Claves: Dios, Hashem, Adam, Torá, Biblia, Pentateuco, Adán, Edén,
jardín, gan, huerto, cuidar, guardar, mandamiento, precepto, mitzvá,
ecología
|
Shalom.
Gracias por participar.
Le agradezco el título que me regala, pero no me corresponde.
Está escrito:
"Tomó, pues, el Eterno Elokim al humano y
lo puso en el jardín de Edén, para que lo trabajase y lo guardase."
(Bereshit / Génesis 2:15)
Antes de responder específicamente su duda,
quiero hacer notar que este pasaje de la Torá puede muy bien ser usado como
eslogan ecologista; ya que el mensaje es: la persona en armonía con la
naturaleza, a favor de su desarrollo y protección, haciendo uso pero no
abuso, de acuerdo al deseo de Dios.
Ahora pasemos a su pregunta: ¿de qué o quién
debía Adam proteger el jardín que él trabajaba?
La primera respuesta es muy simple: de los animales.
Éstos tenían derecho a comer de las plantas de la tierra (Bereshit / Génesis
1:30), pero, ¿por qué habrían de dañar (pisoteando, trepándose, etc.) el
jardín que trabajaba Adam?
La segunda respuesta es más provechosa.
El Eterno sostenía el Edén con su inconmensurable fertilidad sin necesidad
de que el hombre trabajase o se preocupase.
¿Acaso precisa Él de nuestra minúscula ayuda?
Pero, para no avergonzar a Adam, haciéndolo sentir un parásito
inútil, le ordenó que trabajara, que sintiera que estaba ganando su
comida, en lugar de tomarla.
Y también sirve para educarnos a nosotros, que incluso sin premura
económica, sin esperar un sueldo o retribución; el valor del trabajo, de la
ocupación, del cuidado por algo ajeno a nosotros mismos es inmenso.
Ya lo establecen nuestros Sabios, aquel que es rico y acomodado, o se ha
jubilado, debe ocuparse de algo, aunque sea de cultivar un terreno baldío,
pues de lo contrario no está desplegando su dimensión humana. (Esto mismo lo
aprendí en mis experiencias como psicólogo con grupos de ancianos ya
jubilados, que sentían que su mundo se acabó el día que dejaron de
trabajar).
La tercera respuesta.
Ser fiel y amante del Eterno se demuestra con hechos, no con
sentimentalismos vacíos.
Por lo tanto, si bien el trabajo de la tierra de Adam en Edén era
productivamente irrelevante; acatar la orden de Dios era lo que estaba
haciendo al trabajar la tierra.
Y el cuidar, se refiere al mandamiento dado por el Eterno. Es decir,
cuidar el mandamiento de trabajar la tierra. (Es un mandamiento de tiempo y
lugar definido, no para todas las generaciones, ya que se estipula que es
trabajar el Edén).
La cuarta respuesta.
El ser responsable, de edificación y buscador de trascendencia, no se
consigue con el mero deseo y huecas palabrerías, sino con esfuerzo y
dedicación encarada a modificar la realidad.
Para esto precisamente están los mandamientos.
Y para esto es que Dios ordena a Adam que haga y deje de hacer ciertas
cosas: para educarlo.
Tal como nos ordena a nosotros el cumplir determinados mandamientos (7 para
los gentiles, 613 para los judíos).
Aprovecho para desear a todos un 5763 de
plenitud y bendiciones, ¡Shaná Tová!, y recuerden que la tzedaká es
uno de los favorecedores en el juicio de Rosh HaShaná, y de la
liberación personal-social.
Recuerden que me agradaría recibir sus
comentarios edificantes en la casilla de e-mail:
comentario@serjudio.com?subject=rap1333
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que
sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco |