Lic. Prof. Yehuda Ribco |
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BeShem H' El Olam |
LaH' Haaretz UMeloa
Responsable: Licenciado en Sicología Prof. Yehuda Ribco / Darjey Noam
Rosh HaShaná
"Tocad
el Shofar en luna nueva; por nuestra solemnidad."
(Tehilim /
Salmos 81:4)
Muchas
costumbres se han sumado a lo largo de los milenios a la celebración del nuevo
año (que alguno llaman "judío", cuando en realidad es el "año
nuevo del Mundo"):
Comer
manzana con miel, vestir ropas nuevas, la cabeza de pescado, jalá
redonda y dulce, las frutas de muchas semillas, tashlij, kartisei
berajá, etc.
Pero,
sin dudas la mitzvá principal de esta fecha es la que la Torá nos ordena:
hacer sonar el Shofar.
Y las razones que podemos argüir para escuchar el sonido del Shofar son varias,
de distinto orden, índole, profundidad, seriedad, esperanza, etc.
En esta ocasión me gustaría que recordáramos que los toques particulares del
Shofar que se hacen para Rosh HaSHaná, en realidad asemejan el proceso que
realiza una persona que está sufriendo, que está angustiada, pero que reconoce
su situación en un grito desesperado (tekiá), luego se lamenta (shevarim),
más tarde llora y gimotea (teruá)... para finalmente ir hallando un
poco de paz (nueva tekiá - guedolá).
Eso es lo que se espera que sea el proceso de la teshuvá (que se traduce
a menudo como "arrepentimiento")... un encuentro (incluso doloroso)
con lo más recóndito que tenemos en nosotros, en busca de liberar las
tensiones, para hallar como consecuencia de un trabajo denodado el equilibrio
personal, que lleva necesariamente al equilibrio con nuestros semejantes y con
el Eterno.
Descontado
está que la verdadera teshuvá es muy difícil de alcanzar, pero de
hacerlo, un nuevo mundo (prácticamente) se abre frente a nosotros.
La cuestión es, ¿estamos preparados para aventurarnos?
Algunos
peldaños para alcanzar la Teshuvá
¿En dónde podemos ubicar el pedir perdón?
Shaná Tová
Elul 29, 5760
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