Lic. Prof. Yehuda Ribco |
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BeShem H' El Olam |
Respuestas a Preguntas
Consulta
"Agradeceré me envíe, información "amplia" sobre la Alianza de Dios con el pueblo ("Tú serás mi pueblo y Yo seré tu Dios; Decálogo; etc.) ¿Qué era; en qué consistía; puntos medulares (teológicamente); diferencia con otro tipos de alianzas; actores; derechos; obligaciones; fechas; momento histórico; lugares; su importancia para el pueblo de ese tiempo y para el de hoy; términos; trascendencia teológica, humana e histórica; quién toma la iniciativa; quién sale beneficiado y por qué; en qué consistía esa alianza, especificamente; a quiénes involucraba; etc.?"
Respuesta
Comencemos por definir un poco los términos, para
despejar desde el inicio una incorrecta interpretación / traducción del Berit
existente entre H' y Su Pueblo, es decir, Israel.
Alianza:
Unirse por tratado, o coligarse, en general entre dos estados para defensa y
ataque, en definitiva, para mutuo beneficio.
Que es distinto de pacto, que sería: convenio entre dos o más partes, sin
necesidad de unión ni de beneficios para todas las partes.
Entre el Eterno y el Pueblo de Israel No existe alianza, sino pacto.
El Pueblo de Israel, en principio, fue (es y será)
elegido por el Eterno, no por sus virtudes pero sí por sus defectos. Esto lo
leemos en Ieshaiá 41:9: "Porque te tomé de
los extremos de la tierra y de sus principales te llamé y te dije; Mi siervo
eres tú, te escogí y no te deseché",
y además y muy especialmente para quitar la idea del presunto orgullo y
vanagloria de los judíos con respecto a su elección: "Porque
tú eres pueblo santo a Hashem tu Elokim; Hashem tu Elokim te ha escogido para
serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la haz de
la tierra.
no por ser ustedes más que todos los pueblos
les ha querido Hashem y les ha escogido; porque ustedes erais los más pocos de
todos los pueblos;
Sino porque Hashem les amó y quiso
guardar el juramento que juró a sus padres, les ha sacado Hashem con mano
fuerte y les ha rescatado de casa de siervos, de la mano de Faraón, rey de
Mitzraim." (Devarim (Deuteronomio) 7:6-8)
Y es el mismo Pueblo el que debe aceptar o rechazar en
cada ocasión la persistencia del pacto.
Como dijera Shelomó (Salomón) el sabio rey: "Dijo
Hashem Elokim de Israel, no hay Elokim como tú, ni arriba en los cielos ni
abajo en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia a tus siervos, los
que andan delante de ti de todo su corazón"
(Divrei Haiamim (Crónicas II) 8:23).
Aunque debemos acotar que el primero de los hebreos, Avraham nuestro patriarca,
fue el primero que llegó a Dios por sus propios medios, sin educación externa,
sin guías de sus antepasados y sin la intromisión de Dios. Avraham es el
ejemplo del Hombre buscando al Eterno, hallándolo y pactando con Él.
Como queda expresado
en boca de Ieshaiá (Isaías) 41:8: "Mas
tú, Israel, siervo mío eres, tú, Iaacov, a quien yo escogí, simiente de
Avraham el que me amó."
O en Bereshit (Génesis) 17:7, en donde el Eterno afirma: "Y estableceré mi pacto entre mí y ti y tu simiente después de ti en
sus generaciones, por pacto perpetuo, para serte a ti por Elokim y a tu simiente
después de ti."
Y como podemos apreciar, los pactos cerrados
por el Eterno tienen el carácter de eternos, (a no ser que Él exprese explícitamente
lo contrario), pues Dios no es hombre para estar cambiando de parecer, ni es
mortal ni falible como para temer y actuar en consecuencia a sus temores. Como
refiere Tehilim (Salmos) 33:11: "El consejo de Hashem permanecerá para
siempre; Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones."
Así que claramente dice Dios: "PACTO
ETERNO con la descendencia (la simiente) de Avraham, por la línea de
Iaacov", es decir, los actuales judíos.
Pacto Eterno e irrevocable e intransferible
(Ieshaiá (Isaías) 41:9): "Porque te tomé de los extremos de la tierra
y de sus principales te llamé y te dije; Mi siervo eres tú, te escogí y no te
deseché."
¿A qué quedan comprometidas las dos partes?
El Pueblo a acatar las ordenanzas y estilos de vida
dictados por Dios, y que se encuentra en la Torá, inalterable, perfecta y
eterna. Obra de Dios y no del hombre. Así como a aceptar las leyes derivadas y demandadas
por los sabios judíos reconocidos en cada generación, tal como la Torá
ordena. Como leemos en Devarim (Deuteronomio) 19:9: "Para
que guardes todos estos mandamientos, que yo te prescribo hoy, para ponerlos por
obra, que ames a Hashem tu Elokim y andes en sus caminos todos los días..."
Es decir, el acatamiento por parte
de Israel es lo que se le exige, ni más ni menos. Y en verdad, ¡menuda
responsabilidad!
A cambio el Eterno no da nada. A no
ser que Él en su infinita Misericordia quiera que el Universo continúe
marchando regularmente, acorde a las leyes por Él dispuestas, y que de este
modo, casi naturalmente se reciban beneficios en esta vida, así como en la
otra.
