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profeta, Isaías, ayuno, Av, destrucción, Templo, Mikdash, Iersuhalaim,
Jerusalén, mesiánico, agua, llanto, dolor, lágrima, pesar
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Shalom.
Gracias por tan excelente y oportuna pregunta.
Es oportuna al menos por dos motivos:
-
Precisamente es en estos días que el corazón
del fiel se quiebra inundado por el pesar al recordar la destrucción de
Ierushalaim/Jerusalén, del Mikdash/Templo, y la expulsión de los
hijos de Sión a la dispersión y la noche.
Estamos en los días previos al Nueve de Av, el día más trágico en nuestra
historia nacional-espiritual, el día que aún mancha nuestras vidas con
ondas de tristeza y abatimiento.
-
En estos días se difundió internacionalmente
la noticia que del Kotel HaMaarabí
-Muro Occidental o de los lamentos) está brotando agua, o hay manchas de
humedad.
Ahora, le daré una respuesta a la relación que
se puede establecer entre el agua brotando del Muro y el Mashiaj.
Dice el profeta: "Clama al Señor el corazón de ellos. Oh muralla de la
hija de Tzión [Sion], derrama lágrimas como arroyo de día y de noche. No te
des tregua, ni descansen las niñas de tus ojos. Levántate y da voces en la
noche, en el comienzo de las vigilias. Derrama como agua tu corazón ante la
presencia del Señor. Levanta hacia él tus manos por la vida de tus
pequeñitos, que han desfallecido por el hambre en las entradas de todas las
calles."
(Eijá / Lamentaciones 2:18-19)
Entre otras cosas, esto significa que (metafóricamente) del corazón del
amante de Ierushalaim deben manar abundantes lágrimas, ¡cómo arroyo!, por
causa de la destrucción de Ierushalaim, por causa de la dispersión de los
judíos entre las naciones, por causa del exilio de la Presencia Divina que
no cuenta con Su Templo.
Estas lágrimas serán restañadas, y convertidas en risas de gozo y alabanza
cuando se restablezca el Mikdash/Templo, cuando en la Era mesiánica
el justo rey (el Mashiaj) posibilite el retorno de sus súbditos (nosotros
los judíos) a nuestra patria para vivir en paz y armonía, y poder servir al
Eterno del modo que Él ha encomendado en Su Torá. Tal como fuera anunciado
por el profeta: "Así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: 'Los ayunos del
mes cuarto, del quinto (Nueve de Av), del séptimo y del décimo serán
convertidos en ocasiones de gozo, alegría y buenas festividades para la casa
de Yehudá [Judá]. Amad, pues, la verdad y la paz.'" (Zejariá / Zacarías
8:19).
El agua de las lágrimas cambiara su sentido, pues serán aguas de vida y
crecimiento, en lugar de aguas de recordación y desolación. Tal como está
anunciado: "Ciertamente el Eterno consolará a Tzión [Sion]; Él consolará
todas sus ruinas. Convertirá su desierto en Edén y su región árida en huerto
del Eterno. Alegría y gozo habrá en ella, acciones de gracias y sonido de
cánticos." (Ieshaiá / Isaías 51:3)
Así que, las lágrimas, el agua, tienen relación con el Mashiaj, pues antes
de su reinado estamos ahogados en penurias; mientras que él representa
que Dios no saca a flote, para luego navegar en un mundo remozado, un mundo
que reconocerá a Dios sin par, tal como fuera profetizado: "No harán daño
ni destruirán en todo Mi santo monte, porque la tierra estará llena del
conocimiento del Eterno, como las aguas cubren el mar." (Ieshaiá /
Isaías 11:9)
En cuanto al Muro Occidental, éste Muro es el
único remanente de lo que fuera la Casa del Eterno, testigo mudo y
fiel del dolor del pueblo apartado de su terruño, del pueblo imposibilitado
por retornar a la vida pacífica.
Éste es el Muro que resistió al destrucción del Segundo Templo, y
luego la vesania y malicia de todos los conquistadores, y vio la
vejación que el extranjero impúdico hizo de la tierra y especialmente de las
personas (¡baste recordar que los momentáneos conquistadores musulmanes de
hace pocas décadas hicieron del Muro un tiradero de basura y desechos,
prohibiendo además el ingreso de los orantes judíos a las inmediaciones!).
Cuando días antes del Nueve de Av se ve al Muro llorar, ¿no da para
pensar que estamos en los prolegómenos mesiánicos si hasta el mismo Muro
parece verter su dolor por la tragedia del pueblo que vive sin paz?
Para ir finalizando, el profeta anuncia: "Acontecerá
también en aquel día que de Ierushalaim [Jerusalén] saldrán aguas vivas...
Entonces el Eterno será rey sobre toda la tierra. En aquel día el Eterno
será único, y Único será su nombre." (Zejariá / Zacarías 14:8-9).
¿Será esto que estamos atestiguando hoy en día el inicio del cumplimiento de
estas palabras inspiradas por Dios?
En definitiva, es una interpretación que se
fundamenta en los escritos de los profetas y en la esperanza por transformar
los corazones de piedra en corazones vivos (Iejezkel / Ezequiel 11:19); no
es necesariamente una señal ineludible de la cercanía de la Era mesiánica
(¡quiera el Eterno que lo fuera!)
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que
sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco
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