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paz, amor David, Goliat, medio, oriente, liga, arabe
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Shalom.
Se devuelve aquello que uno tiene que
no es propio.
El Estado de Israel actualmente ocupa solamente una parte del territorio
históricamente perteneciente a la nación judía, y a nadie más.
Por lo tanto, ¿devolver lo qué a quién?
¿Acaso regalar el amado hogar nacional a cambio de terrorismo y odio (ese
que nos tienen mal acostumbrados los asesinos de la Jihad)?
¿Ofrendar además de las vidas de inocentes israelíes, también las tierras de
nuestros ancestros a las fauces de los fanáticos e imperialistas sedientos
de sangre y poder?
No señora, no es así como se consigue la verdadera PAZ.
La paz concertada es un acuerdo mutuo de respeto y convivencia entre los
enemistados. Es una negociación en la cual ambos ceden, para finalmente
ambos triunfar en conjunto.
PERO, verdadera paz NO es la extinción de uno a manos del otro.
La paz que ofrecen los líderes de los (así llamados) palestinos, es
la desaparición de Israel y de los judíos de la tierra de nuestros
ancestros... y si fuera posible, la aniquilación de todos los judíos sobre
la faz terrestre. Sin dudas que eso sería una especie de paz, ya que
se acabaría por un tiempo la guerra, pero no es la paz
que conviene a los judíos, ni tampoco a los inocentes y rectos de entre los
(así llamados) palestinos.
En reiteradas circunstancias dirigentes del Estado de Israel, de todo el
espectro político, ofrecieron paz por paz, seguridad por seguridad, respeto
por respeto.
La única respuesta que se escucha de parte del bando árabe es: tierras de
los judíos a cambio de promesas de paz; muerte a los judíos e
israelíes; desaparición del Estado de Israel; guerra santa contra los
infieles que no siguen al Corán; etc., etc., etc.
Así que apreciada señora, en lugar de pedir a los israelíes que regalen
lo que es PROPIO, sugiera a los imperialistas árabes que dejen de masacrar
inocentes judíos
Y, en todo caso ya que históricamente Israel podría exigir MÁS territorios,
usurpados por los (así llamados) palestinos, y por Jordania, y por Siria; le
aconsejo que comience a mandar emails a miembros de estas naciones y
conglomerados para que devuelvan a los judíos lo que nos pertenece
legalmente.
Es cierto algo que menciona,
al
parecer los judíos ya estamos grandes y ahora aprendimos que no es
dejándonos encerrar en guetos, ni asesinar, ni echar como seremos respetados
y andaremos libres y sin temor; sino, haciendo prevalecer nuestros justos
derechos de la manera más ajustada a la Ley, pese a quien le pese.
La Tierra de Israel le pertenece al pueblo de Israel, eso no hay quien lo
cambie, ni resoluciones de un organismo incompetente como la ONU; ni la
presión de los todopoderosos jeques y mafiosos del petróleo; ni los
ingenuos que se comen la propaganda burda (que tapadamente es
pro-imperialista árabe) de los (así llamados) palestinos; ni los antisemitas
de todas las horas que ahora cambian las mañas pero no el objetivo.
Quiera Dios que los líderes enfermos de gloria
y poder (los modernos Faraones y Amanes del mundo árabe) dejen paso a nuevas
generaciones que puedan hacer florecer la paz verdadera para todos. Sé que
entre los árabes hay muchos que aman la paz, que anhelan la tranquilidad, y
que admiran el tesón de los israelíes por vivir, pero que temen las
represalias de sus camaradas extremistas y asesinos disfrazados de piadosos
mártires de Alá.
Israel está esperando ansiosamente a los verdaderos conductores de la paz,
para dialogar sinceramente y construir una mejor realidad.
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Iebarejejá H' - Dios te bendiga,
y que
sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco |