Claves: Gentil, justo,
noájida, mandamiento, precepto, Torá, conversión, Dios, judío, judaísmo,
Israel, hebreo, identidad, guiur, tribunal, din, rabino, estudio
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Pregunta: Shalom!
Leyendo una de las cientos de preguntas y respuestas, he topado con una que
habla del gentíl.
Es cierto que el Shabat solo deven de realizarlo los hijos de Israel, pues
fue pacto hecho por D"S.
Osea, que un gentil justo, será mejor que no celebre el Shabat (según he
leido en su respuesta).
En el caso de que un gentil (mi caso), esté estudiando mediante libros
(Shuljan Aruj), que son para una futura conversión, que habla de las leyes
Judías y en ellas, la forma correcta de reacizar distintas celebraciones
(Shabat, Yom Kipur, Pesaj...) entonces...
¿Podría un Gentil realiar la celebración o parte?
En mi opinión, creo que deveria de familiarizarse con estas fiestas(para
ello celebrarlas), para que el Tribunal Rabínico que es el que tome la
decisión sobre la conversión, esté seguro de si hacerla o no.
Perdón si no me he explicado correctamente.
Gracias
David D.
País: España
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gracias.)
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Shalom.
Gracias por participar.
Evidentemente que las mitzvot
-preceptos- calificadas como éticas (y que no están incluidos
en los preceptos universales y sus derivados) pueden y debieran ser
cumplidas también por los gentiles que desean estar apegados al Eterno. Por
ejemplo: tzedaká, amor al prójimo, respeto a los padres, honestidad
comercial, no mentir, etc.
Sin embargo, no puede creer que está dando cumplimiento a un precepto, pues
no lo está haciendo; sino que está emulando, por propia
voluntad y deseo de superación, el modo de vida que Dios ha destinado para
la nación judía.
Por tanto, como NO cumple un precepto, no obtiene la elevación espiritual
correspondiente; aunque SÍ está actuando con nobleza, y consecuentemente
obteniendo el perfeccionamiento personal que le posibilita alcanzar un mayor
nivel espiritual.
Ahora, en lo que respecta a los preceptos que
son calificados popularmente como rituales o de identidad judía, y
que son exclusivos para los judíos, debemos ser muy cuidadosos.
La Torá identifica a los preceptos dados a Israel como exclusivos y
excluyentes para los miembros de Israel, especialmente:
-
Circuncisión (la ritual,
no la que se hace por motivos de higiene o salud);
-
Uso de tzitzit (Talit);
-
Uso de Tefilín;
-
Colocación de mezuzá;
-
Consagración de Shabbat y festividades judías;
-
Ofrendar ciertos korbanot, cuando el
Templo estaba en pie y funcionando;
-
Estudiar Torá sin la instrucción personalizada
de un maestro idóneo de Torá; entre otros mandamientos.
El gentil que, movido por su genuino amor al
Eterno y por su falta de conocimiento de los límites establecidos, hiciera
alguno de estos mandamientos (que son heredad de la nación
judía, y no de patrimonio general), en lugar de estar fortaleciendo
un lazo positivo con el Eterno, está viciando su relación con Él; ya que
está usurpando aquello que el Todopoderoso ha entregado a otro
como heredad.
En consecuencia, no sólo NO obtiene beneficio material o espiritual con
estas acciones, sino que está debilitando su integridad espiritual.
(Tome el ejemplo de los primeros cristianos que siendo
gentiles se apropiaron indebidamente de algunos preceptos judíos, ¿en qué
terrible lejanía del Camino ha derivado esta adjudicación que tuvo un inicio
con tan piadosa intención?).
Ahora bien, aquella persona gentil que está
embarcada en un proceso formal de conversión, y por tanto en
relación didáctica con algún rabino/maestro adecuado, es orientado
personalmente en aquellos aspectos de los preceptos que puede degustar,
y cuales le son vedados hasta el momento de cristalizar su conversión.
El tutor/instructor le delimita con precisión hasta dónde le está permitido
actuar las mitzvot, y cuándo patentizar claramente su condición de
gentil.
Por ejemplo, si le invitan a una cena sabática, sabe qué no debe hacer y qué
sí puede hacer en el hogar judío observante de los preceptos, y de ese modo
experimenta por un momento el regocijo del Shabbat. Luego, en su vida
personal, retoma la vida de gentil piadoso; es más, adrede debe profanar
el Shabbat (sin que su conducta sea una ofensa para nadie),
pues así queda claro para usted, como para el que le viera, que usted aún no
se ha convertido y que SU tarea es cumplir los preceptos para las naciones y
NO los preceptos para los judíos.
(El único paralelismo que se me ocurre de la vida civil
es el del que está aprendiendo a conducir en una academia y que aún no tiene
el permiso para hacerlo expedido por la autoridad correspondiente. Mientras
está con el instructor y en el carro identificado como "escuela", tiene
permitido conducir, pero luego, en su vida cotidiana la ley no se lo
autoriza).
Así pues, joven David, ya sabe.
No deje que su amor por crecer lo lleve a tropezarse en el apresuramiento.
Vaya lento, con pausa y firmeza, y si Dios quiere encontrará la senda a su
elevación.
Si mi modesto trabajo aquí presentado le ha
sido de bendición, no olvide que este sitio y su autor se mantienen gracias
a Dios, que en parte canaliza Su bondad a través
de la colaboración económica de
los lectores.
No cierre su mano, y abra
su corazón bondadoso para ser parte de la Obra del Eterno.
Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le
son fieles servidores,
y que
sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'.
Yehuda Ribco
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