Claves: Vino, iain, yain,
shejar, licor, alcohol, bendición, uva, racimo, jugo, Torá, Biblia, guefen,
Havdalá, separación, judío, gentil, Shabbat, Shabat, ceremonia, vela, aroma,
salida, sábado
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Pregunta: Estimado Lic. Yehuda, quería
hacerle otras preguntas más...
Cuando volví a ir al Beit JABAD, terminando SHABESS, = SHABBAT, todos los
presentes, embebieron su dedo en un vaso de vino y se tocaron el cuello,
diciendo que eso traía GUELT,,,,"Yo " a esto lo vi mal, porque yo decía que
ellos creen que porque se pongan una gotita en el cuello.......eso es lo que
el iba a traer GUELT,,, y en vez de pensar de que HASHEM es quien puede
traer guelt....no la gotita.... -cuando les pregunté me dijeron que era por
tradición.---
Por favor, como en mis anteriores e-mails, mantenga mi privacidad cada vez
que le mande uno...
Desde ya muchas gracias por seguir contestándome mis intrigantes
preguntas...
Saludos...
En reserva
País: Argentina
(Deben incluir en todos sus mensajes para
nosotros su nombre completo, el nombre de la ciudad y país donde vive) |
Shalom.
Gracias por participar.
Es cierto que existe una antiquísima costumbre
que es mojarse los dedos (y luego pasarse el líquido por
ojos, cuello, brazos, bolsillos, etc.) con el remanente del vino de
la havdalá, que ha sido derramado de la copa, al finalizar esta
ceremonia.
Y es cierto que algunos consideran e incluso enuncian en voz alta de que el
untarse levemente con este vino sirve como imán para la fortuna.
También es cierto que visto desde fuera puede parecer una acción
supersticiosa, tonta, o incluso falta de confianza en el Eterno, que es el
proveedor de toda bendición.
PERO, sabemos que si bien alguna de las
costumbres judías se han deformado al punto de pasar ignorado su valioso
motivo original; también sabemos que es improbable que personas leales al
Eterno y estudiosas concienzudas de Torá se comporten supersticiosamente,
tontamente o a despecho de Dios.
Por lo tanto, debe haber algo de valioso en
esta costumbre para que personas fieles a Dios la sigan incluso actualmente.
Veamos un poco.
En nuestra Tradición, el
vino
usado positivamente es considerado como símbolo de alegría y bendición.
Cuando adrede dejamos desbordar la copa de vino que bendeciremos
ritualmente (en el Kiddush, la Havdalá, las ceremonias
matrimoniales, etc.), estamos
simbolizando nuestra esperanza de que
la bendición material y espiritual fluya de Arriba y sea tan
abundante que se desborde de nuestra copa egoísta y sea recibida por
nuestro prójimo.
Es decir, en lugar de buscar el bienestar para uno mismo, se lo busca para
estar en condiciones de hacerlo extensivo a los demás, pues ESA es la
verdadera bendición: compartir el bienestar.
Doble bendición es cuando el vino fue usado para ceremonias religiosas,
pues no solamente se comparte la dicha material, sino también y
especialmente la espiritual que queda contenida en el vino bendecido.
Por lo tanto, el vino aquí está representando (entre otras
cosas) el flujo de bendición que emana de Dios, y es recibida por
nosotros.
Y el frotarse con remanentes del vino, lejos está de la superstición.
Pues, al untarse con el vino desbordado y derramado de la copa de Havdalá,
¿no se está deseando que la semana que recién comienza esté llena de
bendiciones, gelt -dinero en Idish, alemán- incluido?
¿No se está obligando al Ietzer haRá -pulsión por lo negativo,
que se manifiesta generalmente por un intenso deseo egoísta de recibir- a
someterse a los principios y valores que ordenan compartir, hacer el bien,
etc.?
Yo creo que ésta es la intención original, esto es lo que se busca y no
abandonarse en brazos de la superstición.
Quiera el Eterno bendecirnos, y que seamos de
bendición, con vino o sin él.
Si este texto le ha sido de provecho, no
olvide que este sitio se mantiene gracias a SU colaboración
económica. No cierre su mano, y abra su corazón bondadoso.
Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le
son fieles servidores,
y que
sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'.
Yehuda Ribco
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