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 Lic. Prof. Yehuda Ribco // 2 Adar 17, 5765 - 28/3/05

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 Cterapia  

     Daat: inteligencia de vida
Claves: Cabalá, Kabbalah, mística, sod, secreto, Dios, bienestar, paz, armonía, desarrollo, crecimiento, felicidad, salud, normas, generosidad, egoísmo, equilibrio, alegría, enfermedad, rectificación, alimento, comida, sangre, refinamiento, trascendencia, psicología, emocional, hijos, familia, crianza, educación, adicción, emoción, intelecto, sefirot, poder, esfera, facultad, midá, justicia, retributiva, retribución, tikún, profecía, Dios, religión, Midrash, Talmud, Rabino, rabínico, oral, Torá, estudio, bíblico, Biblia, Israel, israelita, hebreo, judío, judaísmo

Presentación
Podemos hablar de tres estadios de intelectualidad:

  1. Jojmá: sabiduría, que es la que se pone en funcionamiento cuando se recoge información y se la procesa estando aún en bruto. Sirve como núcleo creador de pensamiento propio, efectuar síntesis imprevistas y totalmente inaccesibles al consciente, pero es siempre reflejo de un conocimiento que proviene de fuera. Este conocimiento externo pueden provenir de una fuente trascendente o de una terrenal; ser inconsciente o consciente. Puede venir de discursos, libros, experiencias, intuiciones, sueños, insights, etc. (Su base fisiológica preponderante es el hemisferio derecho del cerebro).
    El "sabio es aquel que es capaz de aprender" (TB Pirké Avot 4:1), y no aquel que es instruido o ha acumulado conocimiento, pues el que con espíritu altivo cree que no tiene lo que aprender, cierra esta fase a los inputs imprescindibles para la creación de nuevos conocimientos y pensamientos (Iyov/Job 28:12).
    Así pues, Jojmá es apertura, maravillarse con lo desconocido, enriquecerse con las informaciones.

    El procesamiento racional de la información se produce en el siguiente estadio,
     

  2. Biná: entendimiento, inteligencia convencional o inteligencia propiamente dicha, que vincula los conocimientos con lo práctico. Utiliza por lo general la expansión, análisis y síntesis para conseguir sus resultados. A través de esta fase, las informaciones provenientes de Jojmá adquieren múltiples facetas, y se transforman en datos, en material indispensable para conquistar el mundo y conocer su propio ser.
    Analiza y debe saber los qué y dónde. Se esfuerza por discernir entre lo verdadero y lo falso, entre el pasado y el futuro, y se halla sometido al presente. Busca lo lógico como medio de conocer su contexto.
    Habitualmente, quien se maneja principalmente con Biná es frío en sus relaciones humanas, que es una manera de vivir defensivamente. Por ello desarrolla mecanismos compensatorios, que le defienden de su propensión a la baja autoestima.

    No debemos suponer que es un mero apéndice de Jojmá, si bien gran parte del material con el que trabaja de allí proviene, pues está dotada de la capacidad de intuir conocimientos allí donde Jojmá solo encuentra oscuridad.
    Por otra parte, la habilidad para trasmitir los conocimientos radica en esta fase de la inteligencia. (Su base fisiológica preponderante es el hemisferio izquierdo del cerebro)1.
     

  3. Daat: conocimiento, inteligencia conectada a la emoción, que guarda relación con el conocimiento necesario para el manejo de las emociones, así como la vigorización del pensamiento mediante aportes de la energía emocional correctamente canalizada.
    A simple vista aparece como el organizador de estados de visiones del ser que son opuestas por su naturaleza: la razón y la emoción.

    En palabras del Tanaj, una persona que se maneja adecuadamente en la vida es un "sabio de corazón", una persona cuyo corazón no trastorna su mente, ni su cerebro endurece a su corazón.
    Y en verdad, la faceta más plenamente humana, es la que rodea al Daat, ya que por encima contamos con el "alma angelical", y por debajo somos el "alma animal"; en la confluencia de ambas se expresa la esencia humana.

    Debemos tener presente, para una clara conceptualización que este tipo de inteligencia no tiene existencia independiente, sino que es un producto de la conjugación armónica de las esferas intelectuales y el plano emocional2.
    Es, en palabras del Zohar, la llave intelectual para el plano de las emociones (Zohar 3, 22a).
    Una persona que se maneja a través de Daat suele exhibir una conducta racional, madura y saludable. En tanto que aquel que adolece de ésta, es emocionalmente inmaduro y probablemente sea objeto de conflictos emocionales.

    Como dato adicional, debemos saber que es el canal de la profecía (en épocas que ésta se manifestaba, actualmente y desde hace unos 2400 años es solamente canal para la inspiración divina) y para el conocimiento íntimo y profundo de las realidades (internas y externas).
    Es canal, por tanto, para el shefa, la abundancia provista como bendición por el Todopoderoso, tanto en el plano material como en el de la inspiración divina.
    Pero, para que el canal "hacia arriba" esté menos cargado de filtros, es imprescindible que el canal "hacia abajo" esté limpio, tal como deducimos de las palabras del vidente: "El Eterno... da sabiduría a los sabios y conocimiento a los entendidos." (Daniel / Daniel 2:21). En palabras del Talmud: "El Eterno le otorga sabiduría a aquel que ya la posee" (TB Berajot 55a).
    El Rav. S. R. Hirsch lo expuso con claridad: "El Eterno le otorga sabiduría divina sólo a aquel que posee los dones naturales de la sabiduría y que ha sabido desarrollarlos por sí mismo. La verdad judía ignora ese milagro que hace del necio o inocente de ayer el apóstol entusiasmado y espiritual del mañana".

Las tres inteligencias están resaltadas en el siguiente versículo, que describe al más sabio entre todos los mortales:

"Elokim dio a Shelomó [Salomón] sabiduría, gran entendimiento y amplitud de corazón, como la arena que está a la orilla del mar." (1 Melajim / I Reyes 5:9).

Espacio virtual3 de confluencia
En el pensamiento occidental no se está habituado a reconocer un espacio de comunión entre el pensamiento y la emoción, pues se los suele considerar esferas en franco contraste y hasta mutuamente excluyentes.
Es común creencia que al razonar correctamente estamos exentos de influjos de la emoción, que hemos apartado sus embates o que de algún modo hemos inmunizado nuestra mente a sus llamados. Y es también creencia corriente suponer que cuando se está emocionalmente trastornado no se alcanza a razonar.
Pareciera que inteligencia y emoción resultan incompatibles.
Pero lo cierto es que ambas esferas, la intelectual y la afectiva, "el cerebro y el corazón", tienen un espacio de confluencia y mutua influencia.
No comparten todos los espacios, ni las tres inteligencias que hemos mencionado se benefician de la influencia emocional, pero es indudable que existe un territorio de comunión.

La inteligencia y las emociones son conciliables, en la medida en que puedan llegar a un equilibrio donde la inteligencia no se deja desbordar por las emociones sino que, al contrario, puede controlarlas y encauzarlas de manera de poder alcanzar resultados eficaces o exitosos.
Es posible desarrollar la tercera inteligencia, para descubrir que en uno mismo el intelecto y el afecto no están confrontados, sino que en mi ser se complementan magistralmente para desplegar el mejor potencial de ambas esferas.

Ser inteligente no alcanza
La inteligencia, o lo que entendemos habitualmente por ella, no alcanza para aprovechar apropiadamente los recursos de la vida.
Para sacar el máximo y mejor jugo a la vida, es indispensable que los tres tipos de inteligencia sean funcionales.
Por lo general, los dos primeros se tienen en cuenta; pero el tercero queda como en las sombras, y mucha gente pasa por la vida sin percatarse de ese inmenso potencial que está aguardando para ser usado en su beneficio4,5.

Y es una pena que así acontezca, pues se está desperdiciando un potencial extraordinario, una capacidad para conocer y controlar las emociones propias y ajenas, con el fin de obtener determinados fines.

Si se ejercitara el uso de Daat se podría reducir las emociones desfavorables a una mínima expresión; también inducir las emociones favorables, como en el caso de la motivación; y por supuesto, potenciar el pensamiento y la actividad hacia alturas que no se consiguen de otra manera.

Es que, mientras se mantiene el divorcio entre pensamiento y emotividad, una parte de la persona queda sin control, sin canalización adecuada. Por tanto, hay energía mal empleada, o desperdiciada, o enquistada de modo tal que no permite una saludable vivencia. Es por esto que más arriba anunciamos que una personalidad inmadura denota una debilidad en su Daat. Quizás sea una persona extremadamente racional, con un alto coeficiente intelectual, e incluso con una biblioteca entera en sus neuronas. Pero, si es débil su manejo en Daat, habitualmente su inteligencia y sabiduría se pondrá en juego para inventar excusas, maquinar conspiraciones, debatir sin llegar a conclusiones productivas, encontrar obstáculos para no desarrollarse, etc.
El que está lejano del uso de Daat pero emplea mucho su Jojmá es capaz de escudarse detrás de intelectualizaciones, elaboradas teorías ilusorias o muy reales, que solamente sirven para apartar a la persona de su propio sentimiento.
Por su parte, el que hace predominar su Biná en detrimento de su Daat, elabora generalmente con calidad racionalizaciones, es decir, pretextos que suenan racionales, pero que en última instancia también sirven para alienar a la persona de su plano emocional6.
Es desde este punto de vista que fue enunciado por el sabio entre los sabios: "Porque en la mucha sabiduría hay mucha frustración, y quien añade conocimiento añade dolor" (Kohelet / Predicador 1:18). El que es muy inteligente, y quizás muy sabio, pero carece de Daat, o lo tiene poco desarrollado: añade sufrimiento y dolor a su vida... da para pensar, ¿no?

Daat en ejercicio
Las siguientes son cualidades del Daat cuando está siendo ejercido, y que debieran ejercitarse en todo momento posible.
En un resumen:

  1. Conciencia de ser.
    Es la capacidad de reconocer y poder poner en palabras más o menos descriptivas los sentimientos, emociones o estados de ánimo propios que uno vivencia, o ha experimentado. Este conocimiento y reconocimiento nos abren la puerta de la estabilidad: "¿Quién es sabio? Quien divisa lo que vendrá" (TB Tamid 32).

    Sabemos que las emociones tienen diversos grados de intensidad, algunas son lo suficientemente intensas como para darnos cuenta de ellas en forma conciente, pero otras están por debajo del umbral de percepción conciente.

    Desarrollar esta cualidad implicará la posibilidad de poder percibir las emociones que no penetran nuestra consciencia. Mediante un adecuado proceso terapéutico podemos hacernos más concientes de nuestras reacciones y emociones antes imperceptibles.

    Tomemos un ejemplo habitual.
    Después de una discusión violenta una persona puede sentir que recuperó la tranquilidad, pero sin embargo suele ocurrir que los efectos oscuros de la discusión continúan y la persona no se da cuenta que está nerviosa o irritable. De hecho, cuando se lo hacen notar suele sorprenderse.

    La importancia de conocer nuestras emociones y de reconocer su presencia, reside en el hecho de que a partir de esto podemos controlarlas, pudiendo modificar los estados de ánimo desfavorables. Las emociones que trascurren de modo no conciente, cuando están reprimidas, o abandonadas a su propio criterio, suelen ser ocasión de innumerables trastornos, si estamos bajo su influjo sin ejercer sobre ellas un cierto control, estamos en una pendiente al fracaso personal.
     

  2. Equilibrio intelectual-emocional.
    Es la capacidad de controlar y encauzar las emociones para evitar que tengan sus efectos perjudiciales, entendidos estos en términos de conductas indeseables.
    El ejemplo típico es la ira, uno de las emociones más difíciles de controlar, y que cuando emerge, la persona pierde su capacidad de pensar y actuar positivamente.

    En momentos que percibimos que un caudal emocional está por desbordarnos podremos recurrir a ciertas técnicas, que nos permiten tomar las riendas de las emociones, y así de nuestras vidas:

    1. Caridad y benevolencia: en lugar de perder su vida con enojos, malos tragos o pensamientos negativos, actúe caritativamente. Si siente que la ira lo está invadiendo, es momento de aproximarse a un hermano necesitado para brindarle su ayuda. Y si no tiene a ninguno a mano en el momento de la ira, sin dudas proponga en su mente que su siguiente acto será de caridad y no de reacción negativa. (Puede también cumplir cualquier otra mitzvá positiva, que es un uso apropiado de su energía emocional).
      Dar de uno, es una puerta a la paz y la bendición cuando el ánimo es negativo, tal como el sabio de los sabios enseñara: "El dar en oculto aplaca el enojo" (Mishlei/Proverbios 21:14). Prestemos atención a que dice en "oculto", esto significa básicamente dos cosas: 1- incluso, o especialmente a aquel que nos provoca a ira; 2- sin doble intención, sino simplemente con ánimo de favorecer desinteresadamente al prójimo.
       

    2. Misericordia: Dice el sabio Talmud: "si no hieres a aquéllos que te hieren, todos tus pecados son perdonados" (Rosh Hashaná 17a).
      Por tanto, sea misericordioso con la persona que le provocó la ira.
      Busque la justicia, claro está, pero no haga de "la defensa de mis derechos" un pretexto para tener rencor o venganza en su corazón.
      Tenga presente que los que nos ofenden son como "gomas de borrar", que están ahí para borrar nuestras transgresiones. Así pues, ante una ofensa, usted defiéndase sin polemizar y retírese sabiendo que el otro quizás lo ha querido dañar, pero no ha podido alcanzar su cometido, por tanto usted es el victorioso.
      El dolor del incidente lesivo no puede ser borrado, pero su actitud positiva le impedirá deprimirse y que el incidente con su negativa carga emocional lo esclavice.
       

    3. Positivar: trate de hallar lo positivo dentro de la situación negativa. Tal como Pirkei Avot nos enseña: "trata de juzgar a toda persona meritoriamente" (Pirkei Avot 1:6).

      Esto no implica de ninguna manera el excusar actos lesivos, ni poner pretextos para continuar con una actitud nociva (sea propia o ajena).
      Una persona es hipócrita si no pone límites (cuando es posible) al agresor, tal como el Meiri (Rabí Menajem Ben Rabí Shelomó) nos explica que quien se calla cuando ve que una mala acción es realizada y se abstiene de reprender y advertir a su prójimo, es considerado un hipócrita. Y sobre el hipócrita ha sido dicho: "toda persona que tiene hipocresía trae enojo sobre el mundo..." (TB Sotá 41b).

      Para implementar la técnica de positivar, sin caer en hipocresía, es imprescindible el uso de la Comunicación Auténtica, especialmente en su postulado de "no dar por sentado, ni presuponer motivaciones en las actitudes/conductas del otro".

      Si es evidente y confirmado que la motivación del otro es lesiva, es momento de positivar nuevamente: hacer el esfuerzo necesario para contener el impulso de contraatacar con enojo. En lugar de devolver golpe con golpe, es mejor pensar: "¿Cómo puedo usar este suceso para mi crecimiento?"

      El
      Rav Y. B. Soloveitchik nos enseña que ante las tragedias la pregunta sabia no debiera ser "¿Por qué?" sino, "¿Cómo se supone que he de responder?"
       

    4. Humildad: "La sabiduría engendra humildad" (Ibn Ezra a Mishlei / Proverbios 8:1), y viceversa.
      Debemos saber que el enojo es una expresión del incontrolable deseo de ser tenido en cuenta, por tanto, una muestra de baja autoestima. Cuando la persona se preocupa sobremanera por su importancia, y cualquier cosa banal la indigna, es hora de recurrir a procedimientos para aumentar la autoestima. La arrogancia, que es un mecanismo defensivo de la baja autoestima, realmente es una afrenta a la imagen divina que somos y es un castigo en sí misma. Tal como dijeron nuestros Sabios: "Toda persona que tiene arrogancia no quedará exenta del castigo del infierno… y sobre el arrogante dice el Todopoderoso: él y Yo no podemos vivir juntos en el mundo" (TB Sotá 4b).

      Tener siempre presente este lema: "Haz la voluntad del Eterno como si fuera tu voluntad, para que Él pueda hacer tu voluntad como si fuera Su voluntad. Anula tu voluntad delante de Su voluntad, para que Él pueda anular la voluntad de otros ante tu voluntad" (Pirkei Avot 2:4).
      Si queremos alcanzar el verdadero éxito, primero debemos acatar la divina Voluntad, para que de ese modo nuestra voluntad tenga suceso.
      Esto se logra solamente siendo humilde (que es totalmente distinto a humillado).

      Y la humildad implica también una gran confianza en el Todopoderoso, de la que proviene la aceptación de aquellas cosas que no se pueden cambiar. Aceptación, que no es en nada similar con la resignación.
       

    5. Distracción: hacer otra cosa, como por ejemplo salir a dar un paseo a pie, dedicarse a alguna tarea interesante, contar hasta 100, aislarse para estar a solas y retomar un poco la serenidad, etc.
      La distracción es darse un tiempo, e incluso un espacio, para que el ímpetu de la emoción fuerte puede decantarse por sí misma. Por esto mismo, la distracción no es un verdadero paliativo ni correctivo para la emoción incontrolada aún. Es tan sólo un mecanismo para hacer una pausa en la acción.

      Recuerde: "Si se enoja entonces se equivoca" (Sifri, Matot 68). Por tanto, no haga nada estando dominado por la emoción intensa de lo cual pueda arrepentirse posteriormente, cuando recobre la cordura.
       

    6. Creatividad: considere la situación desde un punto de vista diferente.
      Una de las frases más lúcidas de Mark Twain es: Si la única herramienta de que dispone es un martillo, pensará que cada problema es un clavo".
      Realmente inspirada y brillante la percepción del autor...

      Así pues, hágase de otras herramientas mentales, y dispondrá de mejores posibilidades de resolución de los conflictos.
      Intente, por ejemplo, desde el humor, sin caer en degradación ni humillación. Por ejemplo, cuando sienta la ira tocar a la puerta véase en un espejo mental y asústese o ríase de la imagen que está dando, y considere si esa es la imagen que a usted le gusta ver de sí mismo.

      El Rosh nos enseña: "No hagas nada (de lo mundanal) que provoque que las personas se burlen de ti, pues generalmente ellos no prestan atención a las cosas buenas pero descubren las malas" (Orjot Jaim, de R. Asher ben Iejiel).
      Descubramos con nuestra creatividad conductas alternativas a aquellas que nos harían ser vistos como humillados delante del prójimo.

      Recordemos algo que hace un rato mencionamos.
      Un buen recurso creativo es decir ante uno que nos ofende: "Si bien tus palabras no son ciertas, te agradezco por por darme la oportunidad de actuar de acuerdo a valores de Torá", luego da media vuelta, y se retira.
       

    7. Técnicas de relajación como la respiración profunda o la meditación también ayudan. La respiración profunda no debe ser confundida con respirar pausadamente cuando se experimenta la cólera, pues la oxigenación de la respiración pausada estimula el sistema nervioso y empeora el mal humor.

      Hablar en un tono bajo, a bajo volumen, con pausa, estimula el ánimo sereno y permite dialogar en lugar de rabiar.
      Atendamos el consejo: "Las palabras del sabio con sosiego son oídas, y son mejores que el grito del que gobierna entre los necios." (Kohelet / Predicador 9:17).
       

    8. Control de los impulsos.
      Es la capacidad de aplazar la satisfacción de un deseo en aras de un objetivo. En términos psicoanalíticos, de lo que se trata es de que el aparato psíquico pueda funcionar bajo el régimen del principio de realidad a través del aplazamiento de la descarga.

      Quien tiene, o desarrolla, la capacidad de postergar el placer en interés de sus metas, suele ser desenvuelto, seguro de sí mismo y más tolerante a las decepciones. Los que no pueden esperar demuestran en la adolescencia actuar como, más caprichosos, indecisos y propensos al estrés, atributos estos que difícilmente podrían asociarse con el éxito.

      El consejo de los sabios (Avot 4:1) es: "¿Quién es fuerte? Quien domina sus impulsos. Pues fue dicho: "Mejor es el paciente que el fuerte, y quien reina sobre su espíritu que quien conquista una ciudad" (Mishlei/Proverbios 16:32)".

    Estos recursos son también útiles en otros casos de sentimientos y emociones igualmente indeseables, como la ansiedad o la depresión.

