Judaismo conversion Israel Mashiaj Tora Dios amor paz

Busca:   

 Lic. Prof. Yehuda Ribco (Av 6, 5762 - 15/7/02)

Inicio (Judaismo conversion Israel Mashiaj Tora Dios amor paz)Contacto (Judaismo conversion Israel Mashiaj Tora Dios amor paz)Apoyo (Judaismo conversion Israel Mashiaj Tora Dios amor paz)

BeShem H' El Olam

Pesaj - ledorot


Reunirse y compartir:
Desde el comienzo de Pesaj, se intenta que el judío no permanezca soledoso. Ni el rico, ni el pobre, ni el menesteroso, ni el saciado, ni el enfermo, ni el saludable, todos deben ser parte de un algo más.
Aquellos agraciados con familias, tienen el bien de dispensar su tiempo en su entorno, y aquellos para los cuales la familia es tan sólo un recuerdo, o un anhelo, o un imposible, o aun un desconsuelo, en esta noche, que se llama distinta a las otras noches, tiene que buscar el apoyo de un grupo humano próximo.
Y cuando decimos desde el comienzo nos referimos a: el postrer estertor de la noche macabra de la centenaria esclavitud histórica, momento para el cual H’ mismo decreto que fuera en familia, o con vecinos, que se debía trascurrirla. O la noche iluminada y festiva del tradicional (o hasta del renovado) Seder.

Lugar para todos:
Es la noche de, entre decenas de elementos: Ha lajma haniá (‘el pan de la pobreza’); pero, ineludiblemente fusionada, es la hora de: Kol dijfin ieitei veiejol (‘todo el hambreado que venga y coma’).
Es la cena en que compartimos, el pan de la pobreza partimos con aquel que es más pobre aun. Porque la pobreza no tiene miramientos, ni aun el adinerado se salva de ella; tan sólo el que se reune, y alaba y recuerda y reconoce en H’ la fuente de los bienes, tiene una oportunidad de aproximarse a cierta riqueza.
Y hasta el desheredado en conocimientos, y el escaso en anécdotas, y el misérrimo en respuestas, puede y debe ocupar uno de los sitios privilegiados, y comer reclinado, no tan sólo el pan de la pobreza material, sino el pan de la riqeuza de Veigadeta lebinja (‘Le dirás a tu hijo’).
Cada cual participa, desde su lugar, y su rol, el que no sabe es necesario, y el que sabe es necesario, y el que ni sabe ni sabe qu eno sabe, también es necesario.
Si será fabuloso el milagro de Mitzraim, que hasta el que saber y sabe que sabe, pero prefiere desentenderse puede ubicarse por unos instantes entorno a la historia, y ser participe de ella. Ya que todo judío tiene una porción en el Olam Habá (Mundo Venidero), porque además, cada judío tiene la oportunidad de redimirse hasta el último instante de existencia terrena.
Pesaj, no es sólo para los sabios y buenos, para todos. Tanto el sabio, como el malvado, el torpe de entendimiento y el indeciso tienen un lugar, un rol, una función que les es designada, y que es asumida, y que deben desempeñar para hacer de la Libertad algo más que un remedo de palabras, tontas concepciones filosóficas o sabrosos kneidalaj.

Pesaj actual y vigente:
Desde esta perspectiva es redundante querer explicar o enseñar: Vejol dor vador jaiav lirhot et atzmo kehilu hu iatzah mimitzraim (‘en toda generación debe verse a sí mismo como liberado de Mitzraim’); ya que todos somos escalvos de una u otra manera, y todos somos víctimas de una o más esclavitudes cotidianas. Y es redundante, también, porque cada cual al acudir al Seder, al representar los roles, inconscientemente o con plena consciencia, no hacemos más que declararnos libertos merced al poder de H’.

Diversidad:
En el manojo de diferencias irreconciliables, o negociables, es posbile hallar momentos para la reunión y el esfuerzo de la concordia.
Cada uno apuesta a lo suyo, pero, debemos remarcar, siempre y cuando se tenga en mira los objetivos supremos del judaísmo declarados por la Torá.
Y como ya dijeramos, aun el errado puede aportar, ya que todo pecador tiene la esperanza de liberar su alma de las garras del pecado, del error.

Controversia:
Entre las proposiciones, las múltiples interrogantes, las dudas de buena fe y las de las otras, las respuestas prefabricas, y las razonadas, los clisés y las repeticiones huecas, la tradición acendrada y los renovados aires, etc.; siempre cabe la posibilidad para la disensión, la disyuntiva, el conflicto.
Pero hay espacio para el entendimiento y el ajdut Israel.
Las respuestas no aceptadas pueden contener reformulación de interrogantes, y una búsqueda más amplia y profunda de la Verdad (H’).

Los puntos básicos:
Pero, todo judío hoy en día, y de acuerdo a la Torá oral y escrita, debe, al menos, observar tres preceptos:

      Pesaj, Matzá y Maror.

