Claves: Torá, hebreo, enseñanza, estudio, aprender, talmud, limud, maase, Talmud, Sabios, maestro, rabino, Maimónides, Rambam, guía, descarriados, moré, naboj, nebujim

Shalom.
Gracias por su participación.
En nuestro sitio no censuramos a las personas por lo que piensan, ni por lo que creen, sino por lo que hacen.
Si usted es agnóstico, o musulmán, o cristiano, o ateo, o judío, o comunista, o lo que fuera;  mientras actúe con respeto (por Dios y las personas), es bienvenido.

Y antes de introducirme en la respuesta a su pregunta, quiero disculparme por la tardanza en responderle, pero es que el trabajo que debo hacer es inmenso y los recursos materiales escasos.
Sé que estoy atrasado en algunas respuestas que están esperando hace más de tres meses, por lo que ruego a todos los lectores paciencia, comprensión y persistencia. Y agradezco a aquellas personas de noble corazón que con sus aportes económicos posibilitan que SerJudio.com se mantenga actualizada casi a diario.

Ahora pasemos a la respuesta.
Estuve perplejo mucho tiempo, porque me pareció que debía responderle acerca de la figura del príncipe de los pensadores, acerca de Maimónides.
Sin embargo, finalmente se me aclaró que usted pregunta textualmente: "como puedo entender el sentido de los pasajes de la Tora."

La respuesta a esta pregunta es bastante simple.
Debe procurarse un maestro judío, vasto y profundo conocedor de la Torá (escrita y oral) y la halajá -normativa judía-, así como respetuoso de las palabras y enunciados de los Sabios y maestros de renombre, y que cuente con la suficiente capacidad como para educar mientras estudia.
Por intermedio del estudio junto a esta persona, es la única manera que la Torá tendrá la oportunidad de dejar de ser un texto ajeno a usted, para convertirse en algo así como una segunda naturaleza.
Mientras usted lea pasajes de la Torá y sustancie sus reflexiones en textos (de judíos eruditos tales como Maimónides; o de judíos superficiales; o (Dios no lo permita) de maestros gentiles de (supuestamente) Torá), su contacto con la Torá será parcial y superficial, y a veces ni siquiera será un contacto.
Es quizás por esto que usted siente confusión, pues es como pretender estudiar acerca del sentimiento por un hijo a través de un libro, cuando se es huérfano de nacimiento y todavía no es padre.

En cuanto a utilizar la "Guía de los descarriados (o perplejos)" de Maimónides como ayuda para comprender la Torá, me permito citarle las palabras de su autor en la introducción:

"En cuanto a los confundidos, cuya claridad se halla perturbada por teorías opuestas a la verdad y métodos equivocados, que sin embargo toman como ciencia verdadera, con pretensiones de hombres especulativos, aun sin saber nada que pueda en realidad llamarse conocimiento de Torá y ciencia de su interpretación, esos se retraerán de no pocos capítulos y sentirán notoria confusión al no captar su sentido..."

Se lo traduzco: la persona que ha sido educada dentro de religiones y filosofías apartadas de la Torá, bajo creencias opuestas a lo que Él ha revelado por medio de sus profetas y de los Sabios de Israel, por más buena disposición que tenga por aprovechar las enseñanzas del libro, encontrará difícil hallar claridad, valor y conocimiento en las páginas de la "Guía para los descarriados".
Tal como una persona fumadora empedernida, tose y se marea al ser expuesto a bocanadas de aire puro y límpido. Antes de que esta persona pueda gozar de la vitalidad del aire saludable, es imprescindible comenzar la limpieza de su sistema respiratorio.

Por lo tanto, lo que usted, mi apreciado Cristian, podría hacer si desea encontrarse personalmente con la Palabra del Eterno y sacar a relucir lo mejor que guarda dentro de sí, no es intentar estudiar Torá por medio del auxilio de la "Guía"; sino que antes está la dura tarea de des-aprender las creencias ajenas a la verdad de Dios e ir aprendiendo lo que lo aproxima a la Verdad (a Dios). Esto se consigue solamente empapándose con las enseñanzas directas de personas calificadas, como las que ya le he declarado más arriba, y sorbiendo cada palabra de Torá como un sediento en el desierto. Así, encontrará que de a poco muchas zonas oscuras se irán iluminando. Quizás no todas, quizás no pronto, pero sí notará que la confusión y la oscuridad que usted cuenta en su misiva que está experimentando, se van apagando.
Quizás entonces podrá sentir como apropiadas estas otras palabras de la introducción ya citada:

"...cuánto se alegrarán y qué placer experimentarán con su lectura!"

Espero que así sea pronto.

Me agradaría recibir sus comentarios edificantes en la casilla de e-mail: comentario@serjudio.com?subject=rap1242

Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom

 Yehuda Ribco