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 Lic. Prof. Yehuda Ribco (Tishrei 9, 5763 - 15/9/02)

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BeShem H' El Olam


 Respuestas a Preguntas // Ética // Iom Kipur

   Una misiva de perdón

Claves: Teshuvá, arrepentimiento, proceso, perdón, expiación, reparación, compromiso, ofensa, pecado, delito, error, Kippur, Kipur, día, limpieza, alma, espíritu, Maimónides, Rambam

judíos preguntas respuestas mashiaj hamashiaj fiestas jaguim shabat shabbat rezos plegaria Dios Pregunta: Mi estimado sr. Yehuda Ribco, le ruego encarecidamente que pueda perdonarme por las cosas horribles que le dije el año pasado y en una carta que le remití. Usted tenía razón y yo era quien estaba equivocado, realmente no tengo excusa. Pero apelo a su bondad y sabiduría para que siquiera pudiera comprender que en mi ardiente deseo por recuperar mi identidad judía me comporté como un elefante en una tienda de porcelanas, demasiadas dudas irresolutas, demasiadas preguntas...en ocasiones desafortunada, e incorrectamente formuladas. Esta es una carta de arrepentimiento sincero, repito que usted tenía razón y yo era el equivocado.

Atentamente.

Rafael ?.
España

(Deben incluir en todos sus mensajes para nosotros su nombre completo, el nombre de la ciudad y país donde vive)

Shalom.
Gracias por participar.

Hoy, a momentos de comenzar Iom Kippur, recibí este mensaje.
Realmente no recuerdo cuales son las faltas que se supone debo perdonar.
Pues, a veces trato de que las enseñanzas que salen de mi boca (dedos en este caso) sean coherentes con mi estilo de vida. Alguna vez he enseñado que es bueno (y saludable) cumplir con el mandamiento que indica no almacenar rencor, ni venganza, ni resentimiento en el corazón; aunque sea mantenido con plena vigencia el imperio de la justicia reparatoria. En el caso de la misiva que estoy respondiendo, al parecer, no había ni siquiera desequilibrio que procurar restablecer por medio de la justicia.
Por lo cual, bien poco puedo perdonar lo que ya está (de mi parte) finiquitado y sepultado.
Sin embargo, como uno de los preparativos para ingresar al Día de la Expiación es el arrepentimiento, y la solicitud de perdón, y el perdonar; permítame decirle que de mi parte está disculpado.

Además, leyendo su misiva, uno encuentra que para usted el asunto al que hace mención no está finiquitado, aunque quizás sí estuviera sepultado. Por lo cual, sería sumamente perjudicial, pues todo aquello negativo que escondemos bajo la alfombra y no limpiamos (o reparamos) de nuestro mundo interior, permanece activo y dispuesto a causar malestar y miserias. Para esta limpieza (purificación) es que el Eterno nos dio un día en particular, que es Iom Kippur. Pues, la vida cotidiana nos impele a comernos nuestros malestares, a atesorar lo que es la antípoda de un tesoro. Pero, el Día de la Expiación debidamente preparado y asumido, lleva a limpiar nuestro mundo interior, de modo de encarar la vida con una mejor y más trascendente perspectiva.
Por esto, nuevamente le digo que está disculpado, que lo negativo que estaba tapado y molestando, es bueno que sea visto y limpiado.

Por último, les recuerdo dos aspectos concernientes al arrepentimiento.
1) El perdón lo obtienen aquellos que se comprometen integralmente en el proceso de teshuvá. Teshuvá que implica entre otras cosas no sólo percatarse de las faltas y errores cometidos, o pedir perdón de boca para afuera; sino también intentar reparar los daños completamente (en la medida de las máximas posibilidades), y (por supuesto) el empeño por no reiterar las conductas por las cuales se está arrepintiendo. Si alguna parte de este proceso falla, o es incompleta, entonces, el perdón obtenido se evapora entre los efluvios del error que persiste y se acrecienta.
2) El Eterno blanquea aquellas faltas por las que sinceramente uno se arrepiente; pero, las que fueron contra una persona, para obtener el perdón divino es menester que primero el que ha sido dañado perdone al ofensor (sinceramente arrepentido).

Mi mejor consejo, antes de despedirme, es que no se considere un elefante (en una tienda de porcelanas o donde fuera), sino un humano que se equivoca, pero que tiene abierto el camino al crecimiento... la cuestión es si desea caminar por él...

Aprovecho para desear a todos un 5763 de plenitud  y bendiciones, ¡Shaná Tová, ketivá vajatima tová!, y recuerden que la tzedaká -caridad- es uno de los fundamentos que sostienen al mundo.

Si este texto le ha sido de provecho, no olvide que este sitio se mantiene gracias a SU colaboración económica. No cierre su mano, y abra su corazón bondadoso.

Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom

 Yehuda Ribco

email: comentario@serjudio.com?subject=Rap1441


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