La misericordia en el castigo

Cuando una persona castiga, quizás lo hace:
para corregir una falta,
para advertir,
para hacer pagar,
para equilibrar,
para vengarse,
para manifestar su propia torpeza,
para someter a otro,
para demostrar su poder,
por malicia…

Cuando una persona castiga, no sabemos qué hay detrás…

Pero, cuando el Eterno retribuye por nuestras acciones, y esta retribución parece un castigo, invariablemente detrás siempre hay un factor positivo, de edificación, de amor infinito.
Quizás no podamos descubrir fácilmente la luz en la oscuridad de la amarga copa de retribución, pero allí está siempre esa luz amorosa. Siempre.

Te brindo un ejemplo de la Torá.
Presta atención:

«Y el Eterno Elokim dijo: -He aquí que el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros, conociendo el bien y el mal.
Ahora pues, que no extienda su mano, tome también del árbol de las vidas, y coma y viva para siempre.»
(Bereshit / Génesis 3:22)

Pareciera duplicar el castigo al prohibir que el humano coma del árbol de las vidas.
De hecho, es una manera de castigar por la acción nefasta cometida por la mujer y el hombre.
Pero, allí mismo está también la manifestación de la Misericordia del Eterno.

Imagínate que el humano hubiera comido del árbol de la vida perpetua, por tanto no hubiera conocido la muerte a Este Mundo…
¿Te parece realmente que la persona viva por siempre en Este Mundo es un castigo o es una bendición?

Pues, si la gente fuera perfecta, si se cumpliera cabalmente con los mandamientos, si todos fuéramos buenos y justos, entonces quizás estaríamos habitando un paraíso terrenal, el cual es agradable, apto para vivir por largos siglos.
Pero, dado que la gente peca, yerra, se equivoca, se extravía, es rebelde, se deja llevar por pasiones y locuras, dadas estas condiciones, Este Mundo no es precisamente una imagen paradisíaca, sino un lugar de conflictos y penurias.

Que tengamos la vida marcada con un final para Este Mundo nos da la esperanza, la confianza, la serenidad de que cualquier pesar, cualquier dolor, cualquier injusticia acaba, y se pasa a vivir en una realidad perfecta, en el Mundo Venidero.

Así pues, cuando el Eterno nos cerró el camino a comer del árbol de la vida perpetua en Este Mundo, nos abrió el camino para comer del árbol de la vida perpetua en el Mundo Venidero.

El árbol de vidas del Edén era un objeto material, con su fruto material, que daba inmortalidad terrenal.
El árbol de vidas a nuestro alcance es la Torá, con su fruto material-espiritual, que nos da la capacidad para una vida de construcción de Shalom en Este Mundo y una parcela de gozo en la Posteridad.

¿Guardaba el castigo un destello de Misericordia?

Ahora, en tu vida cuando te creas sometido a un castigo divino tienes tres cosas que pensar:
1- ¿Es realmente un castigo divino o es otro factor?
2- ¿Qué aspecto de tu conducta debes modificar?
3- ¿Cuál es la luz dentro de la oscuridad?

Espero tus comentarios.