Claves: Dios, Hashem, poder, potencial, crecimiento, desarrollo,
beneficio, bendición, maldición, Iyov, Job, dolor, sufrimiento, muerte,
preguntas, finales, eternas
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Pregunta: Apreciado Maestro:
Acabo de leer con detenimiento su respuesta "la prueba de Job".
Como usted lo afirma Job es uno de nosotros.
Siembargo, que sentido tienen las pruebas del ser humano? Para que son
impuestas?, si causan gran dolor, sufrimiento, humillacion y a veces hasta
la liquidacion del ser humano?
Mi pregunta va encaminada a entender porque este hombre justo tuvo tanto
sufrimiento. No es que el justo es premiado? No es que como esta expresado
en Devarim hay bendiciones precisas, enumeradas incluso, para el justo?
En fin, Maestro que debe hacer el ser humano para no pasar pruebas y vivir
una vida de plenitud para la que- creo -fue creado por el Todopoderoso?
Ramiro A.
Ecuador
(Deben incluir en todos sus mensajes para
nosotros su nombre completo, el nombre de la ciudad y país donde vive) |
Shalom.
Gracias por participar.
¿Sabe usted reconocer lo qué es realmente una
prueba, un escollo para superar y conocerse más?
¿Acaso una prueba es solamente lo que consideramos doloroso, una maldición?
¿Se le ocurrió pensar que quizás la prueba viene disfrazada con algodones,
almohadoncitos, corazoncitos, mucha ternura y tranquilidad? (Vea Devarim /
Deuteronomio 32:15).
Hace un par de años yo estaba un poco excedido
de peso, con muy poco músculo en los brazos, y hasta respirar me causaba
fatiga.
Un día, no sé de dónde, tomé ánimo y me impuse un estricto y saludable
régimen alimenticio, y dediqué al menos 3 horas diarias (5 días a la semana)
a hacer fierros (musculación), natación, deportes al aire libre y
buceo.
No crea que fue fácil abandonar la modorra de estar sentado todo el día
frente a mis alumnos y pacientes, con mis libros, o trabajando en la PC.
No crea que fue sencillo cada día reiniciar el duro trabajo de perfeccionar
mi apabullado físico.
Al comienzo cada célula de cada músculo dolía hasta el punto de no sentir ya
el dolor.
Al comienzo, cada movimiento era un total martirio.
Cada obstáculo diario superado un empresa titánica.
Con el correr del entrenamiento los metros en la piscina (pileta) se fueron
añadiendo: de hacer 25 metros y terminar extenuado, sin resuello, al punto
de infarto; pase a nadar velozmente y sin fatiga cerca de 4000 (cuatro mil)
metros.
A medida que más entrenaba, los kilos usados como resistencia para
desarrollar la musculatura, se fueron incrementando: de levantar en la
percha 5 kilos, en 3 series de 10; pase a levantar 75 kg. en 4 series de
10.
¿Cómo conseguí esto?
De una única manera: con trabajo, constancia, dedicación, ánimo y todavía
más trabajo.
Ahora le pregunto yo a usted:
¿Mi plácida vida de acomodarme en una silla, y al caminar dos pasos terminar
extenuado... era lo mejor que yo podía hacer con mi cuerpo (y mi espíritu)?
Sin dudas que era cómodo, muy cómodo.
Sin dudas que era fácil, muy fácil.
Sin dudas que era simple, muy simple.
Pero, ¿estaba desarrollando el potencial que tenía listo para emerger y
hacerse realidad?
Las evidencias físicas demuestran que no.
Demuestran que mi placidez era el mayor escollo para mi crecimiento.
Demuestran que (quizás) la verdadera prueba que tenía que superar en mi vida
(anterior) era sobreponerme a la (aparente) tranquilidad que me absorbía y
no me daba opción para desarrollarme.
Una persona que no trabaja (ni su cuerpo ni su
espíritu) puede estar muy bien (o no), puede estar gozando de tranquilidad,
bienestar, de mucha suavidad; pero, ¿está haciendo todo lo posible por
crecer?
¿Está superando la prueba de la "comodidad"?
Tenga en cuenta que hay dos caminos para
crecer:
-
El tranquilo; y
-
el plagado de obstáculos.
Nuestras acciones (y nuestras circunstancias)
nos conducen por alguno de ambos caminos (, a veces pasamos de uno al otro).
La cuestión fundamental no debería ser por cual camino estamos yendo, sino:
¿estamos aprovechando lo que vivimos como experiencias para crecer, o lo
usamos como excusas para dejarnos apabullar y aplastar?
Entonces, para su última interrogante: "que
debe hacer el ser humano para no pasar pruebas y vivir una vida de plenitud
para la que- creo -fue creado por el Todopoderoso?"
La respuesta podría ser: aquel que confía en la suprema Justicia del Rey,
puede aprender a desarrollar el potencial positivo que cada oportunidad
encierra.
En resumen:
Así aprendemos que lo que para uno es
oportunidad de bendición, otro puede considerarlo como maldición.
Como dice la Torá: la bendición (vida real) y la maldición (muerte simbólica
y real) dependen de sus acciones, de sus decisiones:
"....he puesto delante de vosotros la
vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para
que vivas, tú y tus descendientes..."
(Devarim / Deuteronomio 30:19)
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Iebarejejá H' - Dios te bendiga,
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Yehuda Ribco |