Comunicación Auténtica en la pareja

La vida en pareja conlleva momentos de tensión, es (casi) inevitable.
No importa el tiempo que estén juntos, años o días, eventualmente llegan las discusiones.
Cualquier circunstancia, comentario, gesto, opinión, olvido, recuerdo, especialmente lo que objetivamente es banal, servirá como chispa para encender el polvorín.
El motivo en sí que provocó la explosión queda en un segundo plano, pues seguramente detrás hay una cantidad importante de resentimientos, silencios, cosas no dichas, vergüenza, miedo, orgullo, venganza, que se ha ido acumulando y que aprovechan esta oportunidad para saltar sin control.
Cuando eso ocurre, en sí ya nada importa, sino vencer, tener la razón, derrotar al otro, tener la última palabra, poner al otro en su lugar, etc.
Esto es realmente dañino, lacerante, enfermizo, pero tan cotidiano que hasta lo vemos como normal.

Por supuesto, es EGO, son tretas para manipular, son disfraces, es una vida ilusoria.
El asunto es comprender que de continuar actuando así, la vida pasa sin sentido, en dolor, en miedo, en oscuridad.
La cuestión es tomar las riendas y proponerse realizar cambios, no en el otro, sino en uno mismo, para que no sea desde el EGO que se relacione con la pareja, sino que se conecten a través de la comunicación auténtica.

Sometiendo al EGO no eliminará las discusiones, pues éstas estarán presentes, pero ya no como una guerra sucia, sino como un modo maduro de exponer las diferencias que son esenciales a nuestra condición humana.
Somos diferentes, fuimos criados diferentes, tenemos diferentes puntos de vista, diferentes metas, creencias, ideas, valoraciones, etc., y es excelente que así sea. Por tanto, habrá discusiones. Lo interesante es aprovecharlas para crecer individualmente y como pareja, y no como cuadrilátero de boxeo.

No es fácil, pero merece el esfuerzo.
Habrá caídas, no siempre se estará a tono, alguna vez te saldrás de la línea, pero estos traspiés son parte del proceso de aprendizaje.
Usar las fallas como excusa para no hacerlo, es fracasar antes de comenzar.

Entonces, ¿cómo podemos hacer para que las discusiones de pareja sean beneficiosas?

Para comenzar tengamos bien en cuenta, siempre, en toda relación humana, que lo que no se comunica auténticamente termina siendo expresado por medio del conflicto .
Ante esto, creo que un buen primer paso es identificar la razón que realmente está generando la discusión.
Pongamos un ejemplo para entender esto.
Ella te pide algo AHORA, tú dices sí pero luego. Ella dice AHORA, tú dices sí pero luego. Ella insiste que es AHORA, porque ella lo quiere AHORA. Entonces tú te enojas y fuera de tono le indicas que lo harás pero cuando tú puedas, que no es ahora y que no siempre las cosas tienen que ir al ritmo que ella quiere imponer.
Ella retruca, dice que él siempre deja las cosas sin hacer y que por ello tiene que ser AHORA.
Él responde que eso es mentira, que le diga cuál cosa ha dejado de hacer, que las cosas no van al ritmo que ella quiere, porque ella siempre quiere todo AHORA, no es capaz de considerar los tiempos y ritmos de los otros, especialmente los de su marido.
Gritos van, gritos vienen. Se sacan a relucir viejos desacuerdos, cuestiones que poco tienen que ver con lo que está aconteciendo en este momento. Alguno que insulta, otro que golpea una puerta y así…
Quizás te suene conocido.
Tal vez te ha pasado algo parecido alguna vez.
Cuando ya estás dentro de la rosca es difícil pensar con calma, apaciguar en vez de confrontar.
Por ello, antes de meterte en este baile triste recuerda que la pelea no es por lo que están peleando, sino por lo que está en la sombra y no se ha comunicado auténticamente.
Entonces, procura encontrar y delimitar qué es lo que está pasando en la zona oscura, aquella que no está siendo comunicada y que se expresa por medio del conflicto.