    Por otra parte cuando es una emoción de índole positiva, tal como el amor, el desprendimiento, etc., pero que ha sobrepasado el equilibrio, convirtiéndose en una tortura espiritual/emocional, no ha de dudarse en considerarla como una emoción negativa, que encubre algún trastorno espiritual.
     

  3. Enfoque positivo.
    Es la capacidad para autoinducirse emociones y estados de ánimo positivos, como la motivación, la confianza, el entusiasmo y el optimismo.

    Hay componentes de la química neuronal que hace que la predisposición al optimismo o al pesimismo puede ser innata, pero la práctica puede revertir esta situación si la persona es capaz de detectar el pensamiento derrotista y reconsiderar el problema desde un ángulo menos sombrío.

    Advirtamos, entonces, la diferencia entre esta cualidad y la anterior: en el equilibrio intelectual-emocional el problema que debe resolverse es una emoción intensa, como la ira, mientras que en la motivación debe resolverse el problema de un sentimiento de pesimismo y desconfianza en sí mismo. En ambos casos se impone un control del estado de ánimo correspondiente.

    Una buena técnica es focalizar en lo positivo.
    Por ejemplo, en lugar de decir: "quiero dinero para no pasar miserias", es más beneficioso afirmar: "quiero dinero para pasar confortable (y dar más a los necesitados)".
    Por ejemplo, en vez de decir: "es escasa mi expectativa de que me compren tal mercadería", es mejor expresar: "es posible que hoy tenga una buena venta".

    En lugar de concentrarse en los "no quiero" y "no puedo", dedíquese a los "quiero" y "puedo" sin salirse jamás de la línea de lo bueno y correcto que el Eterno nos ha trazado.
    Esto nos lleva a la aceptación sin remordimientos, culpas o recelos de las situaciones que nos exceden y no podemos controlar; pero nos hace responsables de actuar con nuestro mejor esfuerzo en aquello que está a nuestro alcance modificar.
    Es por eso que uno de los primeros pensamientos que nos debe acompañar al comienzo de la jornada, y hasta la hora de dormir es: "Al Eterno he puesto siempre delante de mí; porque está a mi mano derecha, no seré movido." (Tehilim / Salmos 16:8). Si el Eterno está delante de mi, y a mi lado, perpetuamente, entonces, ¿cómo dejar de confiar en que la vida es buena y puede ser mejor?

    Y no está demás tener en mente que: "El Eterno es tu protector; el Eterno es tu sombra a tu mano derecha." (Tehilim / Salmos 121:5).
    El Eterno es su sombra, allí a donde usted vaya, Él estará con usted.
    Él es su sombra, aquella conducta que usted manifiesta, Él la reproducirá.
    Si pensamos y actuamos en pro de una meta, hacia allí nos acompaña y aúpa el Eterno.

    Piense en positivo, y estará en la senda positiva.
    Piense en positivo, y estará sensible a percibir las posibilidades que lo llevan al éxito verdadero.

    En buena medida, el modo en que nos responde el mundo, es un eco de cómo nosotros lo tratamos.
     

  4. Apertura.
    Tiene que ver con el conocimiento y relación eficaz, así como control de las emociones y estados de ánimo de los demás.

    Cuanto más hábiles seamos para interpretar las señales emocionales de los demás (muchas veces sutiles, casi imperceptibles), mejor controlaremos las que nosotros mismos transmitimos.

    Apunta a una capacidad para entablar vínculos con los demás que de una u otra manera puedan beneficiar al sujeto.

    Es así que un profesional puede tener grandes conocimientos sobre su materia y un alto coeficiente intelectual, pero si no sabe relacionarse con los demás sus posibilidades de éxito se verán muy disminuidas. Por lo tanto, deberemos relativizar aquello de que "el conocimiento es poder", siempre y cuando lo entendamos como simple conocimiento teórico y no como una saber acerca de las emociones de los demás.

    Recordemos y tratemos de hacer carne esta máxima: "¿Quién es honrado? Aquel que honra a los demás." (Avot 4:1).

