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Pablo, elegido, purgatorio, cristiano, meses
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Shalom.
Gracias por participar, y gracias por prestar atención a nuestro trabajo.
No es el Tanaj el que menciona el período
máximo de adecuación espiritual tras esta vida antes de estar
capacitados para gozar del Mundo Venidero, sino que es lo consignado por la
Tradición (cuya esencia está en la Revelación divina en Sinai),
por ejemplo en el Talmud de Babilonia Shabbat 152b-153a.
Déjeme que le explique un poco el mecanismo de este proceso.
Son como máximo 11 meses terrenales (y hasta completar
los 12) en las cuales el espíritu se desintoxica
(permítame el lenguaje alegórico, pues no hay otro para
comprender lo que acontece en el plano espiritual), y queda en
condiciones como para gozar de la divina Presencia. Evidentemente que en ese
lapso, el gozo del espíritu es reducido en comparación al que percibe el
espíritu del que acumulara durante su existencia terrena muchas buenas
acciones, a través del cumplimiento de los preceptos y del estudio de Torá.
Le daré un ejemplo de lo que esta desintoxicación representa.
Supongo que alguna vez habrá estado en un sitio con música muy fuerte, un
baile por ejemplo. ¿Notó cuando sale a un lugar más silencioso como le
continúan retumbando los oídos, y como pareciera que estuvieran embotados?
Ahora, suponga que estando en esas condiciones, desde las sombras su amada
le susurra "te amo", y usted, lleno de ecos revoloteando entre sus tímpanos
no percibe el susurro, y lo deja escapar inadvertido.
Y luego, cuando el silencio ha restañado un poco la normalidad de su
audición, usted siente una leves vibraciones, pero no las capta en toda su
plenitud.
Y un poco más tarde, se da cuenta de que es su amada la que le habla, pero
no distingue ni el lugar ni el mensaje.
Y luego la reconoce, la ve, entiende que le habla, pero sus oídos aún no
están aptos para recibir las palabras.
Y así sucesivamente hasta que finalmente las dulces palabras colman de dicha
su corazón.
Algo así (supongo), pero multiplicado por miles es el
sentir de los espíritus en el tiempo de adecuación, en el proceso que
les lleva a oír al Amado que susurra "te amo".
En fin, este tiempo de adecuación más que un Purgatorio, podría ser
considerado un Infierno... ¿es cuestión de semántica?
Pues, no lo es.
Ya que así está a la vista que el infierno es una situación de penuria
temporal, autogenerada, y no un tormento eterno externo.
Pasando a su segunda inquietud.
El hecho de que el cristianismo (todo él, o alguna de sus
miles de facciones) tengan alguna idea similar a la de la Tradición
judía no es sorprendente.
¿Cómo serlo si han tomado prestado (las más de las
ocasiones sin permiso) aquello que han querido, y lo han usado
(abusado) a su antojo?
Por ejemplo:
¿Acaso no han usurpado el Tanaj, llamándolo Antiguo Testamento?
¿Acaso no se apropiaron de la idea de Mashiaj/Mesías, insultando a Dios al
otorgarle gratuitamente el caro título a un impenitente pecador?
¿Acaso no hay miles de ejemplos de copias y atribuciones que
han efectuado de valores, principios, creencias, etc. del judaísmo
(y de otros credos y culturas)?
Por lo cual, si un buen días los señores acomodados en los Concilios de Lyon,
de Florencia y de Trento decidieron que existía un Purgatorio, y éste
fue dotado de características similares a las descriptas por la Tradición
cientos o miles de años antes de las mentadas convenciones, ¿cómo habremos
de sorprendernos?
O si acaso el pérfido Pablo de Tarso dio a entender acerca de una instancia
similar ultratumba, ¿no hay un mito que supone que este sujeto había tenido
una débil y descascarada pátina de educación judía tradicional?
Pero, tenga en cuenta que no hay que creer que
cuando señalamos esta tendencia conspicua a copiar y tomar prestado,
lo hacemos de manera totalmente reprobatoria.
En parte está bien que adopten nuestras creencias y prácticas, ¡para
algo hemos sido elegidos por Dios como guías en el camino hacia Él! Fuimos
divinamente elegidos para indicar las creencias y acciones que son
apropiadas y dignas para todos los humanos, a través del modelo que debemos
dar con nuestras conductas acordes a la Torá y los preceptos.
Así que, está bien que aprendan y adquieran de nuestro acervo cultural,
mientras sepan respetar su origen, su originalidad, y principalmente que no
les añadan capas de idolatría o desvíos del rumbo de lo correcto.
Si la idea del Purgatorio del cristianismo no atañe a la adoración a la
falsa deidad Ieshu, o a desvaríos de similar tenor; sino, por ejemplo a la
de reconocer y alabar la Misericordia divina, entonces, ¡bienvenida sea!
Y si sirve para impulsar a las personas a la búsqueda de lo correcto, ¡mucho
mejor!
Como no conozco a fondo los vericuetos de las
ideologías cristianas acerca del Purgatorio, no le daré en esta oportunidad
las diferencias que existen entre éste y la adecuación espiritual de
la que habla nuestra santa Tradición.
Supongo que sabrá descubrirlas usted.
Sólo le diré una: el Purgatorio está destinado a los serviles a Ieshu con
manchas en su vida (cosa contradictoria realmente, ya que
supuestamente Ieshu redime de todos los pecados... ¿?), para los no
creyentes en Ieshu está destinada la condena al Averno eterno; en
tanto que la adecuación espiritual de la que habla el judaísmo está
abierta como posibilidad para la mayoría de las personas de la tierra, sean
judías o gentiles, muy pecadoras o normales pecadores.
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JAG URIM SAMEAJ
Iebarejejá H' - Dios te bendiga,
y que
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Yehuda Ribco |