Gracias a ambos por comunicarse y verternos
sus interrogantes acertadas.
Debo anunciarles que la primera misiva es del autor del ya clásico
texto: Llegar
a ser quien puedo ser..., el cual recomiendo encarecidamente para que
sea leído, analizado y comentado.
Para el conocimiento de los lectores
atentos:
El texto que mencionamos es obra de ICP, un muy buen amigo español y
asiduo visitante de SerJudio.com.
En tanto que el título, que al parecer tantos problemas filosóficos
suscita, surgió espontáneamente de mi pluma mientras lo leía.
Ahora, expliquemos, para lo cual, les pido
que atendamos al muy bonito midrash -relato de explicación y
estudio de la Torá- que dice algo así:
Dios, al principio creó a la paloma sin
alas.
Un día se presentó este ser ante el divino Trono con una demanda: 'Rey
de reyes, me hiciste pequeña, sin armas, indefensa, lenta, torpe; y casi
cualquier animal se aprovecha para molestarme y maltratarme. Te ruego que
me compenses o repares mi situación penosa.'
El Soberano le concedió entonces alas, y le dijo: 'Ahora tienes una
ventaja sobre tus enemigos, podrás superarlos fácilmente'.
Y agradecida la paloma se retiró del Trono.
Al cabo de un rato vuelve magullada, herida, casí sin aliento y con la
voz exánime dice: '¡Menudo favor me has hecho, Majestad! Antes me era
difícil escapar de mis depredadores, porque soy lenta. Ahora con estos
inútiles y pesados accesorios que me diste... corro mucho más despacio
que antes y me atrapan con mayor facilidad...'
Llegar a ser quien puedo ser...
Significa que nadie ha llegado al punto final (nadie, ni siquiera el que
cree que ha llegado)
Que siempre por delante hay una nueva oportunidad por crecer, por mejorar
(o su opuesto)
Si considero que "ya soy", entonces... ¿entiendo que tengo
alas? ¿Entiendo para qué me sirven las alas?
El hombre está en constante movilidad, lo reconozca o no.
Si reconoce este hecho, tiene la opción de tomar las riendas de su destino
en sus manos.
A veces triunfará en sus metas... otras, la meta será el esfuerzo por
alcanzar la evanescente meta...
Pero, el que asume que "es"... ¿adónde se dirige? Creo que al
abismo de la nada... a convertirse en piedra... aunque no sepa que no lo
sea...
Pues, no, no se "es" por nacimiento... se vive por nacimiento,
pero lo que se es (en realidad, lo que se está siendo)...
se construye con tesonera voluntad y decisión; o,
se recibe como precaria construcción prefabricada que ostenta vanidad de
palacete...
"Llegar a ser quien puedo ser", el
texto, la bella reflexión personal, nos habla de una persona que en un
principio siente un estado de insatisfacción existencial, y eso la lleva
a cuestionarse el lugar en el que está, los papeles que ocupa, los roles
que la sociedad (se llame familia, o como se llame dado el caso) le
asigna.
Luego, hace una critíca de su vida.
Y la crítica (en el correcto sentido etimológico) lleva a la
destrucción que abre el camino inmediato a la construcción.
Pero, como vemos con claridad en el texto, una construcción modular,
inacabada, que no se estima completa pues continúa sintiendo el sinsabor
de la insatisfacción incial, pero, en lugar de actuar (en sentido
psicoanalítico = hacer sin mediar la reflexión), en lugar de permitirse
ser una pluma mecida por el tornado; se abre a la propia abertura.
Y continúa su esfuerzo por llegar a un hogar... al que finalmente
podría arribar...
Un hogar que espante (o al menos mitigue) la angustia por la
insatisfacción.
Un hogar que cobije.
Incluso un hogar que "de nombre" (pertenencia).
Pero, un hogar que no es una cripta, ni un mausoleo... un hogar que tiene
sus ventanas abiertas de par en par, sus puertas a la espera del
visitante, o del saliente... un hogar que motiva y fomenta el crecimiento,
en lugar de mecer a sus inquilinos en el arrullo del sueño de muerte...
Llegar a ser lo que puedo ser...
Sí, como dices en tu pregunta: es el árbol en potencia, dormido en la
semilla.
Una semilla que ha sido depositada en terreno fértil, en tiempo
apropiado, con condiciones oportunas... una semilla que dejará de serlo,
para que llegue a ser lo que puede ser... un fermental árbol, con sus
raíces hendidas a lo profundo, atrapadas en la frágil piel de una
pequeña semilla; y con sus pobladas ramas extendiéndose en pos del
infinito...
Un árbol, que ya no se interesa en presumir como si fuera bosque, o parte
de aquel... pero tampoco se disfraza para parecer helecho, o perdido
cactus en mitad de un desolado páramo...
Llegar a ser quien puedo ser...
Es aprender a usar las alas para volar... y luego, no sólo para huir de
los atacantes, sino para bucear en las profundidades del
firmamento...
Llegar a ser quien puedo ser...
Es un hálito de esperanzado optimismo,
es oportunidad de descubrir,
es aliciente para avanzar.
En tanto que "soy"... es nada...
Quizás,
no es cómodo preguntarse:
¿Me atreveré a ser quien puedo ser?
Y quizás menos cómoda sea la respuesta sincera...
No sé si me he podido expresar con
claridad.
Me parece haber abusado de imágenes poéticas.
Pero, creo que el que está en busca del hogar, o aquel que cree
que lo ha hallado, sentirá lo que quiero decir...
A las órdenes.
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y nos permita pronto construir
Shalom.
Yehuda Ribco
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