Claves: Judío, hebreo,
Israel, odio, semita, antisemita, nazi, extremista, estigma, Amán, Purim,
Faraón, discriminación, tolerancia, pagano, idólatra, deidad, dios, ídolo,
Ieshu, falsedad
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Pregunta: Estimado Yehuda Ribco
Es muy linda su página web, gracias por tenerla.
Necesito pedirle ayuda, le pido por favor me explique por que razón,
cualquier persona que siga o profese la fe judìa es tan perseguida, tan
criticada, hay personas de no creer, que se piensa que son tan instruidas y
tienen tan feos conceptos con solo nombrar que se es judìo, sin razòn
aparente, sin haber tenido contacto con uno.
Ademàs quiero saber porque el Altìsimo puede permitir tanto dolor y
sufrimiento a un judìo en estos tiempos, cual es el objeto de todo esto,
como hablar con el Señor para que la situaciòn personal cambie.... ya no se
como dirigirme a Èl.
Gracias por su ayuda
Shalom
En reserva
País: Desconocido
(Deben incluir en todos sus mensajes para
nosotros su nombre completo, el nombre de la ciudad y país donde vive) |
Shalom.
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de los lectores.
Lo que usted primero consulta en su misiva, no
tiene respuesta, pues lo que usted está describiendo es sin dudas
manifestaciones de odio, y lamentablemente el odio es irracional.
Por lo cual, es imposible pedir o hallar razón en aquello que está fuera de
los marcos de la razón.
Le explico las diferencias entre la enemistad racional y el odio que es
irracional.
Una cosa es decir que alguien ha sufrido personalmente un daño de algún
judío, y por eso está dolida y enemistada con ese judío en particular. No es
que sea correcto mantener un sentimiento adverso, ni que esté bien sostener
enemistades a causa de daños recibidos, pero al menos se entiende su causa,
y se puede intentar buscar alguna solución racional.
Pero, algo muy distinto es achacar el mal recibido (real o
imaginario) de parte de algún judío, a todos los judíos, y al
judaísmo como institución. Esta generalización denota debilidad emocional, y
falta de trabajo en el conocimiento de sí mismo.
Mucho más enfermo aún es el odiar a un colectivo que ninguno de sus miembros
están o estuvieron en contacto con el que odia.
Lo que sí podemos aventurar son motivos, es
decir, tratar de señalar aquellas fuerzas que mueven a cometer algún acto o sostener alguna
actitud.
Básicamente podemos distinguir tres:
-
Ignorancia. Puede que sea una persona
culta, instruida, leída, o conocedora de muchos datos y técnicas. Pero desde
el mismo momento que manifiesta odio hacia un colectivo tan heterogéneo como
son los judíos, demuestra su falta e conocimiento respecto a lo qué es
verdaderamente judío, y lo que es realmente el judaísmo. Y demuestra su
falta de conocimiento de sí mismo y de lo que acontece en su mundo interior,
en su mente y emotividad.
Al odiar a otro no se da cuenta que está demostrando lo poco que cuenta en
su interior, lo carenciado que está de sabiduría y amor.
El ejemplo del Tanaj es Faraón en tiempos de Moshé.
-
Celos y/o envidia. Como ya tratamos
en
otro texto, aquel que discrimina, aquel que se deja llevar por sus
sentimientos adversos hacia individuos o colectivos, es ciertamente una
persona débil, opaca, disminuida, y que íntimamente se siente como una
piltrafa, o una nada. El celoso y el envidioso en lugar de dedicarse a su
construcción, prefiere dedicarse a la destrucción de aquel que le demuestra
o le hace sentir su estado calamitoso.
Materialmente puede ser próspero, exitoso, millonario y atractivo; pero por
dentro lo corroe el sentimiento de que nada de lo suyo vale, pero lo del
otro (el que es envidiado, celado y por consiguiente odiado)
es un tesoro preciosísimo e inalcanzable.
Ciertamente los judíos hemos heredado por gracia de Dios (y
no por méritos propios) varios tesoros: la Torá, el Shabbat, la
tierra de Israel, una relación especial con Él, etc.; y sin dudas que esto
es un llamador para el afiebrado ojo del que está contaminado por la envidia
y/o el celo.
El ejemplo del Tanaj es parcialmente Amán el amalecita.
-
Reacción del paganismo. El odio contra
los judíos también surge como fruto de la educación perversa, torcida,
maligna, emanada de la cultura pagana que se opone y rebela contra Dios y
aquello que Lo representa.
Los hijos de Israel hemos sido escogidos por Dios para ser Sus particulares
servidores, y guías para el resto de las naciones en el camino hacia Dios;
por lo tanto, todos aquellos que levantan la insignia de las religiones, de
los dioses, de las trinidades, del humanismo sin ética, etc., ¿cómo no
perseguirán a los judíos, que con su presencia atestiguan la falsedad de sus
creencias, la mentira fundamental de sus vidas sumidas en idolatría y
cáscaras? ¿Cómo no se ensañarán contra los que por meramente existir
anuncian que hay una Verdad alterna a las verdades de los misioneros y
predicadores; una posibilidad diferente y mejor pues proviene del Creador?
El ejemplo del Midrash es el de
Nimrod
persiguiendo a Avraham.
Sea cual fuera el motivo, hay dos hechos de
base.
El primero: aquel que odia, en principio está reñido consigo mismo, pues
nadie que alcanza la armonía interior y la aceptación de su ser en el mundo,
deja desbordar sus emociones perversas, sino que las canaliza de un modo
positivo.
El segundo: aquel que odia y actúa en consecuencia a su odio, padece de un
desequilibrio mental y emocional de mayor o menor entidad, dependiendo del
grado en que su odio le afecte.
Y si quiere un resumen que engloba todo lo
anterior: la falsedad es lo que yace detrás de todo odio.
Pasemos a la segunda de sus cuestiones.
¿Por qué el Eterno lo permite?
Le sugiero que busque posibles respuestas en esta sección:
Bien y
Mal. Son posibles respuestas, y NO LA respuesta.
La tercera de las cuestiones.
¿Qué hacer al respecto?
Bien, daré unos breves consejos:
-
Los judíos estudiar Torá, mantenerse fieles a
la práctica de los preceptos (que incluye el rezo), y
luchar por alcanzar la justicia, la verdad y la bondad.
-
Los gentiles justos, actuar con bondad de
acuerdo a los mandamientos para los gentiles, instruirse e instruir a su
prójimo.
-
El que odia, debería inmediatamente ser puesto
bajo tratamiento o asistencia de técnicos cualificados en salud mental, y
apartarse de todo aquello que lo vincule con la idolatría.
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económica. No cierre su mano, y abra su corazón bondadoso.
Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le
son fieles servidores,
y que
sepamos construir Shalom.
Yehuda Ribco
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