Shabbat: Av 8, 5765; 13/8/05
Comentario de la Parashá
Devarim
Las
correctas compañías
En nuestra parashá el río Eufrates es llamado
"Gran Río" (Devarim / Deuteronomio 1:7).
El eximio comentarista Rashi, in situ, explica que es referido como "grande"
pues está mencionado en conexión a la Tierra de Israel.
Así mismo suele ocurrir con las personas, tal
como el conocido refrán versa: "Dime con quién andas y te diré quién eres";
cuando la persona se aproxima a grandes personas, a estudiosos y sabios,
comienzan a impregnarse de su eminencia.
Este contagio en actitudes y valores es el motivo central por el cual la
elección de nuestros compañeros es sumamente relevante: si elegimos personas
con una actitud negativa, lo más probable es que terminaremos por corromper
nuestras propias actitudes.
Sin embargo, si estamos rodeados de personas con altos valores éticos, y de
proceder positivo, seguramente que encontraremos que nosotros estamos a su
nivel, que sus facetas positivas son acordes a las nuestras y que nuestra
visión de las cosas tiende a la construcción y elevación y no a la mera
destrucción insana.
Encontramos en el libro Bereshit/Génesis un
patente ejemplo de como la influencia negativa del entorno facilitó la
degradación ética de una familia entera.
Recordemos a Lot, el sobrino de Avraham, quien acompañó a su tío en la
aventura de afincarse en la Tierra de Promisión (Bereshit / Génesis 12:4).
En aquellos momentos era un compañero de un gran hombre, pleno de buenos
valores y deseoso de seguir su ruta de ascenso espiritual y moral. Sin
embargo, Lot se despidió de su tío y prefirió la vida en las cercanías de la
maléfica sociedad sodomita (Bereshit / Génesis 13:12), de los cuales está
dicho que eran: "...malos y muy pecadores contra el
Eterno." (Bereshit / Génesis 13:13). Pasaron los años y el Eterno
decidió destruir ese centro de podredumbre espiritual, pero por amor a
Avraham envió a un par de ángeles para rescatar a Lot y su familia.
A esa altura Lot ya estaba contaminado por los valores deplorables de
Sodoma, pues estaba dispuesto a dar a sus hijas para que fueran violadas por
una turba de degenerados enervados, y más tarde fue él quien mantuvo
relaciones íntimas con sus propias hijas.
A ese ínfimo punto llegó Lot por haberse afincado en las cercanías de los
inmorales y pecadores.
En consejo del más sabio de los hombres: "No tengas
envidia de los hombres malos, ni desees estar con ellos" (Mishlei
/ Proverbios 24:1).
¿Para qué desear ser como ellos o tener sus beneficios materiales?
¿Para qué desear estar en su compañía?
¿Para qué, si solamente perdición se encuentra en el camino de los malvados?
Por otra parte, tenemos el consejo de
apegarnos firmemente a los sabios y buenos, tal como Avot aconseja con
sabiduría: "Que sea tu casa lugar de reunión de los
sabios, empólvate en el polvo de sus pies y bebe con sed sus palabras."
(Avot 1:4).
Como ejemplo de adhesión constructiva, tenemos
el de Ieoshúa, el fiel ayudante de Moshé, cuando fue llegado el momento el
Eterno dijo acerca de él: "Ieoshúa [Josué] hijo de
Nun estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moshé [Moisés] había
puesto sus manos sobre él" (Devarim / Deuteronomio 34:9).
Por estar en la presencia de su maestro y estar adherido a él, fue
adquiriendo dotes incalculables.
Una de estas cualidades superiores de Moshé
que aprendió Ieoshúa fue la de la "escucha auténtica", que es parte de la
Comunicación Auténtica.
Tal como expresa nuestra parashá: "...la causa que
os sea difícil la traeréis a mí, y yo la oiré" (Devarim /
Deuteronomio 1:17).
¿Qué nos está enseñando Moshé con sus palabras?
¿Qué podemos aprender de su aptitud para oír y discernir en los asuntos que
eran difíciles para otros?
Una de las cosas que extraemos de este pasaje es uno de los pilares de una
fuerte corriente en la Psicología: cuando la persona derrama auténticamente
el contenido de su corazón ante alguien que le escucha auténticamente,
suelen surgir soluciones ignoradas hasta el momento, y se suele descubrir un
sentido allí donde parecía haber caos y sinsentido.
El gran proverbista nos enseñó que: "Dobleguen la
preocupación/ansiedad del corazón del hombre, pero con buena palabra
alégrenla." (Mishlei / Proverbios 12:25. A partir de esta
moraleja, el Talmud (Iomá 75a) apunta que cuando uno cuenta sus asuntos a
alguien que escucha auténticamente, eso ya es una parte de su resolución, un
bálsamo para sus ansiedades de corazón.
De acuerdo al Rebbe de Gur esta afirmación talmúdica se enraíza en el
versículo de nuestra parashá que hemos citado anteriormente, pues Moshé no
anuncia que él resolverá las dificultades, sino que las oirá. Es decir,
simplemente por prestar atención a la apertura de corazón de otra persona,
que describe así sus ansiedades, se le está dando una gran mano para
encontrar o construir alguna solución certera.
Para finalizar por esta ocasión, ya que
hablamos de modos de hacer las cosas, de caminos por los cuales transitar,
tengamos en mente que:
"El descarriado de
corazón se hartará de sus caminos, pero el hombre de bien estará satisfecho
con el suyo." (Mishlei / Proverbios 14:14).
¡Les deseo a usted y los suyos que pasen un Shabbat Shalom UMevoraj!
¡Qué sepamos construir shalom!
Moré Yehuda Ribco
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Notas:
-Otras interpretaciones de este pasaje de la
Torá, y más estudios los hallan
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Relatos, anécdotas y enseñanzas
- Joven, lo he visto casi toda la tarde y me
ha entrado la curiosidad... si no le molesta, ¿me podría decir por qué está
tirando estrellas del mar al océano?
- Sí señora, le responderé con gusto.
Me da mucho dolor que mueran las estrellas, y por eso las devuelvo.
- ¡Pero joven! ¿Piensa que cambiará algo por
devolver 10 o 20 estrellas al mar?
¿Cree que no seguirán muriendo? ¿Cree que hace alguna diferencia?
- Señora querida, quizás no haga una
diferencia para todas las estrellas, pero para aquella que devuelto al
mar... ¡seguramente que he hecho una diferencia!
Y la señora pasó el resto de la tarde junto al
joven devolviendo vidas al mar...
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