Probablemente en el fondo de todo está el EGO, que usa el miedo, el sentimiento de impotencia, la manipulación, como sus herramientas habituales.
Pero, no nos quedemos con la respuesta armada, con la que ahora te estoy dando. Aunque sea cierto que el EGO está manejando los hilos, busca y encuentra qué es lo que no se ha dicho, lo que se ha ocultado, la mugre bajo la alfombra que provoca el tropezón actual. Porque esa gotita que rebalsa el vaso no es la causante del derrame, sino la última cosa añadida que ha precipitado la reacción negativa.
Así pues, toma tu tiempo, medita, indaga, sé sincero, ve qué es lo que está trascurriendo por detrás.
Cada uno, cada cónyuge, es el encargado de hacer este análisis personal, porque no podemos ir presuponiendo qué está pasando en el otro, sino tan solo tratar de conocernos a nosotros mismos.
Si la confianza está firme, si ya no hay ánimos de conflicto, si el rencor, la venganza, la vergüenza, etc., están de lado, entonces pueden atreverse a bucear juntos e ir descubriendo qué es lo que desde el silencio se expresa con el conflicto.

Como ves, es indispensable conocer y aplicar la Comunicación Auténtica.
Te sugiero que encuentres en este sitio todo lo que tenemos publicado al respecto, lo estudies y empieces a vivir según este principio rector.
Básicamente las pautas son:

  • Ser sinceros, en la máxima medida de lo posible.
  • No a la agresión. Ni para un lado ni para el otro.
  • Ser simples, concretos, específicos, claros, sin rodeos.
  • No presuponer, no prejuzgar, no dejarse llevar por impresiones o supuestos. Preguntar, preguntar, preguntar.

Parece un sistema muy rústico, poco sofisticado… ¡lo es!
En ello radica su belleza y su efectividad.
No es con remilgos, palabrería, filosofía, mística, o largas y sesudas sesiones como se destraba el poder del EGO, sino con un trabajo firme, preciso, directo.
La Comunicación Auténtica –CA- es una herramienta esencial.
Entre otros motivos, porque no le da chance al EGO de jugar con excusas, con manipulación, con agresiones, con fantasías perjudiciales.
Claro, de tan fácil, de tan práctico, da miedo usar esta espectacular herramienta.
Por ello es necesario animarse y entrenar, en cada circunstancia, con quien sea, en donde sea.

A partir de las pautas de la CA podemos darnos cuenta de otro error típico en las discusiones de pareja (y en cualquier otra): tratar de ganarlas a como dé lugar.
Por tanto, que la meta sea comunicar, encontrar la sintonía, fortalecer la relación, zanjar las diferencias de modo que ambos ganen.
Porque, cuando uno gana y el otro pierde, ambos pierden. Pierde el matrimonio y la familia.
Así pues, no quieras tener la última palabra, no pretendas ser el vencedor, no busques humillar o dejar mudo al oponente, porque solamente encontrarás la derrota.
Usa la CA, comprende que es el EGO de cada uno el que está conduciéndolos, quita el poder al EGO (porque ciertamente el EGO es impotente, solamente comanda porque tú le das autoridad).

Relee las pautas de la CA y encontrarás el respeto en ellas.
No agredas, trata con respeto aún en la diferencia, no te acalores, no eleves la voz, cuida tus gestos, reduce la agitación, no permitas el insulto –ni tuyo ni de la otra parte-, trata al otro como quieres ser tratado.
Dale tiempo para que exprese sus ideas, sentimiento, etc.
Como no quieres ganar la discusión sino hallar el camino para la paz, no estarás corriendo para tapar lo que la otra persona dice, sino que escucharás, admitirás su punto de vista aunque no estés de acuerdo, le dirás que admites lo que dice pero que tú sientes o te parece de otra forma.
Si el otro está alterado, tú automáticamente entrarás en un estado de alteración, es natural, está en nuestra neurología. Entonces, aparátate, cuenta hasta diez o cien, sal a tomar aire, toma agua, cállate hasta que la agitación automática pase, haz algo o deja de hacerlo, pero no respondas. Son solamente segundos que deberás controlar, porque es lo que dura –habitualmente- la respuesta automática-instintiva. Luego, podrás tener una actitud mucho más saludable y llevar la discusión hacia un puerto seguro.
Te repito, no es fácil, precisas entrenar, estar consciente, saber que fallarás eventualmente, tener el conocimiento de los procesos, y trabajar en ti y en la relación.
Un buen recurso es ponerse como observador externo y juzgar lo que estás diciendo o cómo estás actuando, ¿es así como quieres ser visto y valorado?

