La situación de tanta decadencia moral, merced a que la idolatría conquistó la mayoría del mundo en la época del patriarca Avraham, ¿se manifiesta en nuestros días? ¿Cómo?
     

  • Fue enseñado: "Confía en el Eterno con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia inteligencia.
    ReconóceLo en todos tus caminos, y Él enderezará tus sendas.
    No seas sabio en tu propia opinión: Teme al Eterno y apártate del mal, porque será medicina para tu carne y refrigerio para tus huesos.
    Honra al Eterno con tus riquezas y con las primicias de todos tus frutos.
    Así tus graneros estarán llenos con abundancia, y tus lagares rebosarán de vino nuevo.
    " (Mishlei / Proverbios 3:5-10).
    ¿Cuáles son los beneficios que están mencionados en esta cita del Tanaj para aquel que se comporta como corresponde?
     

  • Está escrito en la próxima parashá:
    "Y dijo el Eterno a Avraham: -Toma, por favor, a tu hijo, a tu único, a Itzjac [Isaac] a quien amaste y vete [para ti] a la tierra de la Moriá; y elévalo allí en holocausto sobre uno de los montes, que Yo te diré." (Bereshit / Génesis 22:2).
    ¿Cuál es el directo paralelismo que se puede trazar entre esta sentencia y la que hemos estudiado en el comentario a Lej Lejá?

 

De la Parashá Lej Lejá

 

E-mail: comentario@serjudio.com


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