Shalom.
Gracias por participar.
Para responderle, permítame preguntarle algo:
¿Usted cree que los dioses falsos existen?
...
Mi respuesta es sí, claro que existen. Y al mismo tiempo le respondo que NO,
absolutamente son mentiras, engaños, ilusiones, fantasías... nada.
Pero, ¿cómo puede algo existir y no existir al mismo tiempo?
Es muy simple en realidad: los dioses falsos existen como divinidades en la
fantasía de sus creyentes, tal como una persona sumida en un delirio tiene
plena certeza de que la delusión que está experimentando es real... cuando
impersonalmente no lo es.
Es decir, objetivamente los dioses viven en el deseo extraviado de sus
adoradores y en ningún otro lado. Las deidades mitológicas dependen para
existir de (la fantasía de) sus fieles.
A diferencia del Eterno, que es antes de todo tiempo, no dependiente de nada
ni nadie, y que demostró Su Presencia irrefutable y certera, más allá de que
alguien crea en Él o no.
Si quiere obtener una imagen de lo que le estoy enseñando, por favor lea 1
Melajim / I Reyes 18:18 hasta el final del capítulo.
Ahora bien, ¿las diez plagas que asestó el
Eterno a Egipto es una batalla de Dios contra las idolatrías egipcias?
La respuesta (nuevamente) es sí y no.
Sí es una batalla contra la creencia en los dioses, pues Dios pretendía
extirpar la superstición de los corazones hundidos en la aberración
idolátrica.
Pero, en los hechos no era una guerra contra los dioses, pues éstos no
existen más que en el deseo de sus adoradores.
En síntesis, las plagas pueden ser consideradas también como una
lucha contra las creencias erróneas de los seguidores de las deidades
egipcias; aunque en la realidad no hubiera tal batalla contra los dioses
(pues éstos no existen).
Pasemos a su segunda pregunta.
En realidad cada plaga tenía varias finalidades, la más destacada era la de
quebrar el ánimo contumaz y rebelde de Faraón y sus acólitos. A cada nueva
plaga, un nuevo paradigma de hegemonía faraónica caía. Así se estaba
posibilitando el proceso de liberación de los israelitas de la ominosa
esclavitud (física y espiritual) de Egipto.
Otra finalidad era la de erradicar las creencias paganas de las mentes de
las personas (hebreas o gentiles). Si para esto el Eterno tenía que
destrozar pública y rotundamente alguna falsa deidad egipcia, eso era lo que
hacía. Por ejemplo al convertir al río-dios Nilo en una masa sanguinolenta;
o al hacer de los primogénitos endiosados un motivo de penuria y
desconsuelo, se estaba poniendo las cosas en su sitio: el río es una
corriente de agua, los primogénitos son personas.
Pasemos a su tercer pregunta.
No se derrotó a ningún dios egipcio.
En todo caso, se utilizó para quebrar la fantasía de que existen dioses
aparte de (o junto a) Dios.
Tal como la Torá establece:
"Porque Yo enviaré esta vez todas Mis
plagas sobre ti, sobre tus servidores y sobre tu pueblo, para que
entiendas que no hay otro como Yo en toda la tierra."
(Shemot / Éxodo 9:14)
Si le quedan dudas, con gusto serán recibidas.
Para finalizar, disculpe pero no sé que quiere
decir beraká que usted puso al final de su misiva.
Aprovecho para desear a todos un 5763 de
plenitud y bendiciones, ¡Shaná Tová!
Recuerden que me agradaría recibir sus
comentarios edificantes en la casilla de e-mail:
comentario@serjudio.com?subject=rap1307
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que
sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco |