Judaismo conversion Israel Mashiaj Tora Dios amor paz

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 Lic. Prof. Yehuda Ribco (Av 6, 5762 - 15/7/02)

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BeShem H' El Olam

 dn.gif (33824 bytes) Shavuot

¿Comida láctea en Shavuot?

El folklore judío, la milenaria tradición, nos indica que al menos una de las comidas "formales" de Shavuot esté compuesta de productos lácteos, y por lo tanto no sea como el resto de los banquetes festivos del año, basados en carnes.

¿Cuáles podrían ser las razones para esta antigua costumbre?

Como suele ocurrir, las costumbres pierden sus raíces, y se transforman en entidades per se. Luego de ocurrido este fenómeno, surgen los genios explicativos, y nos enseñan singulares causas y razones, que muchas veces no tienen asidero en los hechos, ni siquiera en la fértil imaginación popular. Por lo que nosotros ahora trataremos de adherirnos a las explicaciones sabias y venerables de nuestros antiguos, intentando dejar de lado la fiebre creativa habitual del ignorante.

Primera posible razón: En vísperas del primer Shavuot de la historia, a las siete semanas de haber salido de Mitzraim, los israelitas al pie del monte Sinay tenían la orden de estar limpios y preparados para que al tercer día el Eterno les entregara la Torá. Una de las maneras de estar en disposición adecuada era ingerir productos lácteos, menos sólidos que la carne, más digeribles, menos provocadores de espasmos estomacales, con sus consiguientes problemas de limpieza corporal.

Segunda posible razón: Aquellos mismos antepasados se alimentaron de leche y derivados, pues habiendo recibido las leyes de kashrut que estipulan no mezclar carne y leche además de los procedimientos de faenado y curación de la carne, querían estar listos de inmediato para cumplirlas, dedicando todos sus utensilios existentes a los lácteos, pues las leyes para lácteos son más simples que para carnes.

Tercera posible razón: Si contiuamos con aquellos ancestros nuestros presentes en la teofanía de Sinay, hay algunos que explican que regresaron tan agitados y extenuados de sentir la poderosa presencia del Eterno, que sin fuerzas tomaron lo primero que había para alimentarse, que era queso, leche y miel, yendo luego rendidos a descansar.

Cuarta posible razón: La Torá, que fuera entregada en Shavuot, es como leche y miel, buena, nutritiva y accesible; tal como lo es la Tierra Prometida. Para simbolizar entonces estas virtudes de la Torá ingerimos productos de la leche, así como miel, para que nuestro paladar nos haga recordar lo que a veces el corazón olvida.

Quinta posible razón: Los que gustan de jugar con los valores numéricos de las letras hallan que la palabra JALAV, leche en hebreo, esta compuesta por tres letras, cuyos valores sumados da exactamente cuarenta, y creen reconocer en este valor el número de días y noches que Moshé permaneció en el monte, recibiendo las Enseñanzas de parte del Eterno. Entonces, si comemos leche estamos aprobando que la Torá Escrita es cierta, como ciertos son los cuarenta días que Moshé estuvo ahí.

Sexta posible razón: Las leyes de no ingerir, mezclar o beneficiarse de carne con leche son derviadas por los Jajamim de algunos párrafos de la Torá. Por lo tanto, entran dentro de lo que se considera Torá Oral. Existieron, y aún hoy también, personas y sectores que quizás aceptan la divinidad y superioridad de la Torá Escrita, más disientan y se burlan de la Torá Oral. Para combatir esto se han implementado numerosas medidas y tradiciones, una de las cuales puede ser ésta que estamos considerando ahora. Porque es como si dijeramos que, si en Shavuot festejamos la entrega de la Torá, estamos afirmando y apoyando la validez y fuente divina tanto de la Torá Escrita como la de la Oral, pues, no mezclamos carne con leche en esta comida, sino que la comemos aparte, tal como nuestros sabios aprendieron y enseñaron como Torá Oral.

Séptima posible razón: Los israelitas recién liberado eran como bebes recién nacidos al mundo, por lo cual su alimentación debía consistir en leche. Nosotros en recuerdo a su inexperiencia y bisoñez comemos también lácteos.

Octava posible razón: Así como para los mamíferos la leche es la base de su básica nutrición inicial, para el judío la Libertad de Pesaj es esclavitud si no se la nutre con la Verdadera Libertad que proviene de la Torá. Por lo cual, nos alimentamos de leche y sus derivados, pues Dios es una madre que nos alimenta con el producto de sus amores, que es en este momento y aspecto, la Torá.

Novena posible razón: Shavuot es llamada también "Bikurim" - "Primicias", pues en épocas del Templo de Ierushalaim se traían los primeros frutos como ofrenda al Eterno. Según indican algunos de nuestros sabios las primicias son toamdas de los frutos con los que es bendecida la Tierra de Israel, conocida como "Tierra que mana leche y miel", por lo tanto, para confirmar la preeminencia de sus frutos como primicias es que se inció la costumbre de comer, precisamente, leche y miel.