      Pesaj: es el korban que se sacrificaba para la primera noche de esta festividad en recuerdo a ietziat Mitzraim.
      Podemos asociar este precepto a nuestro patriarca Itzjak.

      Matzá (obligatorio sólo la primera noche en Israel, y segunda también en la diáspora): en recuerdo a lo que comieron nuestros antepasados, y como símbolo multívoco de la festividad.
      Asociada a nuestro patriarca Avraham.

      Maror: la hierba amarga que rememora apenas la terrible amargura que padecieron nuestros antepasados en Mitzraim.
      Relacionada a nuestro patriarca Iaacov.

      Existen otros preceptos y obligaciones para cumplir, sea en la primera y segunda noches de Pesaj, como en toda la semana, tales como:
      - no poseer, ni comer productos jametz durante los siete/ocho días del jag;
      - narrar los acontecimientos de Ietzihat Mitzraim.

Los jajamim a su debido tiempo nos ordenaron otras más, de las cuales respetamos: maror, el vino, lectura estricta de la hagadá, y otras más que pueden consultar con cualquier rabino responsable.
El punto fundamental, creo modestamente yo, es el de narrar, recordar, explicar, hacer crecer y particpar a los que no saben, principalmente, pero también e indudablemente al que sabe.
Porque, ¿qué sabor tiene la matzá sin el condimento de su real valor?
Es más, ¿de qué matzá hablamos su no hay vivencia, recuerdo, revivencia de la salida de Mitzraim?

Noche de símbolos:
Símbolos, objetos, palabras, acciones que poseen un valor más allá del real y del aparente.
Agua con sal sobre el carpás, como recuerdo simbólico de las lágrimas sufridas.
Jaroset como la sangre mezclada con el barro de aquellos cruentos ladrillos.
Maror como…

Los hijos, los educandos, los invitados, son parte del símbolo; ya que el símbolo sin quién le de valor y aplicación a su vida, pierde todo valor simbólico para transformarse en un símple objeto, palabra, hecho…
Por lo cual, los hijos participan, y se los insta graciosamente para hacerlo.
Pues en el futuro radica la revitalización del pasado, que efectuamos en el exiguo presente.

Símbolos:
¿No es acaso un mundo plagado de símbolos el que emerge de las profundidades del judaísmo tradicional?
¿No somos acaso seres (humanos y judíos) conformados y desarrollados como decodificadores, productores e imágenes de símbolos?

La ausencia simbólica, la falta de controversia, el incompartir:
Se oye hablar mucho de quintos hijos. De la necesidad de incluir a un representante del quinto hijo, que sería aquel que se apartó de las raíces, para hacer su no-seder (no orden) por su parte.
Lamentablemente, y desde mi humilde perspectiva, referirnos tan ávidamente a un qinto hijo es suponer que en épocas talmúdicas los peligros de la asimilación eran desconocidos.
O que el alejamiento de algunos hijos es un invento del reformismo, o del modernismo o de los fines de siglos cristianos.
Ya desde la era mosáica quintos hijos existían.
Esos fueron los que realmente se quedaron en Mitzraim.
Por lo cual, pretender agregar al que se aparta por voluntad y razón propia, es inventar relaciones inoperantes e inexistentes. Como ya repitieramos el judío es pasible de perdón hasta su último hálito, empero, si no es pretendido este indulto, ¿qué acontece luego?
Nada sabemos de esto.
Pero, en concreto, si quisieramos agregar sillas o lugares míticos en la hagadá para los hijos alejados de propia interés, es llorar sobre lo ya perdido.
Lo aconsejable sería procurar hacer que el quinto hijo, sea el cuarto o el segundo, esto es, mientras hay tiempo y posibilidad de rescate.
Uno de los medios es: narrar a tu hijo…
¿Y qué hacer con los que ya están fuera del núcleo?
No hay respuestas únicas, pero, nuevamente: narrar a tu hijo…mientras sea tu hijo, aprovecha a narrar, permite que tu amor y conocimiento (amplio o breve) gotee insistentemente sobre el hijo de fuera…¿quién sabe? La ayuda de H’ y la persistencia del reconocimiento, del afecto del apoyo pueden revivir en efecto los milagros antiguos de Mitzraim. Porque, si en el primer Pesaj H’ liberó a miles de judíos de la peor peste esclavista de los tiempos, ¿cómo no confiar en ser partícipes de ésta nueva ocasión para el milagro?

Los que están:
Estos son los que reportan sus vivencias, los que puedan juntarse más, y los que con esperanza entonan: Le shana haba bIerushalaim habnuia (‘el próximo año en Ierushalaim reconstruida’).
Porque ninguna libertad de hacer es Libertad hasta que no tenga un sentido para hacer. El sentido de reconstruir nuestras vidas en un renovado ciclo.

Quiera H’ que Pesaj kasher vesameaj no sean sólo deseos.


Yehuda Ribco

Darjey Noam - Abril 1997 / Nisán 5757

http://serjudio.com