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Notas:

1-
En 1981 el doctor Roger Sperry fue galardonado con el premio Nóbel de Medicina y Fisiología por sus estudios relativos al funcionamiento del cerebro. En resumen sus conclusiones llevaron a reconocer lo que la Tradición judía sostenía desde hacia milenios, la lateralidad cerebral permite relacionarse con el mundo de diversas maneras:
Hemisferio izquierdo
Hemisferio derecho
Lógico
Analógico
Verbal
Plástico
Racional
Intuitivo
Analítico (discursivo)
Sintético
Científico
Artístico
Reproductivo
Creativo
Realista
Fantástico
Consciente
Inconsciente
Aritmético (números)
Geométrico (figuras)
Concreto y práctico
Mágico
La ciencia neurológica nos anuncia que el cerebro procesa en dos formas: una lineal, secuencia; y otro global.
Otra característica de nuestro cerebro es que no distingue entre fantasía entre realidad. Esto se observa fácilmente en el caso de las fobias: el sujeto reaccione, no a la realidad, sino a sus propias percepciones.
Pensemos en las personas que tienen fobia a los lugares cerrados, o a los ratones o a los aviones. Es evidente que el objeto o la situación exterior para nada justifican las reacciones de violenta angustia del sujeto.
Actualmente se usan diversos recursos para estimular el hemisferio derecho: la visualización, las fantasías dirigidas, la representación de papeles (role-playing), la expresión corporal, etc.

En la tradición judía ver R. I. Albo, Sefer HaIkarim 1:16 y el Meirí en Avot 3:24.

2-
Según el doctor Paul MacLean, director del programa Evolución y Conducta Cerebral en el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos, "en el proceso de conocimiento utilizamos tres cerebros, ninguno de los cuales puede ser relegado: el sistema límbico, que afecta a nuestras emociones; el reptiliano, que crea conductas y rutinas instintivas; y el neocórtex, con sus dos hemisferios, izquierdo y derecho, responsable de las funciones superiores. El primero de los hemisferios nos transmite la información racional y verbal; el segundo, la visual e intuitiva. Pero, curiosamente, como ha señalado el neurólogo Roger Sperry -premio Nóbel en 1981-, "cuando el cerebro funciona en su totalidad, utilizando la conciencia unificada de ambos hemisferios, rinde más que cuando dispone de las propiedades de cada hemisferio por separado".

3-
Ver Etz Jaim 23:5, 8, 40:6, para comprender el "espacio virtual" que corresponde a la sefirá Daat.

4-
Un sabio del Talmud (Kidushin 80b) dice: "La mujer tiene un daat débil".
Esto ha dado pie a interpretaciones erróneas, prejuiciosas, que quieren tildar a la sabiduría tradicional de machista o misógina, cosa que es absolutamente falso.
El significado real del pasaje es: si bien la mujer posee Daat, naturalmente ella tiende más que el varón a emplear su Biná, su raciocinio práctico cuando es emocionalmente cultivada, pero a dejarse arrastrar por su deseo, cuando no ha ejercitado su autodominio.
Esto implica que naturalmente para la mujer es más fácil ser sensible, y por tanto misericordioso por demás que el varón; o, ser dura, fría, intelectualmente movida, inconscientemente desapegada de la emotividad que teme.
Tal predisposición natural de la mujer le da una gran ventaja respecto al hombre, pues tiene en potencia una mayor intuición emocional y espiritual (ver Nidá 45b), lo que le permite desplegar mejor su función en el Mundo. Pero a la par tiene una desventaja, con más facilidad se deja llevar por su emotividad, haciendo que sea demasiado flexible, incluso en ocasiones al grado de perder su postura: sea porque tiene a ser débil en sus juicios, o por el contrario, demasiado dura.
No hay una mirada lastimosa sobre la mujer en este pasaje, ni un dejo de superioridad, sino un rol diferente con cualidades diferentes. Ambos con sus especificidades, mujer y varón, son complementarios.

5-
La "Inteligencia Emocional" del Dr. Daniel Goleman es una aproximación occidental al uso adecuado de Daat, si bien no es reconocido como tal

6-
Stephen Rosen del MIT explica respecto a los científicos y los técnicos: "Cuanto más inteligentes son, mayor es también su incompetencia emocional y social. Es como si el músculo intelectual se hubiera fortalecido a expensas de los músculos de las competencias personal y social".

 

 Yehuda Ribco

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