Judaismo conversion Israel Mashiaj Tora Dios amor paz

Busca:   

 Lic. Prof. Yehuda Ribco (Tishrei 20, 5763 - 26/9/02)

Inicio (Judaismo conversion Israel Mashiaj Tora Dios amor paz kosher kasher)Contacto (Judaismo conversion Israel Mashiaj Tora Dios amor paz kosher kasher)Apoyo (Judaismo conversion Israel Mashiaj Tora Dios amor paz kosher kasher)

BeShem H' El Olam


 Respuestas a Preguntas
// Torá // Profetas       

   Sin profecía... por ahora

Claves: Tanaj, Biblia, Torá, profecía, profeta, Nabí, Israel, judío, hebreo, Israel, Dios, patria, Hashem, idolatría, amor, desarrollo, crecer

judíos preguntas respuestas mashiaj hamashiaj fiestas jaguim shabat shabbat rezos plegaria Dios Pregunta: Siendo que fue tan importante la profecía en Israel, y que el único canal era éste para la profecía, ya que los gentiles no tuvieron profetas desde la entrega de la Torá en adelante, ¿por qué es que se interrumpió y ya no hay más profecía en el mundo?
Gracias

Benjamín E.
Venezuela

(Deben incluir en todos sus mensajes para nosotros su nombre completo, el nombre de la ciudad y país donde vive)

Shalom.
Gracias por participar.

Sobre este tema ya hemos respondido en algunas ocasiones, así que ruego que lean lo que hemos publicado al respecto, en las secciones de "Torá", y de "Roles".
Es bueno que tenga presente esos textos pues le explican un poco el mecanismo de la profecía, y los grados de la misma.
Le quiero recordar algo que ya enseñamos.
La profecía consiste en dos partes:

  • la conexión a la fuente de Sabiduría perfecta; y

  • decodificar correctamente el mensaje percibido.

Cuando decimos que la profecía ha cesado, estamos diciendo que la mayoría estamos incapacitados para conectarnos directamente a la fuente de Sabiduría, a lo sumo podemos acariciarla, como algo ajeno y lejano.
Y, absolutamente estamos carentes de las herramientas espirituales/conceptuales para decodificar lo que pudiéramos acariciar de la Sabiduría, por lo cual si percibiéramos algo, serían símbolos confusos, incomprensibles, erráticos. (Mucho peor es para los idólatras, que nunca pudieron establecer un vínculo saludable con Dios, ni con su propia esencia íntima).
En definitiva, nadie puede considerarse profeta en estas épocas, como nadie lo fue desde hace 2500 años atrás.

Como usted excelentemente enuncia, entre los gentiles la (poco frecuente) profecía cesó por completo desde la Revelación de Sinai, en el año 1313 AEC. Pues, a partir de aquel momento trascendental en la historia humana, el Eterno escogió un canal preferente para revelar Sus intenciones, y este canal son los numerosos profetas del pueblo de Israel. A través de Israel (de los judíos fieles a la Torá y los preceptos) la Palabra de Dios se dio, y da, a conocer al mundo, tanto para judíos como para gentiles.
Sin embargo, es un hecho de que la profecía también comenzó a decrecer para Israel (y por lo tanto para el mundo) en el tiempo posterior a la destrucción del primer Templo de Ierushalaim/Jerusalén, y culminó en épocas que se produjo el retorno a Tzión de los exilados en Babilonia.
Los últimos profetas fueron aquellos que vivieron tras el retorno y la edificación del segundo Bet HaMikdash (Templo). El último de los cuales, fue Malají / Malaquías.
Ahora daremos alguno de los motivos (probables) para este corte de la corriente profética.

  1. A partir de la entrada de los hebreos a Israel, la profecía se conecta con el asentamiento de los judíos en nuestra tierra (relea Devarim / Deuteronomio 18:15). Es una condición indispensable que la mayoría de los judíos vivan en la Tierra Prometida, pues es lo que genera la masa crítica (santidad) necesaria para alcanzar el grado de profecía.
    ¿Por qué es así?
    No tengo idea, como no tengo idea porqué el agua recién a los 100º Celsius hierve y no antes, pero es así como funcionan ambas cosas.
    ¿Cómo explicar entonces al profeta Iejezkel/Ezequiel residente en Babilonia?
    Ya el Talmud (Moed Katán 25a) se encarga de explicárnoslo: comenzó a profetizar estando en Israel, quedando por lo tanto capacitado para continuar profetizando incluso fuera de la tierra de Israel.
    Cuando en épocas de Ezra/Esdrás la mayoría judía prefirió el exilio en lugar de la patria, la masa crítica de la profecía no fue alcanzada. Cesando desde entonces (y hasta la Era Mesiánica con el retorno total de los judíos a Israel) la profecía sobre la tierra.
     

  2. Con la explicación anterior ya es suficiente, pero demos otra más.
    El hecho de que no haya profecía actualmente, es a causa de la bondad del Eterno.
    Vemos en el Tanaj como los profetas vienen y regresan exhortando a la teshuvá, al arrepentimiento total y sincero, y advierten que el mal camino por el que andan los pecadores los llevará a fatales resultados (en tanto que el compromiso fidedigno con Dios provee de exaltación).
    ¿No permitieron los pecados y errores de nuestros antepasados que nuestros enemigos nos vencieran y expulsaran llevándonos al exilio?
    Entonces, si incluso en el exilio hubiera profetas indicando los pecados y errores de los extraviados, ¿cuál sería el resultado? Si ya estamos en el exilio, lejos de nuestra patria, lejos de vivir en paz, carentes de Templo, ¿qué cosa peor nos puede acontecer? Mejor... ni pensarlo.
    Precisamente por esto, los profetas ya no hablan, porque el Dios misericordioso nos tiene paciencia, y no quiere recargar el trago amargo actual con uno peor (relea a la luz de esto que le enseño Devarim / Deuteronomio 18:18,19).
    Los pecadores tienen la excusa que como no presencian personalmente las acusaciones del profeta en nombre de Dios, entonces no tienen noción de la gravedad del error en que están.
    Claro, es una excusa muy, muy débil; pero el Dios misericordioso la acepta, pues espera el retorno del extraviado y no su destrucción. Tal como está dicho: "Desgarrad vuestro corazón y no vuestros vestidos. Volved al Eterno, vuestro Elokim, porque Él es clemente y compasivo, lento para la ira, grande en misericordia, y desiste del castigo." (Ioel / Joel 2:13).
    Como los profetas ya están en silencio, habla con poderosa estridencia la Voz de la Torá, del Tanaj, del Talmud, de los maestros y sabios (fieles) de nuestro pueblo que educan, enseñan, guían, ejemplifican, señalan, acusan y laboran denodadamente. Por lo cual, el pecador tiene una aparente excusa, pero no tiene modo de decir que no sabía qué es lo que el Eterno espera de él, como corroboramos: "Diles: ¡Vivo Yo, que no quiero la muerte del impío, sino que el impío se aparte de su camino y viva!, dice el Señor Elokim. ¡Apartaos, apartaos de vuestros malos caminos! ¿Por qué moriréis, oh casa de Israel?" (Iejezkel / Ezequiel 33:11).
     

  3. Fue el credo de los paganos que cundía entre los israelitas el gran factor que desencadenó el exilio babilónico, la pérdida del primer Templo; y muchos años antes la desaparición de las 10 tribus del norte.
    Por lo cual, luego de la destrucción del primer Templo, nuestros sabios rogaron al Eterno para que la llama de la idolatría se apagara en los corazones hebreos.
    Ya que nuestros esfuerzos no eran suficientes, ni los mensajes de los profetas, ni siquiera los milagros narrados en el Tanaj, era evidente que precisábamos de la particular ayuda de Alguien poderoso, que en esa coyuntura oyó el pedido de los sabios.
    De modo tal que la idolatría perdió la preponderancia que tenía entre el resto de los pecados cometidos entre los hijos de Israel.
    Si advertimos con cuidado, desde el destierro en Babilonia hasta el día de hoy (2600 años más tarde) apenas si hubo focos de infección idolátrica en Israel (Ieshu/Jesús fue uno, Shabetai Tzvi otro, y pocos más). Nuestros pecados son otros (desgraciadamente, seguimos pecando), especialmente en no amarnos lo suficiente entre nosotros.
    Volviendo al tema; como sabemos, el Eterno creó el mundo para que se mantuviera en equilibrio, por lo cual se debió compensar este favor de apaciguar el deseo por la idolatría. ¿Cómo se restableció el equilibrio? Pues, amenguando lo que se oponía con similar fuerza a la idolatría, es decir, la profecía.
     

  4. Otra explicación es la que nos sugiere que Israel (y la humanidad) tuvo un desarrollo social paulatino.
    Tal como un ser humano va madurando, así también las sociedad.
    Cuando las sociedades eran toscas y primitivas, apenas si Dios se revelaba.
    Cuando crecieron un poco, Dios reveló Su Torá perfecta; tal como un padre instruye en los aspectos fundamentales a sus críos pequeños.
    Cuando Israel fue adolescente, precisaba de la advertencia y guía paterna, en persona de los profetas; tal como un padre consciente hace con su hijo.
    Cuando Israel maduró, tras el primer destierro, las enseñanzas que debían ser dadas, ya habían sido dadas; tal como los padres deben dejar que sus hijos maduros vivan con relativa independencia y autonomía, de modo tal de no coartarles su libertad y sus posibilidades de crecer. La Torá estaba entre nosotros, las profecías también. Lo único que quedaba por delante era vivir de acuerdo al mensaje recibido. Estudiarlo, comprenderlo, hacerlo parte de la vida cotidiana.
    Claro, como padres e hijos maduros siguen en contacto, y se sigue el vínculo afectivo y de enseñanza, Dios nos entrega en cada generación líderes y rabinos que nos enseñan las caras de la Torá, que nos explican con nuestras palabras lo que es el modo de vida que hace elevarse a la persona, a la sociedad, al cosmos.
    Tal como un padre hace con su hijo.
    Por lo cual, la profecía era necesaria en cierto estadio del desarrollo de la humanidad; pero luego, ya sólo importaba mantener vivo el mensaje, y manifestarlo en la conducta personal y colectiva.
    Por Su amor hacia nosotros, Dios acalló Sus palabras directas, y ahora se manifiesta en el misterio, y en las enseñanzas de nuestros Sabios.
     

  5. Otra explicación está en el concepto de Galut (destierro).
    Nos enseñan nuestros Sabios que con el galut de Israel, también la Providencia divina está en el destierro.
    Esto significa que mantenemos nuestro lazo profundo con Dios, pues es inquebrantable, pero, no lo sentimos a plenitud. El galut es como una pantalla que nos impide sentir visceralmente y sin dudas la Presencia de Dios.
    Es decir, en tanto estemos en el destierro nos falta la experiencia de ese nexo especial y único que nos permite sentirnos en casa (tanto la física que es la tierra de Israel, como la interior, que es el espíritu profético).
    Por lo cual, este displacer de sentirnos lejos nos tiene que servir para movilizarnos a alcanzar nuevamente la integridad y el gozo cierto.
    El galut nos abre el apetito de crecer como corresponde.
    Tal como leemos: "¿A dónde se ha ido tu amado, oh la más hermosa de todas las mujeres? Dinos en qué dirección se fue, y lo buscaremos contigo." (Shir HaSHirim / Cantar de los Cantares 6:1).
    Pero, ¿cómo se hace para crecer correctamente?
    La respuesta es: volviendo.
    Volviendo a nuestra tierra, y edificando allí un hogar digno tras los pasos de la Torá.
    Volviendo a Dios, y edificando en nuestras vidas una persona digna tras los pasos de la Torá.
    Pero, si hubiera profecía en el galut, ¿sentiríamos el hambre de volver?
    Pues no, ya que tendríamos profunda experiencia de Dios, y mantendríamos el estado de galut.

En definitiva, hay un concepto que resume el cese de profecía en Israel: el amor de Dios por su pueblo, y Sus ansías de que finalmente nos reencontremos con Él en Su ciudad santa, en Ierushalaim reconstruida. Tal como leemos: "¡Yo soy de mi amado, y él me desea con ardor" (Shir HaSHirim / Cantar de los Cantares 7:10).

Cuando el reencuentro ocurra, y los judíos estemos en Israel, y el estudio de Torá y el cumplimiento de los preceptos sea lo corriente, entonces ocurrirá lo que fuera profetizado: "Sucederá después de esto que derramaré Mi espíritu sobre todo mortal. Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán. Vuestros ancianos tendrán sueños; y vuestros jóvenes, visiones... Y sucederá que cualquiera que invoque el nombre del Eterno será salvo, porque en el monte Tzión [Sion] y en Ierushalaim [Jerusalén] estarán los libertados, como ha dicho el Eterno; y entre los sobrevivientes estarán aquellos que el Eterno ha llamado." (Ioel / Joel 3:1-5).
 

Si este texto le ha sido de provecho, no olvide que este sitio se mantiene gracias a SU colaboración económica. No cierre su mano, y abra su corazón bondadoso.

Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom

 Yehuda Ribco

email: comentario@serjudio.com?subject=Rap1496


Inicio | Arriba | Más Respuestas