Como la intención no es ganar, ni doblegar, ni derrotar entonces es lógico que no pretenderás forzar al otro a hacer lo que no quiere o no puede
Estás en tu derecho de decir lo que no te gusta, siempre y cuando sea bajo los parámetros de la CA.
Puedes pedir también aquello que quieres o necesitas.
Pero no ejercer presión, amenaza, extorsión, violencia para alcanzarlo.
Exprésate, mejor comunícate auténticamente, pero no esperes del otro nada… ni siquiera que se comunique auténticamente contigo…
Por ahí el otro no quiere o no puede cambiar, o no quiere o puede acceder a nuestro requerimiento. Quizás somos nosotros los que podríamos reevaluar nuestro pedido y considerar si es válido, necesario, oportuno, conveniente, etc.
Además, tal vez es cuestión de tener paciencia, porque el otro tal vez precisa procesar la información, los cambios, etc.
Así pues, expresemos pero sin esperar nada a cambio.

Además, fortalezcamos la relación.
Las disputas corroen, hieren, laceran, cansan, desgastan.
Aunque seamos prudentes, cada golpe deja su marca.
Hagamos nuestro esfuerzo para traer belleza a la relación.
Que si preparas una rica comida, que si le das un obsequio, que si traes flores, que si le haces reír, que si invitas a la suegra a comer a casa, lo que sea bueno para la pareja, hazlo.
No pierde nadie, ganan todos.

Por supuesto, pedir perdón sinceramente y perdonar completamente.
Si sabes que no eres perfecto, admitirlo no te rebaja sino que te enaltece.
Ser responsable ante tus fallas no te desmerece, te hace mejor.
Ser comprensivo con las torpezas del otro, no es un acto de misericordia, sino de construcción de Shalom.
¿De qué te vale llevar una agenda con cuentas pendientes que al final serás tú el que pagará con dolor?

Como última idea que te dejo, aprovecha esas crisis para sacar algo positivo y mejorar no sólo la relación sino también a ti mismo.
Que sea de enseñanza, para no caer en idénticos errores mañana.
Que sirva para descubrir lo que está silenciado y no se ha comunicado.
Que se vuelva una herramienta de perfeccionamiento y no de destrucción.
Nada fácil, muy lindo decirlo y escucharlo, pero nada fácil.
Sin embargo, es posible, depende de que ambos estén de acuerdo en hacerlo.

Por tanto, no te guardes esta valiosa información para ti.
Compártela, estúdienla juntos, diseñen alguna estrategia para que vuestra futura discusión sea bajo los términos de la CA… ¿lo harás?

Ahora, cuéntame ¿cuáles te parece que son las causas más frecuentes que llevan a una pareja a discutir acaloradamente?
¿Qué excusas dan para seguir juntos?
¿Qué puedes compartir de lo tratado en este post?
Gracias.

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jorge50711

Una de las causas que yo he visto que han llevado a una discusión acalorada es querer ganar tener la razón o tener la ultima palabra, cada uno tiene su orgullo y piensan que con asumir un error se están rebajando a un nivel inferior. Muchas parejas siguen juntas porque en realidad sienten algo uno al otro pero no buscan una solución para mejorar la relación y esto causa que el amor se pierda poco a poco, otro tipo de parejas viven distanciadas y se quieren pero no pueden estar juntos sin que haya una discucion es el ego como… Read more »

jorge50711

Son positivos siempre y cuando las personas estén dispuestas a seguir un consejo, temas como este me han ayudado en mi relación y a la vez en mi forma de ser.

jorge50711

Temas como este son buenos me gustan bastante, también se podrían tratar temas como de autoestima o de como controlar tu caracter, de como lograr una mente positiva en todo momento. Estos temas me han ayudado bastante tanto en mi vida en pareja como en mi relación con los demás por ejemplo a veces sufría de estrés y causaba que tuviera un carácter de lo peor incluso me causaba estreñimiento y leyendo temas así ya no me estreso me siento mas tranquilo aun cuando quizás no este pasando el mejor momento porque he aprendido a pensar positivo.

jorge50711

Aquella enseñanza de que todo es para bien, aunque sea algo malo al final tiene algo positivo.

jorge50711

Esto fue lo primero que aprendí.

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