Responsable: Lic.  Prof. Yehuda Ribco (Tishrei 12, 5762 - 29/09/01)

Beshem H' El Olam


 
Parashá - Devarim

 Haazinu 31:1 y 32:52

Ya está aquí

Está escrito en la parashá:Porque no son palabras vanas (las de la Torá); pues son vuestra vida, y a causa de estas palabras prolongaréis vuestros días en la tierra que para tomarla en posesión cruzáis el Jordán." (Devarim / Deuteronomio  32:47)

“El ciclista desprevenido no advirtió el enorme bache frente a sí, tropezó, y aparatosamente cayó, enredándose luego con lo que quedaba de su bicicleta.
Pronto alguien lo liberó de los fierros, pero estaba bastante maltrecho.
Presurosa una pequeña y joven mujer se aproximó a auxiliarlo, mientras los curiosos se arremolinaban en torno.
En eso, llega un muchacho enorme y forzudo, que grita: 'Deje paso al experto, yo sé primeros auxilios' -mientras la aparta bruscamente-.
Ella mira junto a los otros espectadores unos minutos las técnicas del "socorrista", hasta que dice en voz alta y llena de aplomo: 'Cuando crean que sea el momento de llamar al médico, ahórrense el teléfono... ¡ya estoy aquí!'”

En ocasiones ponemos de lado lo importante y necesario, por considerar que lo más vistoso y llamativo es lo que mejor sirve, o es a lo que hay que prestarle atención.
¿Será éste un correcto proceder?

Shabbat Shalom - Guemar Jatimá Tová les desea Yehuda Ribco

Destellos de la parashá

Sidrá 53ª de la Torá; 10ª del sefer Devarim.
Entre pesukim 31:1 y 32:52.
Haftará en Shemuel II 22:1-51. 

Moshé continúa despidiéndose de su pueblo.
En esta ocasión con un cántico.
En él se recuerda la relación especial que el Eterno mantiene con Israel.
Un vínculo como de Padre con sus hijos.
Pero, es una relación con altibajos. Pues, el Pueblo es a menudo infiel, abandona al Eterno para irse detrás de las vanidades que le llama la atención.
Y eso provoca un distanciamiento doloroso para ambas partes del Pacto Eterno.
Pero, cuando Israel retorna a la senda de la corrección, Dios apresura Su Misericordia y Su Perdón, brindando a la "niña de Sus ojos" (Devarim / Deuteronomio 32:10), a los hijos de Iaacov, una nueva oportunidad para el crecimiento, para el mejoramiento.

De la Parashá