Shalom,
gracias por escribirme.
Ante todo, recuerdo a los lectores que no soy rabino, ni está en mis planes
serlo.
Ahora, respuestas.
Primero.
Es lo más prudente que que su amiga gentil deje de actuar como si fuera
judía, pues no es saludable para su espíritu, ni le corresponde hacerlo.
Lo más importante para un gentil,
NO ES actuar al modo judío,
es decir,
cumpliendo con los 613 mandamientos,
SINO actuar al modo que Dios exige del gentil,
es decir,
cumpliendo con los 7 mandamientos para las naciones.
El verdadero alimento para su espíritu gentil está en cumplir con los
mandamientos que le corresponden, y NO en vivir una identidad que le es
ajena.
Hágale entender esto a su amiga,
pues le estará haciendo un enorme favor.
Segundo.
Si realmente está la señora interesada en formar parte de la Familia judía,
el camino indicado es el de la conversión formal al judaísmo,
de acuerdo a la halajá -normativa judía-.
Para hacer las cosas como corresponde,
para transitar el proceso de conversión de la manera adecuada,
es imprescindible que desde el mismo inicio esté en contacto personal
con un rabino ortodoxo para que la asesore, oriente y eduque.
El rabino le podrá ayudar, por ejemplo en la duda que a usted corroe en este
momento.
Una observación.
NO es un derecho del gentil (como usted pone en su
email) el convertirse al judaísmo,
sino una concesión de parte del judaísmo hacia el gentil idóneo.
Tercero.
La circuncisión como práctica ritual está reservada exclusivamente a varones
hebreos, sea nacidos judíos o los que están ingresando a la Familia judía
mediante la conversión formal.
Es una mera operación quirúrgica (sin ningún valor
espiritual) la circuncisión efectuada sobre el miembro viril de un
gentil, que permanece siendo gentil (aunque su pene esté
falto del prepucio).
Los motivos que pueden llevar a que un gentil esté circuncidado son
variados, tales como la higiene, prevención de cierto tipo de cáncer, o vaya
uno a saber el motivo. Pero, de NINGÚN modo el gentil circuncidado puede ser
considerado como judío por el simple hecho de carecer de prepucio.
Cuarto.
El profesional que circuncidó al hijo de su amiga (el
mohel) estuvo totalmente correcto al no pronunciar ninguna
bendición, pues, como dijimos recién, la circuncisión sobre un gentil es una
operación quirúrgica y NO es una operación espiritual (en
cumplimiento de un precepto para los judíos).
Quinto.
Hasta donde yo conozco JAMÁS se da un certificado al efectuarse una
circuncisión.
El certificado de circuncisión es el mismo miembro masculino refinado tras
la circuncisión.
Sexto.
Un gentil que está circuncidado, por la causa que sea que lo esté,
no tiene obstaculizado por eso de ninguna manera su posibilidad para
iniciar un proceso de conversión formal al judaísmo.
Llegado el momento, cuando el tribunal rabínico encargado de la conversión
lo considere adecuado, se le exigirá una especie de micro-circuncisión, que
no le quitará nada a su pene, sino que hará manar unas gotitas de sangre de
ese lugar.
Así pues, no le ha quitado ninguna posibilidad
de conversión el mohel al hijo de su amiga.
Séptimo.
Acompañe a su amiga en su deseo de conversión,
y ayúdela a que sea una persona justa desde el lugar en el que el Eterno la
ha puesto,
en este caso, de gentil que desea crecer espiritualmente.
E ínstela a hacer lo correcto,
especialmente para educar en el buen camino a su preciado hijo.
Quedo a sus órdenes.
Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le
son fieles servidores,
y que
sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'.
Yehuda Ribco
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