Bendición a todo nivel para ti

Seleccionamos de la parashá Nasó

1. Cada integrante del pueblo es valioso aunque existan diferentes roles dentro de él.

2. La confesión de los errores es un paso fundamental para el arrepentimiento sincero.

3. La armonía conyugal como base saludable para la sociedad.

4. Gozar de lo permitido es muy bueno en general.

5. Apartarse de lo prohibido y/o de lo que provoca el acto negativo.

6. Bendición sacerdotal.

7. Inauguración del santuario.

Dice Dios en la parashá que la bendición de los cohanim –sacerdotes- debe comenzar con la siguiente fórmula:

"Hashem te bendiga y te guarde"

(Bemidbar / Números 6:24)

Se podría pensar que cuando se indica que Hashem "bendiga", ya no haría falta agregar otra petición, pues, ¿no abarca la "bendición" una clave para el éxito en todos los planos?
Es una pregunta pertinente, puesto que el que es bendito, es bendito en todo.
Tal como aprendemos de nuestro patriarca Iaacov, cuando dijera a su hermano Esav:

"pues Elokim me ha favorecido, porque tengo todo."

(Bereshit / Génesis 33:11)

Entonces, es nuestra responsabilidad comprender el motivo por el cual se solicita del Eterno que no solamente “bendiga”, sino también que “proteja”.

Según explican nuestros sabios, la "bendición" aquí referida es la que atañe a los bienes materiales, en el nivel de lo palpable, tangible, concreto: salud, dinero, poder, objetos, etc.
Ocurre que muchos tienen un gran suceso en el plano material, pero a causa de esto fracasan estrepitosamente en otras áreas de la existencia, en lo emocional, social, intelectual y/o espiritual.
Por lo cual es imprescindible aprender a trasformar la bendición material en un utensilio para el crecimiento multidimensional, es decir, que a través de la riqueza, el poder, la potencia física, se crezca y se beneficie la persona de manera integral.

La “bendición” se convierte en “protección” cuando la persona toma conciencia de qué implica realmente ser bendita: es haber obtenido un favor inmenso de parte de Hashem y por tanto no se enorgullece tontamente, ni se encierra en su egotismo, ni se afana por adquirir más posesiones; sino que aprende a ser humilde, a actuar con altruismo, a estar satisfecho con lo que tiene y disfrutar sanamente de la vida.
Una cosa es ser bendito y otro ser consciente de la bendición y vivir de tal modo que ésta se establezca como base para un mundo de Shalom –paz y plenitud-.

Es muy poco frecuente que esta parashá se lea el sábado previo a Shavuot, por lo general se lee la parashá Bemidbar.
Sin embargo, hay una clara referencia al sentido espiritual de esta festividad en nuestra parashá.
Están aquellos que festejan Pesaj, con su mensaje de libertad física, con su quiebre de cadenas, con su salida de la prisión rumbo a una mejor existencia.
Es muy bueno tener presente Pesaj y celebrarlo, así como reconocer la centralidad del ser libre.
Pero, ¿de qué nos sirve Pesaj con su libertad si no se completa y complementa con Shavuot?
Shavuot es el tiempo en el cual Dios entregó la Torá al pueblo judío. Por tanto es ocasión de compromiso, responsabilidad, maduración, trascendencia, darse cuenta de que la libertad física sin un sentido para vivir, es seguir esclavo, quizás ya no más de cadenas y cárceles, pero sí de las celditas mentales/emocionales que no permiten a la persona alcanzar la plenitud de sus potencialidades y capacidades.
Cuando uno rompe los esquemas de vida estereotipados, cuando uno se atreve a despojarse de máscaras, es cuando se está en posesión de la libertad completa, en disfrute de la bendición integral.

Relato: La gran estafa

Una vez llegó al pueblo un distinguido señor acompañado por su mayordomo. Ambos se instalaron en la mejor habitación del único hotel. El hombre publicó un aviso en el periódico local: “Se pagará al contado $10 por cada mono que se traiga a la habitación…”.
La gente del lugar salió apresurada a cazar simios al bosque vecino.
Tal cual lo prometido, el noble caballero compró cientos de monos pagando $10 por cada uno.
Al poco tiempo la población de monos escaseó, por lo cual se hacía difícil cazarlos, visto lo cual el rico hombre ofreció $20 por cada pieza, lo que provocó una nueva cacería masiva en el bosque cercano.
Como realmente era difícil capturarlos y ya casi no se conseguían, el señor ofreció $25, a lo cual los pueblerinos dieron vuelta el bosque para atrapar algún monito suelto.
Ya casi no habían monos, por lo que la oferta subió a $50 por ejemplar.
Sin embargo, el buen hombre debía ausentarse pues asuntos de suma importancia lo reclamaban en la capital, su ayudante quedaría a cargo de la compra de monos.
El pícaro empleado les propuso un singular negocio a los campesinos: “Miren, en las jaulas hay miles de monos que ustedes vendieron hace días al patrón. Yo les venderé los monitos a $35 cada uno. Cuando vuelva mi jefe, ustedes se los vuelven a vender y recibirán $50 por cada uno. ¡Es un negocio redondo para ustedes!”.
Los ambiciosos pueblerinos se dieron cuenta de la tremenda ganancia que obtendrían de esta trampa: $15 por mono y había miles de monos, esto es igual a miles de pesos para ellos a cambio de engañar al ricachón coleccionista de monos. Juntaron su plata, pidieron prestado, sacaron todos sus ahorros y le dieron fajos gruesos de billetes al desleal empleado.
Éste les entregó las jaulas llenitas de monos y ellos muy contentos se las llevaron a sus casas a la espera de que volviera el ricachón a “regalarles” su dinero.
Al otro día, el empleado se había esfumado de la ciudad. Tampoco volvieron a saber nunca más de su patrón.

Preguntas para repasar y reflexionar

1. ¿Cómo se consigue disfrutar de la bendición completa?

2. ¿Es posible ser esclavo estando en libertad?

3. ¿Qué podrías hacer para que en tu entorno se viviera con mayor libertad, alegría y paz?

4. ¿Cómo se vincula el relato al contenido del comentario acerca de la parashá?

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