Shabbat Tammuz 19, 5762 - 29/6/02.
Comentario de las parashá Pinejás: La fuerza de Israel.
Shalom iekarim!
Pinejás, nieto de Aarón HaCohén, es el
personaje que da nombre a la parashá de esta semana.
Los hechos que lo hicieron notorio tienen que ver con una acción radical que
realizó en un momento de crisis nacional.
Les contaré en breves palabras los hechos (que pueden ser leídos en el
Tanaj, en Bemidbar / Números 25:1-13):
El perverso hechicero Bileam (el de la
parashá pasada) comprendió que si el enemigo quería vencer totalmente a
Israel, primero debía debilitarlo moral y espiritualmente; pues, el poder de
nuestro pueblo no se basa en el número de soldados, ni en la fuerza de
nuestras escasas armas, sino en nuestra cercanía con Dios y lo que Él
representa, es decir, con todo lo que es la Verdad, la Justicia, el Bien, la
Paz, la Vida.
Así, el malvado brujo elaboró un plan, por el cual los hijos de Israel se
involucrarían en diferentes tipos de pecados (empezando por los de índole
sexual), perdiendo de ese modo su estatura moral, su integridad como
personas de bien.
Y el macabro plan funcionó de maravillas.
Los israelitas fueron llevados engañosamente a pecar, y pecaban, e inducían
a otros a pecar. Y cuanto más caían, más tenebroso se iba haciendo el
panorama para todo el Pueblo.
Las personas que deseaban el bien, y los dignos líderes entre ellos, estaban
paralizados, sin saber ni poder reaccionar ante tamaña catástrofe
espiritual, porque superaba ampliamente lo que ellos estaban habituados a
tratar y manejar.
Y la maldad espiritual prontamente se reflejó en lo físico, pues una peste
comenzó a atacar mortalmente.
Ante esta miseria desatada, ante la perplejidad de los nobles guías, uno se
irguió como guardián de lo que es bueno; y actuó con violencia desatada. En
un intempestivo acto de pasión, mató a uno de los hebreos que era cabecilla
de los rebeldes depravados, y a su acompañante de pecado.
El que actuó violentamente en defensa de Dios e Israel, era Pinejás.
El acto de Pinejás, que en otras circunstancias es totalmente contrario a lo
que la Torá ordena y por lo tanto repudiable, provocó de inmediato que la
peste cesara, y que los pecadores dejaran de pecar. Es decir, su acto
violento y meditadamente pasional, resultó en que el mal mayor
cesara, y la tranquilidad retornara al Pueblo.
Todo esto le valió que Dios le bendijera con Su Berit Shalom -Pacto
de Paz-, para que de ahora en adelante pudiera encontrar el Shalom andando
por los caminos del Shalom, es decir, traer la paz al mundo actuando
pacíficamente y no sólo por medio de la brusquedad.
Ahora les dejaré dos preguntas para
reflexionar:
-
Todos los años leemos la parashá del celoso
Pinejás en alguno de los shabatot que están dentro de los Bein
HaMetzarim -las semanas desde el ayuno del 17 de Tammuz al día de
duelo de 9 de Av-.
Los Jajamim -Sabios- encuentran que los actos relatados en esta
parashá (y el final de la anterior), y los ocurridos en las épocas
lamentables de las destrucciones de los Batei Mikdash -Templos-,
están relacionados.
¿Podrías indicar las grandes similitudes y diferencias?
-
¿Podrías encontrar si existe algún
paralelismo entre lo ocurrido en tiempos de Pinejás y la situación actual
en Israel?
Les deseo Shabbat Shalom!
Moré Yehuda Ribco
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