Un estudio
acerca de la Parashá
Pasos perdidos
Está
escrito en la parashá: "Aquel día regresó Esav [Esaú] por su
camino a Seír."
(Bereshit / Génesis 33:16)
El pequeño Jami no
se destacaba ni por su ingenio, ni por su rapidez mental, pero, a veces
era ágil obedeciendo.
En una ocasión la madre le pidió que fuera al almacén a comprar
una bolsa con un kilo de pasas de uva, pues quería preparar una torta
para la familia.
Y Jami, obediente como a menudo, dejó inmediatamente sus tareas para
cumplir el pedido.
El almacenero que conocía la impulsiva naturaleza del niño, al darle la
bolsa repleta de pasas, le recordó: 'Llévalas con cuidado, aprieta bien
arriba, para que no se te caiga ninguna.'
Jami sonrió y confianzudo salió presuroso al encuentro de su madre.
Había recorrido dos de las cuatro cuadras, cuando una anciana lo intenta
detener: 'Niño, espera...'
Y Jami, a pesar de ser obediente y respetuoso de los mayores, quería
cumplir lo más pronto posible su encargo, así que saludó con la cabeza
a la señora, y sin parar continuó andando. Mientras se alejaba, alcanzó
a oír que la señora decía algo como: '... la bolsa...'
Jami no entendió mucho, pero por ser respetuoso y obediente presionó con
más vigor la boca de la bolsa.
A la cuadra siguiente, es su tío el que lo detiene: 'Jami querido... ¿a
dónde vas corriendo?'
- Mamá me espera, le llevo estas pasas de uva -dijo señalando su bolsa.
- Jami, no sé si te diste cuenta que estás perdiendo pasas con cada paso
que das... ¡mira! -le dijo haciéndolo girar.
Y, efectivamente, por lo que fuera el camino de niño se extendía un
reguero de pasas.
'Ay, no' -fue lo único que se escuchó de Jami, que salió disparado
hacia atrás para recoger cada una de sus pasas perdidas. Y levantaba cada
una, y así como estuviera, limpia, sucia, pisoteada, etc., la introducía
a la bolsa. Y retornó las tres cuadras hasta la puerta del almacén, y a
cada paso... una pasa era recogida. Feliz de haberse recuperado de su
torpeza inicial, giró para regresar junto a su madre con el pedido
(bastante mugriento, por cierto)... y se encontró con otro camino
tapizado de pasas caídas tras sus pasos... pues, ¡no se había
preocupado por cerrar el agujero por el cual caían una a una las pasas!
Shabbat
Shalom les desea Yehuda Ribco
Destellos de la parashá
Sidrá
8ª sidrá de la Torá y 8ª del sefer Bereshit / Génesis. Entre los
versículos 32:4 y 36:43.
La Haftará se lee de Hoshéa / Oséas 11:7 – 12:12.
En
esta parashá nuestro patriarca Iaacov tiene dos encuentros.
Uno el esperado y temido con su hermano Esav. En este encuentro, luego de
años de discordia y amenazas, los hermanos aparentemente aprenden a
convivir en tolerante vecindad.
Pero, también Iaacov tuvo un encuentro de índole diferente, pues, la
noche previa a la cita con su hermano, Iaacov luchó con un enviado de
Dios.
Algunos identifican a este personaje con la Conciencia de Iaacov.
Es decir, que Iaacov se encontró a sí mismo, y lo que vio no le agradó,
por lo que luchó para limar los aspectos negativos en su personalidad, y
poder acercarse
un poco más a lo que podía llegar a ser.
De este encuentro consigo mismo, renace Iaacov con otro modo de encarar al
Mundo, y con un nuevo nombre, por el cual somos sus descendientes
conocidos: Israel.
Este nombre resume las cualidades positivas de los otros patriarcas y las
matriarcas, dando a entender que con Iaacov/Israel se ha llegado a la
síntesis de persona de bien:
I - Itzjac (compromiso, entrega, fidelidad a la tradición)
S - Sará (orden, gobierno, estrictez, compañerismo)
R - Rivká (espíritu emprendedor y aventurero, ingenio), Rajel
(romanticismo, sentimientos, solidaridad)
A - Avraham (originalidad, rebeldía, confianza, bondad, justicia,
respeto)
L - Lea (ánimo luchador, esperanza, sed de progresar, humildad)
De la Parashá
Nos
gustaría conocer su opinión, haga click aquí |