Para mi projimo

 

Por Luis D. Perez Ch.[1]

Creo que son pocas (o ninguna) las sociedades latinoamericanas que se han salvado de la virulenta “nueva” religión del mesianismo.

Sus ideas se propagan como por si fuese por el aire, ofreciendo a las gentes la misma religión, pero con una identidad distinta; identidad de lo que se supone es la judía.

Yo no sé si el marketing que utilizan sus líderes en el país del lector es el mismo que el usado en mi país, pero al menos acá hacen una sopa de «tribus perdidas» y «expulsiones medievales españolas» con historia patria.

Dicha sopa se ramifica y complejiza, y empiezan a dar sentidos a una judeidad escondida en apellidos, nombres de lugares, comidas, facciones físicas, entre otras; todo conectado con tanta incoherencia que sorprendería hasta al mismo Dr. Sigmund Freud.

A pesar de que, en mi país al menos, cometen sendos errores históricos a la hora de sostener la identidad judía de mis paisanos[2], son muchos sus seguidores y creyentes en los supuestos fundamentos de su fe.

Si los argumentos históricos que usan estos sectarios están basados en equivocaciones, o se encuentran forzados para que calcen en su ideología, ¿Por qué tantas personas insisten en tener  una identidad que nunca han poseído?

He notado que la tendencia social moderna es hacia cosificarnos para confundirnos en masas; diluir nuestra individualidad en el conjunto. De esa forma las necesidades del conjunto son las mismas del individuo cosificado, por lo que resulta más fácil suplirlas. Otro ejemplo, si el conjunto tiene un solo pensar[3] es más fácil su manipulación y dirección. Todo apunta a la universalización del espirito humano: una misma lengua universal, un mismo género (hombre/mujer indiferenciados), y lo que pasa en un extremo del mundo afectará a su otro extremo.

Esa tendencia a la universalización es antinatural para el hombre. Hace unos años se escribió un artículo (“ego colectivo y la era mesiánica”) donde se aclaró que no existe un “ego colectivo” que compartamos todos por igual, pero la sincronización de egos resultó ser sorprendente.  Remito al lector a su búsqueda y constante los videos que en la zona de comentarios se postearon.

El ser iguales, o universales, nos asquea. El hecho de cuadrarnos como seres de rebaño nos aumenta el conflicto del que ya de por sí tenemos[4].

El impulso para evolucionar, re-crearse o trascender a algo más que un ser autómata no se le puede quitar al hombre; pero como lo ignora, desesperadamente busca salirse de la cosificación y masificación de la que es víctima. Queremos diferenciarnos de la masa en algo.

¡Y qué mejor opción de creerse judío en una sociedad mayoritariamente cristiana!
Eso marca una notable diferencia que puede dar sentido a una pobre alma a la que le urge ser ella misma; por lo que va a defender su diferencia a costa de lo que sea, lo que incluye la inobservancia de las leyes judías y argumentos irracionales.

El éxito de las ideas cristiano-mesiánicas no está es sus equivocadas posturas; esta en dar una respuesta equivocada al impulso de trascendencia del hombre para salirse de su cosificación, y en la propia desidia, ignorancia y miedo en autodescubrirnos, analizarnos u observarnos para descubrir nuestro potencial humano dormido

El error que cometen mis hermanos gentiles es buscar hacia afuera lo que los diferencian de la cosificación social; nunca nos volvemos hacia nosotros para intentar descubrir los dones únicos que nos hacen impares.

Termino con esta inspiradora cita, que en lo conducente dice:

El Talmud Babli (Eruvín 13b) nos ofrece una interesante disputa entre las dos principales escuelas de pensamiento y legales:

«Durante dos años y medio discutieron las escuelas de Shamai e Hilel.
La escuela de Shamai sostenía: ‘Mucho mejor hubiera sido que el Hombre no fuera creado.’
Por su parte, la escuela de Hilel argumentaba: ‘Mucho mejor es para el Hombre haber sido creado, que no existir.’
Finalmente resolvieron la disputa concordando: ‘Mejor hubiera sido que el Hombre no hubiera sido creado. Pero, ya que lo fue, lo que más le conviene es ser consciente de sus actos y controlar sus acciones.’
»

En el texto que hemos presentado se debate un tema eminentemente ideológico, por lo que, cada posición es respetable. Pero, cuando se ingresa al campo de las acciones materiales, se establece lo que es norma: Hombre, ya que existes…cumple la función para la cual has sido creado…has todo lo que puedas por ser quien puedes llegar a ser…constrúyete a cada instante, no te abandones en la indolencia o el pesimismo o el vacío idealismo, porque si así hicieras…es mejor que no hubieras sido creado

(http://serjudio.com/dnoam/rap83.htm)
Muchas gracias por sus comentarios.


[1] El autor del artículo no es judío. El presente ensayo cuenta con autorización y revisión previa de Serjudio.com

[2] http://fulvida.com/2012/03/22/el-error-de-la-especulacion-mesianica-cristiana/

http://fulvida.com/2012/03/18/nuestro-origen-mestizo/

http://fulvida.com/2013/01/20/la-estrella-roja/

 

[3] http://fulvida.com/2016/01/10/donde-todos-piensan-igual-nadie-piensa-mucho/

 

[4] http://fulvida.com/2015/10/12/un-sentido-a-la-crisis-existencial/

http://fulvida.com/2015/10/09/crisis-existencial-y-la-auto-finalizacion/

 

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Yehuda Ribco

pq puso este link aqui luis diego? nos ayuda a comprender su ofrecimiento? gracias

Yehuda Ribco

pero, podría explicar que tiene que ver el post con el otro post? gracias

Yehuda Ribco

y lo interno positivo, qué podría ser?

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