Pero, nuestros sabios nos advierten de no
servir al Eterno como los empleados que sólo laboran por ganancias, sino y
principalmente por amor a Él. Luego, quizás, los beneficios llegarán, tal
como la misma Torá anuncia en Devarim (Deuteronomio) 11:13-15: " Y
será que, si obedeciereis cuidadosamente mis mandamientos que yo les prescribo
hoy, amando a Hashem su Elokim y sirviéndolo con todo su corazón y con toda su
alma,
Yo daré la lluvia
de su tierra en su tiempo, la temprana y la tardía; y cogerás tu grano y tu
vino y tu aceite. Daré también
hierba en tu campo para tus bestias; y comerás y te hartarás".
Lo que me recuerda
una anécdota. En cierta ocasión fue un buen judío observante de las mitzvot,
los preceptos, al sabio rabí y le dijo: "La Torá miente y eso me apena
muchísimo". "¿Cómo dices?" consultó el sabio. "Es que yo
cumplo con las mitzvot al pie de la letra y con todo mi espíritu, pero continúo
en la pobreza y los dolores físicos me persiguen. ¿Dónde está el bien
fabuloso que H' prometió?"
Y el rabí le
contestó: "Lee con detenimiento, dice que si obedeces cuidadosamente,
amando de todo corazón. Si así haces, entonces y sólo entonces Dios te dará
todo lo que promete. Cuando dejes de servirlo por TU beneficio, entonces, Él te
beneficiará."
Por lo tanto, el
pacto se mantiene en tanto el judío y la nación judía sean fieles a la Torá
y a los preceptos, sin hacer cálculos mezquinos ni negocios con el Eterno. Y
gracias a Dios, en cada generación siempre hay buenas personas que mantienen
activo el pacto y alientan a otros a continuarlo, con la ayuda de Dios.
En cuanto a otras
alianzas, como usted las llama, no existen, ni existieron ni existirán.
El pacto es uno y eterno,
tal como Él lo es.
Aunque, si somos un poco
menos rigurosos, otros tipos de pactos existen, como por ejemplo el señalado
por el Arco Iris, que es señal del pacto de Dios con toda la Humanidad, de que
un nuevo diluvio no desolará la Tierra.
Y el pacto de Avraham con
Dios, y por ende de sus descendientes con Él, beneficia a las naciones de la
Tierra, en tanto éstas bendigan con su acción a los hebreos.
Es decir, si bien es un
pacto único y biunívoco, los "beneficios" no excluyen a los que no
entran dentro del pacto.
Pero, si observamos bien,
el ser pueblo Elegido (a través del pacto) no es mérito ni señal de señorío,
predominio o superioridad sobre los demás, sino por el contrario, indica que el
Pueblo Judío tiene el enorme deber de ser fieles al Eterno SIEMPRE y en TODO lo
que Él manda.
El ser Pueblo Elegido en
concepto judío es radicalmente opuesto a los que los nazis y a lo que otros
extraviados expresan para sí como elección de pueblo o como ellos dicen, raza.
Esos sujetos al
autodenominarse elegidos, subrayan la sumisión de los otros hacia ellos, su
supremacía y dominio.
En tanto, el concepto judío
de ser Pueblo Elegido por Dios tiene como finalidad lo ordenado por Dios en
Shemot (Éxodo) 19:6 : " Y ustedes serán para Mí reino de sacerdotes y pueblo santo."
Ser
sacerdotes es ser siervos, fieles adoradores, estar al servicio de...
En cuanto a fechas, a
ciencia cierta no se sabe cuándo vivió Avraham pero se estima que
aproximadamente en el año 2060 de la creación (1700 A.E.C.)
En tanto que el pacto en
Sinaí fue exactamente en el 2448 (1312 A.E.C.)
Este último hecho con
todo el Pueblo, los presentes y los ausentes, cincuenta días después de haber
sido liberados de Mitzraim (Egipto) por el Eterno.
Las señales del pacto son
cinco, y son aún usadas por los judíos:
Y por último, obviamente que Dios no recibe nada y
ni se le es quitado nada con este pacto, creyendo en Él, cumpliendo lo que Él
manda, rezándole, etc.
Los mandamientos, el pacto, los preceptos para toda
la Humanidad, el ejemplo de moralidad que deben dar los judíos con su vida
cotidiana, son para beneficio de las personas, de todas las personas de bien.
De Tehilim (Salmos) 33:12 podemos aprender: "Bienaventurada
la gente de que Hashem es su Elokim; El pueblo a quien escogió por heredad para
Sí."
Escogido
sí, siervos / guías de la humanidad también, pues una cosa implica
necesariamente la otra: "Yo Hashem te he llamado en justicia y te tendré
por la mano; te guardaré y te pondré por alianza del pueblo, por luz de las
gentes" (Ieshaia (Isaías) 42:6).
Si a los menos numerosos y a los menos destacados
Dios los eligió, es para darle al Mundo la esperanza de que TODOS podemos
superarnos y ser cada días un poco mejores.
Cada cual desde el lugar que le toca vivir,
respetando a los demás y esforzándose por mejorar al mundo, erradicando lo que
es perjudicial.
Le recomiendo leer los extensos artículos
referidos a Mitzvot en este mismo sitio.
Si les quedan interrogantes, comentarios o sugerencias, háganlas llegar que son siempre muy bienvenidas.
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