| Shevat 2, 5766 - 31/1/06 | |
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| El Diezmo0 para los noájidas A mis amigos y hermanos noájidas: ¡Shalom! 
	Todo lo que tenemos 
	pertenece en realidad al Eterno. 
 
	Les explico brevemente la 
	cita. 
	Como dijimos: Él nos da todo, 
	todo Le pertenece, pero nosotros debemos trabajar para gozarlo. 
 Sí, es cierto que tú has trabajado y te mereces tu salario y tu poder, pero recuerda que todo viene de Él... 
	Por ser nuestras pertenencias 
	del Padre, es a Él a quien debemos agradecer por el placer de obtenerlas y 
	de gozarlas. 
 
	Así pues, al comer (y al gozar 
	de cualquier producto) debemos agradecer a través de una bendición que sea 
	pertinente. 
	Pero, también el Padre ha 
	indicado otro modo de agradecerLe por todo lo que nos ha dado. 
 
	Con el diezmo estamos 
	cumpliendo con nuestra sagrada obligación hacia el Padre que nos provee con 
	todo. 
 
	Por tanto, debes saberlo, es 
	un mandato imperioso ofrecer tu diezmo para estas obras. Si le entregas tu diezmo a la institución de Torá y amor al prójimo, ciertamente que estás actuando de la manera que a Dios agrada, y que Él recompensa grandemente5. Ahora bien, el mandamiento del diezmo está dentro de los 613 preceptos que son para la nación judía, pero que no son de obligación en principio para los noájidas. 
	Sin embargo, como ya hemos 
	enseñado anteriormente, los noájidas pueden y debieran cumplir con 
	muchos de los mandamientos que están en la Torá, especialmente aquellos 
	mandamientos que son relativos al bienestar del prójimo (tal como lo es el
	diezmo). 
 
	Así pues, amigo noájida, ya lo 
	sabes: el diez por ciento de tus ingresos, se lo debes dar a quien 
	corresponda. Hazlo y estarás actuando como a Dios agrada. 
	Y para que compruebes que tú como noájida también tienes el derecho y la 
	obligación de ofrendar tu diezmo para las cosas del Eterno, te daré dos 
	citas "bíblicas" irrefutables. 
 
	En esta cita el primer 
	patriarca, Avraham que era noájida, ofrenda el diezmo de sus ingresos 
	al Eterno a través del sacerdote Shem hijo de Noaj, conocido como el rey de 
	Tzedek (posteriormente ciudad de Jerusalén). Le da el diezmo de todo porque 
	Shem predicaba la existencia y verdad del Altísimo (tal como denominaba al 
	Eterno). Y la segunda cita refiere al nieto de Avraham, quien promete lo siguiente: 
 
	Como podemos 
	corroborar, era un preciosa y arraigada regla el dar el diezmo en honor al 
	Eterno. Repasemos entonces: 
 
	Si te has dado cuenta que 
	estás en deuda con Él, ¿por qué no te pones al día? 
	Un gran abrazo a todos mis 
	hermanos, noájidas y judíos, que a pesar de las dificultades aman intensamente a Dios y 
	desean servirLo y por tanto aman a su prójimo y le ayudan. Shalom, cuídense y gocen de lo permitido 
	Moré Yehuda Ribco | |
| Notas: 
0- La palabra "diezmo" ha sido mancillada y 
maltratada durante siglos por inmorales que deseaban enriquecerse o propagar la 
idolatría con los dineros del Eterno. Aún en la actualidad estos perversos son 
numerosos y engañan vilmente a los ingenuos que confían en ellos. 1- Los Sabios determinan (a partir de Vaikrá / Levítico 27:31) que el diezmo puede alcanzar hasta el 20% de los ingresos, y debiera ser habitualmente de ese valor, pues cuanto más la persona destina de su dinero a obras de Bien, mayor es la bendición. Pero, no debe superarse el 20%, pues en ese caso se estaría incurriendo en error. "Una persona debería dar caridad de la siguiente manera: en el año en que arranca su negocio debería donar al menos el diez por ciento de su capital; luego, debería dar el diez por ciento de sus ganancias (del negocio y capital en cuestión) después de deducir sus gastos. Esta es la forma 'promedio' de dar caridad. Más notable aun es dar el veinte por ciento al inicio (del primer año) y, en los años sucesivos, el veinte por ciento de sus ganancias anuales. Aquel que no es su 'propio jefe' y que gana su dinero a través de un salario, debería dar entre el diez al veinte por ciento basado en su ingreso neto después de impuestos." (Extraído de "Camino del Gentil Justo", cap. 14, C. Clorfene y Y. Rogalsky, traducción de Juan Mayorga). 2- Presten atención a las palabras del profeta: 
"¿Robará el hombre a Elokim? ¡Pues vosotros Me habéis 
robado! Pero decís: '¿En qué Te hemos robado?' ¡En los diezmos y en las 
ofrendas!" (Malaji / Malaquías 3:8). Entendamos otra cosa, para no confundirnos. El mandamiento mientras no hay Templo de Jerusalén en funcionamiento, se mantiene por dos motivos principales: el primero, para que la persona actúe generosamente con su prójimo y de manera agradecida con el Eterno; la segunda, para que no se pierda la hermosa práctica de reconocer que ese diezmo es del Eterno y no nuestro. 3- En los hechos, el levita es el descendiente 
de la tribu de Leví. Pero este diezmo sólo puede ser dado en épocas en que el 
Templo de Jerusalén está en funcionamiento. Por tanto, ¿a quién dar el dinero en 
la actualidad? Pues, a quien ejerce alguna de las funciones del levita de 
antaño: a los que enseñan verdadera Torá de Vida, y a aquellos que dedican si 
vida a estudiarla. 4- La gran mayoría de los cristianos, sea los 
honestos así como los que son falsos judíos mesiánicos, no saben que están 
rebelándose en contra del Padre, no saben que su fe es una terrible afrenta en 
contra del Padre. Por eso debemos ser pacientes y comprensivos con la gran 
mayoría de estas personas confundidas y descarriadas, para atraerlos hacia el 
lado de la Luz con amor y compasión. ¿Tú no te das cuenta si tu guía espiritual es 
fiel al Eterno? 5- Recuerda que no debemos servir al Padre por 
recompensas, sino que Lo debemos servir porque eso es lo que nos corresponde 
hacer. 6- He aquí algunas pautas para los líderes de instituciones noájidas para el manejo de los fondos recaudados a través del diezmo: 
 7- Si tristemente tu dinero ya ha ido a parar a manos de iglesias, pastores, "mesiánicos" y otros clérigos que no son del Eterno; es hora que si puedes reclames que te reintegren tu dinero. Y es hora que dupliques tu esfuerzo por honrar al Eterno y ayudar al prójimo debidamente. 
Hemos sido muy resueltos en mencionar que está 
prohibido dar dinero, diezmo o como le quieran llamar, a adoradores de falsos 
dioses, especialmente a los que son misioneros de Jesús. 
Ha sido excelente si antaño te abstuviste de dar 
tu diezmo al "pastor", siguiendo mi consejo | |
| ©2006
    Yehuda Ribco, 
    Montevideo, Uruguay. ___Queda 
    terminantemente prohibido el uso de estos textos para fines de idolatría: |