Parashat Vaishlaj 5768

Shabbat: Kislev 14, 5768; 24/11/07


Un comentario de la Parashá Vaishlaj (Bereshit 1:1 – 6:2)
*Dos caminos, uno de vida*

¡Bienvenido lector estimado!
Está escrito en la parashá:


«Aquel día regresó Esav [Esaú] por su camino a Seír.

Entonces Iaacov [Jacob] se dirigió a Sucot y edificó allí una casa para sí. Hizo también cabañas para su ganado, por eso llamó el nombre de aquel lugar Sucot.

Al volver de Padan-aram, Iaacov [Jacob] llegó SHALEM -en paz, íntegro- a la ciudad de Siquem, en la tierra de Canaán, y acampó frente a la ciudad.»
(Bereshit / Génesis 33:16-18)

Iaacov y su hermano Esav se encuentran, luego de décadas de distanciamiento, resquemor, resentimiento, temor.
Logran abrazarse y compartir un instante de paz.
Luego, se separan nuevamente.
Ahora en un tono más pacífico que antes del acercamiento.
Pero, no se han influenciado mutuamente. Su entrevista no provocó ninguna modificación sustancial en sus personalidades. No fue una de esas ocasiones en las cuales la reunión con otra persona genera o motiva algún cambio, para bien o para mal.
Por el contrario, Esav y Iaacov mantuvieron sus cualidades, para bien o para mal.

Esto queda perfectamente consignado en el párrafo que hemos citado.

Esav regresó «por su camino», es decir como estaba acostumbrado.
Volvió a lo que él conocía, a cómo vivía, a Seír.
«Seír» quiere decir peludo o macho cabrío.
Esav siguió siendo el brusco habitante de los campos salvajes, voraz, brutal, apegado a lo físico-material, irreverente.
Como lo fue desde su infancia: «era Esav [Esaú] hombre experto en caza, hombre de campo» (Bereshit / Génesis 25:27).

Esav construyó una casa, hizo su sucá, para él y su familia. También levantó establos para sus animales. Se asentó según su estilo: Shalem.
«Shalem» quiere decir con paz, completo, sin deber nada a nadie, habiendo saldado sus deudas, habiendo pedido y concedido perdón… en paz…
Como desde su infancia: «Iaacov [Jacob] era hombre íntegro que solía permanecer en las tiendas.» (Bereshit / Génesis 25:27).

Es sabido que el contacto con otras personas suele tener influencias, que por causa de las compañías uno puede ser afectado, para mejorar o empeorar; así como se influencia a los otros también.
Es por esto que el dicho famoso «Dime con quién andas y te diré quien eres», no es irreal.
Al respecto, el salmista inspirado elogió al que se aparta de las malas yuntas, pues los amigos perversos tienden a afectar la conducta y la actitud:

«Bienaventurado el hombre que no anda según el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los burladores.«
(Tehilim / Salmos 1:1)

Porque, el que se sienta con los burladores, termina burlando y siendo burlado.
Porque el que anda y se detiene con malvados, termina haciendo maldades y sufre malicia.
Entre los Sabios el consejo es:

«Aléjate de un mal vecino, no te juntes con el malvado y no desesperes de la retribución divina.«
(Pirkei Avot 1:7)

Así pues, Iaacov se abstuvo de permanecer con su hermano y protegió a sus hijos del contacto perverso. Tanto de la influencia de Labán, el abuelo de los hijos, como de Esav, el tío de ellos.

Éste es el modelo a seguir también por nosotros, ser precavidos con aquel que nos puede inducir al mal. Pero, al mismo tiempo intentar acercarlo al bien.
No es fácil, no es a prueba de errores, pero es provechoso.

Por otra parte, notemos algo más que se esconde en el pasaje que citamos más arriba.
En épocas del Templo, en Iom Kipur se hacúa un ritual que incluía dos machos cabríos. Uno de ellos era enviado a su muerte en el desierto. Era el chivo emisario, el chivo expiatorio, al cual simbólicamente se le adjudican los pecados de la comunidad.
Por supuesto que este ritual profundamente simbólico NO cancelaba las propias deudas para con el Eterno y para con el prójimo.
Aunque hay gente que puede confundirse y pensar que con un sacrificio es suficiente, que el enviar un animal a la muerte sirve como expiación.
Esta gente es la que sigue el camino de Esav, pues se quedan en el plano de lo animal, de lo emocional, de lo auténticamente terrenal sin más.
Cuando realmente, se debe avanzar hacia los planos manifiestamente humanos.
Hacia las «sucot», las cabañas, las realizaciones humanas, que nos distinguen de nuestro ser animal.
Tal como hizo nuestro patriarca, a diferencia de lo actuado por el basto Esav.
El modo de Iaacov es el de la construcción de la personalidad, de la búsqueda del shalom (paz) para estar shalem (íntegro, completo).
Los sacrificios no quitan el pecado.
La sangre no redime.
Tampoco los actos metafísicos, ni los rituales, ni la fe.
Lo que realmente quita la pesada mancha ocasionada por pecado y error es la construcción de «sucot», y morar en ellas.
Esto es, que cada individuo debía (y debe) hacer TESHUVÁ, arrepentimiento total y sincero, pues es la única manera de encontrar el camino para la paz interior y exterior.

La CabalaTerapia te brinda una mano para conseguir desarrollar tu personalidad, para hacer relucir nuevamente la Luz en tu vida.
Te espero.

¡Te deseo a ti y a los tuyos que pasen un Shabbat Shalom UMevoraj!
¡Qué sepamos construir shalom!

Moré Yehuda Ribco

Su apoyo constante nos permite seguir trabajando

Otros comentarios de la parashá, resumen del texto, juegos y más información haciendo clic aquí.

0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
1 Comment
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
orah

belitzimo! tus divrei tora son como perlas! tbn esto demuestra q’ si bien se puede influenciar al otro,no se lo puede cambiar…eso es un proceso largo si alguien espera cambio en el otro,tiene q’ ser paciente y muy sutil de esto se ve q’ si estas dating’,pero hay cosas q’ te molestan de esa persona,pero crees q’ con el tiempo lo vas a cambiar,olvidate!,aunq’ es posible el cambio,lo mas seguro es q’ la persona va a seguir siendo como es en cuanto a su personalidad,costumbres ,etc…eso lleva muchisimo tiempo de cambiar.. o sea no se casen esperando cambiar al otro,lo… Read more »

0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x