Pureza e impureza en el plano espiritual

Hemos enseñado recién acerca del cuidado que debemos tener a la hora de evaluar nuestro conocimiento, especialmente en cuestiones espirituales, las que tristemente suelen estar cargadas de preconceptos, falsas creencias, opiniones poco afirmadas en fuentes valederas, etc..
Si te interesa el tema, te recomiendo que estudies el texto que se abre haciendo clic aquí.

Hay dos conceptos íntimamente relacionados que suelen ser comprendidos inexactamente: "Tahará" y "Tumá", que son traducidos habitualmente como “Pureza” e “Impureza”.

Y es a partir de esta traducción, que de por sí NO ES incorrecta, que pueden comenzar los problemas.
¿Cómo?
¿De una traducción básicamente correcta se puede derivar en algo negativo, tal como conceptos equivocados y que conllevan prácticas alejadas de la buena senda?
¿Cómo puede ser?

Quizás no tanto por la estricta definición que nos provee la Real Academia Española, sino más bien por los sinónimos (y especialmente, por la creencia popular).
Veamos:

Diccionario de sinónimos y antónimos © 2005 Espasa-Calpe:

impuro

  • mezclado, manchado, adulterado, corrompido, sucio, turbio, contaminado, viciado

puro

  • simple, sencillo, natural, limpio, purificado

Entonces, podría ocurrir que se tradujera (como en ocasiones se hizo en “biblias” cristianas"),o se pensara  que:

  • “tahor” (puro) = “limpio” y
  • “tamé” (impuro) = “inmundo”.

Pero, ¿es que “tamé” y “tahor” tienen que ver con aseo o mugre?
¿Es así como debemos entender pasajes como este: "cuando una mujer conciba y dé a luz a un hijo varón, será considerada impura durante siete días; será impura como es impura en los días de su menstruación." (Vaikrá / Levítico 12:2)?
¿La Torá implica que la mujer parturienta y la menstruante son “corruptas” o “contaminadas” de alguna forma?
¿Es eso lo que efectivamente nos expresa nuestra santa Torá?
Parece que cuando la “tumá” se vincula con asuntos sexuales y especialmente a situaciones femeninas (como el menstruar o haber dado a luz), la Torá sería un barbárico libro que discrimina a la mujer, rechaza la sexualidad, abusa del patriarcado, desconoce lo más básico de la fisiología femenina, etc..
¿Es así en realidad?

Sabemos que NO debemos recurrir a las “biblias” en su versión cristiana, por muchos y valiosos motivos fundamentados, pero en esta ocasión, y solamente como muestra de lo que expresamos, permíteme citarte lo que una de las más difundidas en español (Reina Valera 1960) “traduce” en este verso:
”La mujer cuando conciba y dé a luz varón, será inmunda siete días; conforme a los días de su menstruación será inmunda.“.
En inglés, la muy famosa King James, parece no estar muy lejos de la misma idea:
”If a woman have conceived seed, and born a man child: then she shall be unclean seven days; according to the days of the separation for her infirmity shall she be unclean. “.
Viendo esto, la duda se acrecienta aún más, puesto que infinidad de seres humanos han leído este texto, lo han compartido así, lo han difundido de esta manera, llenando al mundo con la idea de que en la Torá, en el seno del judaísmo, una mujer que pare y una que menstrua es una especie de “enferma espiritual”, una persona sucia, contaminada, inmunda.

De hecho, en muchas ocasiones me he encontrado personalmente (o por internet) con buena gente judía, e incluso miembros de la ortodoxia, que parecieran sostener ideas similares al respecto de lo que es la “tumá”.

Y es ésta una ocasión fundamental para aclarar las cosas, para que la gran mayoría que opina y difunde ideas ajenas y erróneas no siga “contaminando” nuestra tradición, nuestra “pureza” espiritual, nuestra cultura con falsas creencias y conceptos equivocados.

¿Qué debemos entender en realidad por "Tahará" (pureza) y qué "Tumá" (impureza)?

”Tahará” es nexo con Dios.
"Tumá"es ausencia de "Tahará".
En palabras del Rishón LeTzión, Rav Mordejai Eliahu, en la introducción a su obra “Caminos de Pureza”: “… la impureza espiritual corresponde únicamente allí en donde existe la posibilidad de santidad”.

Entonces, lo puro es lo que está vinculado con Dios, lo que manifiesta la Presencia de Dios, en tanto que lo impuro es cuando esa relación se corta, cuando esa Presencia abandona el recipiente que lo contenía.

De acuerdo a esto, y tal como decreta la Torá, el objeto más impuro es el cadáver de una persona, que mientras estaba con vida era portador de la llama divina, del alma que le confería vitalidad y del espíritu divino que lo habitaba.
Por esto, el contacto con un cadáver es la mayor fuente de impureza, pues era el emblema viviente de Dios y ahora tan sólo una imagen inanimada, una cáscara vacía e impotente.

El grado inferior siguiente es el de la mujer parturienta, puesto que en tanto estaba encinta contaba con un nexo doble con la vida: el propio y el de la criatura en su seno.
Cuando dio a luz, una parte de ella se vació de vida, descendió de pureza, dejó un espacio vacío al que hemos reconocido como “tumá”.

Más abajo está el grado de "tumá" que corresponde a la pérdida de " vida potencial".

Tanto el hombre luego de eyacular como la mujer que menstrúa están en estado de “tumá”, pues han ocasionado la pérdida de una vida potencial que germinaba en ellos.

Te remito a estos textos y publicados, para que sigas profundizando en la temática y luego lo compartas y difundas, para erradicar la contaminación de nuestra tradición y acrecentar la santidad en nuestras vidas personales y colectivas:

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fiel

¿Y COMER CERDO? Eso tambien es considerado una impureza en la Torah.
¿Por que comer cerdo (o reptiles) es una impureza pero comer otros «animales limpios» no lo es?

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