Resp. 6112 – ¿recibir estudios de la torá para conversión?

pedroj1980 nos consulta:

Shalom, muchas gracias por su pregunta.

La conversión al judaísmo no es un asunto para ser tomado a la ligera, pues requiere de un compromiso total con la nueva identidad que no está pretendiendo asumir.
Es un cambio que abarca todos los aspectos de la existencia y que precisa de absoluta determinación y voluntad.
No hay medias tintas en el asunto, o la persona acepta por completo el estilo de vida tradicional que corresponde a los judíos, o se mantiene en su identidad espiritual de nacimiento, es decir, como noájida. Que es una identidad tan perfecta y sagrada como la judía. Dios ama por igual a unos y otros, por lo cual nos ha dado a cada grupo los correspondientes preceptos y Torot para conocer, cuidar, cumplir y enseñar a nuestros descendientes.
Así pues, quien anhela una conversión al judaísmo no solamente se tiene que armar de mucha paciencia y humildad, sino también estudiar con dedicación, recibir las orientaciones correspondientes de parte de su maestro formal para la conversión, aplicar aquello que es posible. En un proceso que tarda un año o más y luego del cual, si se aprueba la prueba realizada ante el tribunal de conversión, se es judío para vivir de acuerdo a los parámetros del judaísmo y no de aquello que uno escoge y supone.
Es importante entender esto, porque mucha gente pretende ser judía -sin haber nacido tal-, o espera convertirse al judaísmo, siendo ignorantes de lo que es correcto y arman una identidad chapucera, que los deja en falso y perdidos.
Además si uno está casado, o es menor de edad, tiene que ver cómo se resuelve el asunto familiar. ¿Quién más se convertirá? ¿Cómo quedarán los vínculos familiares? ¿Qué sacrificios implica el adoptar lealemente la nueva identidad? Entre otras importantes y urgentes preguntas.

Así pues, la cosa no es solicitar estudios de Torá, sea lo que eso quiera decir, sino encontrar al maestro judío que conozca lo que corresponde a los noájidas y judíos y que puede conducir con seguridad y estabilidad por el camino del auto descubrimiento y del nacimiento como persona nueva bajo el ala del judaísmo.

Entonces, si no existe el maestro judío idóneo cerca de donde vive, es hora de hacer cambios.
O se muda hacia donde puedan incluirlo en un curso serio y legal de conversión; o aprender a disfrutar a pleno su verdadera identidad como noájida.
Porque, Dios no se equivoca y si le ha hecho nacer en una familia de gentiles, debe ser que ese es su lugar. Por tanto, conocer, respetar, cumplir, compartir con otros acerca de su identidad noájica debiera ser de satisfacción, admiración, bendición para todo gentil.

Sin embargo, si igualmente la persona considera intelectualmente que su camino es con el compromiso de convertirse al judaísmo, entonces tiene que hacer los sacrificios indispensables. No será fácil ni el camino hasta la conversión, ni el posterior como judío.

Esta época nos trajo impreisonantes avances para facilitarnos la comunicación y la información, sin embargo que eso no sea motivo para el error. Como por ejemplo caer bajo las garras de pastores disfrazados de rabinos, o de mercaderes de la fe, o todo el otro zoológico de malandrines que medra con la ingenuidad del prójimo. Porque, está repleta la Red de caraduras que se hacen pasar por lo que no son y venden muy caro lo que no tienen.
Así pues, cuidado, mucho cuidado, con conversiones fast y express, por fax como se hacía hace unos años, o por Skype o email actualmente.
Cuidado con los ex pastores que luego fueron rabinos mesiánicos y ahora se presentan como líderes «religiosos» judíos. Difícilmente tengan agua viva para satisfacer la sed de los necesitados del Señor.

En resumen, tiene miles de textos gratuitos acerca de judaísmo y noajismo aquí, en SERJUDIO.com y en FULVIDA.com. Hay otros sitios muy nutritivos también en la Red. Pero también existen miles de miles de pozos oscuros, llenos de veneno y cantos agradables que atrapan a los ingenuos y los llevan al dolor y perdición.

Busque donde pueda obtener la orientación que le dé plenitud, sea como noájida o sea como judío.
Aquello que le corresponde en verdad y justicia.

Quiera el Eterno que escoja siempre el camino del bien y la vida.
Shalom y bendición.