Shabbat: Kislev 13, 5765 <> 27/11/04
Comentario de la Parashá Vaishlaj
Tu
felicidad depende de ti
En nuestra parashá se testimonia:
"Iaacov se quedó solo"
(Bereshit / Génesis 32:25)
El Midrash (Otzar HaMidrashim
222) establece que así como Hashem está
solo, también solo estaba Iaacov (y solo está el Pueblo
elegido entre las naciones, ver Bemidbar / Números 23:9).
A partir de esta comparación que plantean nuestros Sabios,
aprendemos que la soledad
no es
solamente un estado pesaroso (Bereshit / Génesis 2:18),
sino que también cuenta con un aspecto positivo,
pues es una forma de emular y adherirse
al Eterno (Devarim / Deuteronomio 13:5).
Sin embargo,
se debe ser muy cauteloso en las conductas personales,
para no pasarse del límite equilibrado y saludable,
esa raya que separa la soledad edificante
de la soledad de la muerte.
La soledad edificante
es el espacio y el tiempo que nos damos para reflexionar, para
auto-conocernos, para descubrirnos en todas nuestras capacidades y
potencialidades.
Es también la ocasión para fortalecernos para reingresar inmediatamente al
trato fraterno con nuestro prójimo.
Ésta es la soledad que es como la inspiración, que se introduce hasta las
entrañas; para luego permitir a la persona expandirse generosamente y
devolver afablemente al entorno lo que corresponde (Devarim /
Deuteronomio 33:28).
Por su parte,
la soledad de la muerte,
es aquella que aparenta ser una muerte en vida.
Cuando la soledad carcome los fundamentos del ser,
cuando la separación del prójimo es usada como escudo para no involucrarnos
sentimentalmente con nadie, y de esa manera pretender vivir protegidos de
pesares y decepciones.
La soledad de la muerte es también aquella de la que no se cosechan frutos
positivos,
sino solamente frío, miedo, lejanía, apatía, indiferencia, desesperación por
sentir una caricia o una palabra...
En esencia, ésta es la pesarosa soledad que nace de la soberbia del corazón
(Iejezkel / Ezequiel 33:28).
Este rasgo, el de ser capaz de confrontar la
soledad de modo edificante, fue lo que ayudó al patriarca Iaacov para salir
victorioso de los sucesivos embates que le puso la vida, que como sabemos,
fueron numerosos y complicados.
Esto fue también un gran atributo del abuelo
de Iaacov, nuestro primer patriarca Avraham: él fue llevado a la soledad a
causa de sus ideales y convicciones espirituales (Bereshit /
Génesis 12:1), y en la soledad reencontró el camino hacia la Verdad,
apartándose de la podredumbre de la idolatría. Y en esa misma soledad
Avraham halló el sendero que lo aproximó a su prójimo, y lo hizo un hombre
afable, receptivo y protector (Bereshit / Génesis 18:2).
A partir de esto, el rabino Ierujem Levovitz nos dice que podemos comprender
la bien conocida mishná en Avot (4:1), aquella que dice que:
-
"sabio" es el que aprende de todos,
-
"fuerte" el que conquista sus impulsos
negativos,
-
"rico" el que está feliz con su porción y
-
"honorable" el que honra a los otros.
Todas esas buenas cualidades están bajo el
propio control, y pueden ser alcanzadas sin la intervención de nadie más.
Se alcanzan "en soledad".
Esto significa que:
-
si quiero sabiduría, no dependo de que otro me
quiera enseñar o no;
sino que me adhiero a que yo esté dispuesto a descubrir aquello que el otro
me está enseñando;
-
si quiero poder, no dependo de someter a
otros, o de alcanzar un rango elevado en una organización;
sino que me adhiero a la propuesta de que yo esté con ánimo como para acatar
los límites saludables, y me proponga no traspasarlos;
-
si quiero fortuna, no dependo de unos papeles
en una cuenta bancaria, ni de la adquisición de placeres materiales;
sino que me adhiero a reconocer la dicha que está escondida junto a mí, en
mí, esa riqueza que suele pasar desapercibida a causa del desesperado afán y
ambición;
-
si quiero honor, no dependo de la lisonja o el
aplauso foráneo;
sino que me adhiero a estimarme en mi real valía, de quererme como hijo del
Eterno, y respetarme como lo que soy, una joya en la corona del Eterno.
Ahora algunas puntualizaciones:
-
Recuerde que la soledad es un rasgo positivo
en tanto lleve a conocerse más y mejor.
-
Recuerde que la soledad es positiva cuando es
un valle entre dos picos de sincera fraternidad.
-
Recuerde que es un camino al pecado el vivir
de fantasías, y no de ejercer nuestras capacidades en la realidad.
-
Recuerde que una de las tareas de la persona
en Este Mundo, es la de servir de canal para las bendiciones de lo Alto.
Recibir para dar con armonía.
¡Les deseo Shabbat Shalom UMevoraj!
Moré Yehuda Ribco
Notas:
-Otras interpretaciones de este pasaje de la
Torá, y más estudios los hallan
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AQUÍ y
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Relatos, anécdotas y enseñanzas
El adinerado padre quiso dar una lección a su hijo, por eso lo llevó para
que pasara un par de días en casa de una familia campesina.
Antes de dejarlo le dijo: Quiero que prestes
atención para que aprendas cómo vive la gente pobre. Es importante que lo
hagas.
Al regresar, un par de días más tarde, el
padre preguntó al niño: ¿Qué te pareció la experiencia?
- Buena -contestó el hijo.
- ¿Aprendiste algo? -insistió el padre.
El hijo contestó:
1.- Nosotros tenemos un perro y ellos tienen cuatro.
2.- Nosotros tenemos una piscina con agua estancada que llega a la mitad del
jardín y ellos tienen un río sin fin, de agua cristalina, donde hay
pececitos, plantas y otras bellezas.
3.- Nosotros tenemos lámparas eléctricas y ellos se alumbran con las
estrellas y la luna.
4.- Nuestro patio llega hasta la calle y el de ellos al horizonte.
5.- Que nosotros compramos nuestra comida y ellos, siembran y cosechan la de
ellos.
6.- Nosotros apenas si oímos algo por encima de escapes de autos, bocinas y
gritos y ellos escuchan una sinfonía de pericos, ranas, sapos, y otros
animalitos.
7.- Nosotros cocinamos a gas y ellos, hmmmm, en fogón de leña.
8.- Para protegernos nosotros vivimos rodeados por un muro, con alarmas y
ellos viven con sus puertas abiertas, protegidos por la amistad de sus
vecinos.
9.- Nosotros vivimos enchufados al celular, a la PC, a la TV y ellos están
conectados a la vida, al cielo, al sol, al agua, al verde del monte, a los
animales, a sus siembras, a su familia.
El padre quedó impactado por la profundidad de su hijo,.y entonces el
hijo terminó:
Gracias papá, ¡gracias por haberme enseñado lo pobres que somos!
...
El Baal Shem Tov solía decir: “En la Mishná se
nos dice: '¿Quién es rico? el que está contento con su porción'. No esta
escrito “con su dinero” sino “con su porción”, eso significa que que es rica
la persona que está contenta con sus asuntos, de la forma en que el Eterno
se los envía”.
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