Pregunta: Estimado Sr. Yehuda,
Vuelvo a dirigirme a usted en relación a un tema que le plantee hace algún
tiempo, es respecto al libro de Job, recientemente he estado leyendo
diferentes opiniones sobre su significado, una de las últimas cosas que he
leído hablaba de la idea de una "prueba" del tipo de fe de Job, sobre si su
fe o amor a Dios (aqui el autor, que era cristiano, trazaba una equivalencia
entre ambos conceptos, pero me parece que es una equivalencia gratuita, o al
menos no necesaria fuera del punto de vista cristiano) obedecía a un interés
personal de Job o eran "puras" (en el sentido de tener fe en Dios y seguir
amándolo pese a todas las desgracias que acontecen al personaje). Yo por más
que lo leo sigo dándole vueltas a la idea que el mensaje versa sobre la
total omnipotencia de Dios, incluso díría que el hilo argumental (todo lo
que le sucede a Job y esa especie de "tertulia" entre Dios y Satánas en
relación al personaje) es subsidiario o anecdótico, solo sería la trama que
permite mostrar como Dios es todo, literalmente, y lo puede todo, es decir,
sobre el tema de la omnipotencia no sobre el tema de la fe y su carácter.
¿Ando muy equivocado? . Saludos muy cordiales y disculpe si me he excedido
en la exposición de la pregunta.
Jorge G.
España
(Deben incluir en todos sus mensajes para
nosotros su nombre completo, el nombre de la ciudad y país donde vive) |
Shalom.
Gracias por participar.
Apreciado mío, TODO el Tanaj versa sobre el
poder, dominio e interés constante del Eterno sobre Su creación.
También el libro de Iyov/Job lo hace.
Por lo cual la postura que usted sostiene es obviamente compatible con el
tono del relato.
Sin embargo, en Iyov encontramos otros tópicos, y uno de ellos es el de la
persona puesta a prueba.
Una persona NO es puesta a prueba para que Dios se entere de lo que subyace
en el corazón del probado, sino para que éste pueda enfrentarse al espejo de
su ser, descubrirse, y de ese modo crecer en búsqueda de lo trascendente.
Dios No pone a prueba la fe de las personas, la fe (la ceguera
del lerdo) es algo ajeno a lo que Dios pretende de las personas, pues Dios
nos creó para ser libres, decididos, voluntariosos, constructores... y no
ovejas que siguen la vara de otras ovejas...
Dios pone a prueba a la persona. La persona entera es la probada. Porque...
¿cuánto le puede importar a Dios el que una persona le tenga mucha fe,
si al mismo tiempo destrata injustamente al prójimo, o rechaza Sus
mandamientos?
En el Tanaj, el que mayor resultado obtuvo por
ser puesto a prueba por Dios, fue Avraham nuestro patriarca. La máxima de
las pruebas a la que fue sometido fue la de elevar a su hijo Itzjac.
Iyov también fue probado, sin embargo, un halo de derrota lo circunda.
Es cierto que los últimos párrafos restauran la dignidad y algo del brillo
de esta persona, pero, si somos precisos en el seguimiento comprensivo del
relato, veremos a un Iyov que cae, se debate, sufre, acusa, se resiste, se
resiente, y a duras penas puede salir a flote.
Es decir, Iyov es uno de nosotros, uno más de los que sufrimos en el valle
de la vida, ese valle llamado de lágrimas, cuando realmente somos nosotros
los que lo llenamos con nuestros llantos, en lugar de regarlo para que sea
un valle de bienestar.
Vea a Iyov, vea como no es la fe lo que se prueba, sino que es Iyov
el probado, cómo se comporta con su mujer, y cuando ésta lo abandona; y cómo
se comporta al sufrir el desprecio de sus semejantes, que antes lo llamaban
amigo por su dinero; y cómo trata a los que realmente están a su lado en la
miseria; y cómo se dirige a Dios, cuando ya nada parece tener sentido ni
esperanza.
No, mi amigo, no es la fe jobiana la probada.
Tampoco es la pureza de Iyov la puesta en consideración.
Sino, se prueba a ver si Iyov es capaz de vencer a la imagen de
auto-suficiencia que enmascara el verdadero ser de Iyov, para
encontrarse y encontrar al otro y a Dios.
La prueba es el horno de fundición que si es
aprovechado extrae las imperfecciones del metal precioso; pero si es mal
usado, termina por fundir las imperfecciones con lo valioso en una masa
irreconocible.
Si le quedan más interrogante, será un placer
poder estudiarlas a su lado.
Aprovecho para desear a todos un 5763 de
plenitud y bendiciones, ¡Shaná Tová, ketivá
vajatima tová!, y recuerden que la tzedaká -caridad- es uno
de los fundamentos que sostienen al mundo.
Si este texto le ha sido de provecho, no
olvide que este sitio se mantiene gracias a SU colaboración
económica. No cierre su mano, y abra su corazón bondadoso.
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que
sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco |