| Claves: Amor, prójimo, pueblo, nación, judaísmo, 
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    palabra, Dios, halajá, judaísmo, Israel,  Torá, 
    Talmud, mesit | 
  
    |  Pregunta:  Hay tres mandamientos 
    contradictorios. Amar a tu projimo, Amar al proselito y odiar a quien me lleva con engaños, a
 la idolatria.
 Que es un projimo?, como puedo amarle y odiarle al mismo tiempo, si todo ser
 humano es mi projimo, no es mejor evitar el odio ?
 
 Shalom
 DesconocidoPaís: Desconocido
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    | Shalom.Gracias por escribirme.
 ¿Contradicciones en la Torá?¡Yo no las encuentro! Tal como no lo hace ninguna persona que sea devoto 
    servidor del Eterno.
 Entonces, me pregunto si no serán sus propias confusiones lo que usted 
    achaca al divino texto de Dios.
 Veamos como no hay contradicciones: 1- Dios ha ordenado para los judíos: 
    "No te vengarás ni guardarás rencor a 
    los hijos de tu pueblo. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el 
    Eterno."(Vaikrá / Levítico 19:18)
 Prójimo es aquel que está cercano a mí, uno 
    que es de mi pueblo.¿O no es eso acaso lo que está explícitamente indicado en la Torá?
 Así que, la estricta obligación del judío es amar a otro judío.
 Nuestros Sabios, en un ánimo universalista y teniendo como objetivo el 
    imperio de la paz, han incluido dentro de este precepto el amar a todas las 
    criaturas humanas.
 2-  Además, Dios ha ordenado para los judíos: 
    "Como a un natural de vosotros 
    consideraréis al prosélito que resida entre vosotros. Lo amarás como a ti 
    mismo, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. Yo soy 
    el Eterno, vuestro Elokim."(Vaikrá / Levítico 19:34)
 Un prosélito, es decir, uno que era gentil y 
    ahora es judío, debe ser amado tal como si de nacimiento fuera judío.Esto se materializa de la siguiente manera: ninguno de la Casa de Israel tiene derecho o autoridad para recordarle sus 
    días pasados como idólatra, o las perversiones en las que probablemente 
    prosiguen sus familiares.
 Así pues, el converso ha de recibir un amor doble:
 
      
    el que le corresponde como judío,
    el que le resguarda de que sea estigmatizado o 
    molestado por su origen o familia. 3- Pero, además Dios ha ordenado NO amar a 
    cierta categoría de persona, a partir de la conducta que ésta manifiesta 
    explícita y abiertamente: 
    "Si te incita tu hermano, hijo de tu madre, 
    o tu hijo, o tu hija, o tu amada mujer, o tu íntimo amigo, diciendo en 
    secreto: 'Vayamos y sirvamos a dioses ajenos'
 -que tú no conociste, ni tus padres, dioses de los pueblos que están en 
    vuestros alrededores, cerca de ti o lejos de ti, como está un extremo de la 
    tierra del otro extremo de la tierra-,
 no le consientas ni le escuches. Tu ojo no le tendrá lástima, ni tendrás 
    compasión de él, ni lo encubrirás.
 Más bien, lo matarás irremisiblemente; tu mano será la primera sobre él para 
    matarle, y después la mano de todo el pueblo.
 Lo apedrearás, y morirá, por cuanto procuró apartarte del Eterno tu Elokim 
    que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud.
 Y todo Israel lo oirá y temerá, y no volverá a hacer semejante maldad en 
    medio de ti."
 (Devarim / Deuteronomio 13:7-12)
 El que con seducción, engaños o artimañas 
    trata de apartar al judío de su relación pura con el Eterno, y lo quiere 
    llevar a la podredumbre de la idolatría e inmoralidad, NO es un prójimo.Por más que sea pariente, amigo, íntimo, realmente a todos los efectos NO es un prójimo, ya que se ha 
    puesto por fuera del judaísmo, y en contra de los mejores valores de la 
    humanidad, porque  actúa con rebelión, maldad y ánimo dañador.
 Por sus propias acciones e ideología se ha transformado en un extraño, y para peor: ¡en uno que odia a los 
    judíos!
 Al no entrar dentro de la categoría de prójimo, no hay obligación de amarlo.
 Al ubicarse dentro de la categoría de enemigo de la humanidad, es justo 
    ejecutar con él lo que la Ley suprema establece al respecto.
 4- Por otra parte, un razonamiento tan 
    infantil como el que usted plantea en su misiva, bien puede llevar al 
    absurdo de proponer:  
      
    la Torá ordena que el tribunal debe 
    castigar justicieramente ciertos crímenes,
    pero la Torá dice que hay que amar al 
    prójimo,
    por lo tanto, no ha de castigarse a ningún 
    criminal ni delincuente, pues no se lo estaría amando.  La regla es simple, todos los mandamientos han 
    de aplicarse, como y cuando corresponde de acuerdo a las circunstancias 
    previstas por la halajá -normativa-.Por otra arte, la regla general es: el cumplimiento de un precepto para 
    abstenerse (mitzvá lo taasé) precede a uno de 
    hacerse (mitzvá lo asé).
 5- Bien, espero que la próxima oportunidad que 
    ponga frente a usted la perfecta Palabra del Eterno, tenga menos orgullo en 
    su corazón, y más humildad, pues es la única manera de aprender algo.Y entonces, en lugar de encontrar errores en la obra del Eterno, podrá 
    alumbrar aquellas debilidades que lo corroen a usted desde su interior.
 Le deseo lo mejor, y le 
    recuerdo que nuestro sitio se mantiene gracias a la colaboración de los 
    generosos visitantes. Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le 
    son fieles servidores,
    y que 
    sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'.  Yehuda Ribco 
 
       
       E-mail: comentario@serjudio.com?subject=Rap2473 |