Décima posible razón: Shavuot es la fiesta del incio de la estación cálida en Tierra Prometida, y es más acorde a la tórrida temperatura el ingerir alimentos livianos, con poco bajas calorías y pocas grasas. Por lo cual, Shavuot tomó de una moda dietética esta costumbre.

Undécima posible razón: Es notorio que la Sabiduría Divina concedió al hombre la autorización e comer carne, en tanto respete el padecimiento del animal; y el judío las leyes contenidas en la Torá. Sin embargo el estado ideal es aquel en el cual la muerte no debe intervenir para alimentar a ninguna especie. Por lo tanto, una manera de paladear el sabor de la Era Mesiánica es absteniéndose en un momento de gran regocijo de comer carne, y saborear leche, vegetales, miel, etc., alimentos en los cuales no interviene la muerte de algo para el sustento de otro.

Duodécima posible razón: La leche es en su origen sangre que en el organismo de la hembra de la especie es elaborada pasando a tomar las características que nosotros le conocemos. En más de una ocasión la Torá nos reitera que la sangre es "el alma" del ser vivo, por lo cual podemos suponer que al ingerir leche estamos reconconiendo que "el alma", la persona, precisa ser refinada por constante trabajo y dedicación, para transformarse en leche, en alimento espiritual, en virtud, para otros.

Decimotercera posible razón: Es un hecho afirmado por la ciencia y por nuestros sabios, "somos lo que comemos"; personalmente no conozco las cualidades espirituales de carnes y de lácteos, pero he oído decir que la densidad espiritual (no sólo en grasas y otros elementos físico - químicos mensurables) es mayor en las carnes que en las leches, por lo que es más "saludable" ingerir lácteos que carnes. Claro, si fuera así sería menester abstenerse de carne más frecuentemente, cosa que en la situación actual, (pre-mesiánica), y de acuerdo a nuestras más caras fuentes, no es necesario...

Decimocuarta posible razón: Así como no queremos repetir el error de nuestro antepasados de quedarnos dormidos y no estar atentos a recibir la Palabra de H', y por eso es también costumbre estudiar Torá toda la noche de Shavuot; quizás se come liviano, para que el corazón y la mente no estén por completo satisfechas y busquen la placidez, el sueño, el olvido del que nada más quiere; sino que quede un resquicio vacío, que procure ser llenado y no permita holgar. Así pues, comer lácteos para quedar un tanto insatisfechos, esperando cerrar nuestro "hambre" con Torá.

Decimoquinta posible razón: Shemot 23:19 Ordena: "Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de Hashem tu Dios. No guisarás el cabrito con la leche de su madre." Tal como la primera parte del pasuk establece una de las leyes de Shavuot, algunos entendieron que la segunda parte también se refería a Shavuot, por lo cual se estableció comer lácteos y comer carnes; pero, como ambas juntas sonanatema, entonces, una comida dedicada a los lácteos y otra a las carnes.

Decimosexta posible razón: Si nos detenemos ahora en la miel, podríamos encontrar varías asociaciones culturales, míticas, de religiones comparadas, etc. Pero, advirtamos la fuente de la miel (no la de higos, con la que fue descripta la Tierra Prometida, sino la miel que nosotros llamamos simplemente así), ¿no son acaso las abejas? Pues bien, abeja en hebreo es "Devorá", y sus raíz lingüística se asocia a..."Divrot" y "Devarim". Los llamados "Aseret HaDiverot" son los famosos Diez Decires o Mandamientos, que fueron expresados de "boca" del Eterno frente al pueblo de Israel precisamente en Shavuot. Y "Devarim" es el término que utiliza la mismísima Torá (Shemot 20) en el momento que se auto-denomina, y un instante antes de comenzar H' la enumeración de la Divrot. Por lo tanto, al ingerir miel nos relacionamos con los preceptos, las mitzvot, con la Torá y con el Eterno.
Y para ser la explicación más completa, podemos deducir que el trabajo que las industriosas abejas hacen en conjunto, de edificar su panal, cuidar sus crías, elaborar el néctar, comunciarse entre sí, etc., es un ejemplo de lo que el judío debe hacer basando su vida en la Torá.

Decimoséptima improbable razón: Una persona jocosa me comentó que la verdadera raíz de esta costumbre se puede rastear hasta el creador de los "Blintzes" (o los Kreplaj de queso, no se bien)... Aquel antiguo gourmette veía como las mejores ocasiones para las ventas (Shabbat y festividades) eran desperdicidas, pues imperaba el ánimo de "pescado y carne"; entonces como medio publicitario introdujo la costumbre de los lácteos en Shavuot...

    Si ustedes conocen alguna otra posible razón, les pido que me la comuniquen lo antes posible, para hacer público su conocimiento. Gracias y Jag Sameaj les desea Yehuda Ribco


Si les quedan interrogantes, comentarios o sugerencias, háganlas llegar que son siempre muy bienvenidas.

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