Lic. Prof. Yehuda Ribco |
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Ekev > Devarim 7:12 - 11:25 |
Shabbat: Av 22, 5765; 27/8/05
Comentario de la Parashá Ekev
En la parashá se menciona que los israelitas de antaño, tal como los actuales:
El clásico comentarista Sforno nos explica in situ que es imposible ser rectos y probos en el corazón y en la mente al mismo tiempo que se mantiene la actitud de ser de "dura nuca". Ser un "cabeza dura", para decirlo en términos
más corrientes, significa seguir empecinadamente los dictados de nuestro
inconsciente.
o pueden estar anclados en
Sea cual fuera el anclaje, son productos de la
subjetividad, de lo arbitrario, y por tanto suele ser inconsistente con la
perspectiva de la Torá. Es evidente que mantendremos nuestra
subjetividad a lo largo de nuestra vida, y que continuaremos cumpliendo
aquellos ritos que hemos adquirido con nuestro aprendizaje y que también
seguiremos prestando oídos a los dictados de las pasiones de nuestro
corazón. Sin embargo, nuestra tarea es de tratar de pulirnos para mejorarnos
y esto se consigue exclusivamente, como hemos dicho, mediante el guardar y
cumplir los preceptos de la Torá. Perseverar en los viejos patrones, dolorosos pero ya conocidos, es a simple vista la vía más sencilla. Uno repite, una y otra vez, los mismos errores, las mismas desgracias se suceden como si un destino inquebrantable marcase la vida. Pero realmente, esa cadena siniestra es la poca voluntad para emprender los cambios necesarios. Toma tiempo, esfuerzo y dedicación el cambiar aquello que parece ser de roca sólida, tal como son nuestros hábitos prefijados y los llamados de los instintos, sin embargo, se puede vencer a esa roca dejando caer incesantemente una gotita de agua, una enseñanza de Torá con su correspondiente práctica del mandamiento. Tengamos presente este versículo:
Es el Eterno el que nos ayuda para que nuestro
ser no muera en la soledad del vacío. Somos hijos del Eterno, creados a Su imagen y semejanza, por tanto el límite para nuestro crecimiento espiritual solamente está en los Cielos... ¿dejaremos que una educación banal grabada en nuestras neuronas y unos impulsos del instinto nos detengan a la altura de la Tierra? Recordemos, por favor recordemos:
¡Les deseo a usted y los suyos que pasen un Shabbat Shalom UMevoraj! Moré Yehuda Ribco
1- -Otras interpretaciones de este pasaje de la Torá, y más estudios los hallan HACIENDO CLIC AQUÍ, AQUÍ y AQUÍ. |
Relatos, anécdotas y enseñanzas El hombre quería sacar un clavo de aquella
tabla gruesa de madera, pero no tenía más herramientas que su ingenio, un
martillo y otros clavos. Muy feliz estaba viendo la tabla, satisfecho con su genialidad cuando apareció un sujeto que sin compasión le dijo: ¡Sí que eres tonto! Sacaste un clavo con otro, ¿y ahora con qué vas a sacar el segundo? Enojado pero reconociendo su yerro el hombro tomó un clavo mucho más grueso y largo, apuntó sobre el segundo clavo y martilló con todo su enojo, y ese segundo clavo también salió de la madera. Pero el clavo más grueso y largo aún estaba ahí, por este motivo el sujeto se burló nuevamente del hombre. Pero éste, aún iracundo le dijo que se fijara, y como era mucho más largo empezó a hacer fuerza con sus manos para sacarlo y de a poco fue cediendo. Entonces el hombre gira hacia el sujeto y con aire de soberbia regada con enfado le dice: Viste que no soy tonto, solamente inexperto... saqué todos los clavos de la madera... Pero el sujeto le señala la madera y le dice: ¡Sí, muy brillante resultaste! ¿No ves que tu querida madera quedó totalmente inservible, que está muy agujereada, golpeada y rajada? El hombre sin más que añadir, se postró y lloró en su impotencia...
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Preguntas y datos para meditar y profundizar:
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De la Parashá Ekev |
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©2005
Yehuda Ribco,
Montevideo, Uruguay.
___Queda terminantemente prohibido el uso de estos textos para fines de
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