Shalom.
Gracias por participar.
El vino, como casi cualquiera
de los elementos materiales, no es de por sí una bendición o una maldición,
depende del uso que se le dé.
Usado para embriagarse, y así escapar de la realidad en lugar de corregirla;
o absorbido por el alcohol actuar violentamente; o todas las otras cosas
perjudiciales que el vino/alcohol puede reportar, indudablemente que es
negativo.
Pero si se usa para consagrar los días festivos en el calendario judío, tal
como se acostumbra a hacer; o si es bebido con moderación como modo para
alegrar el corazón; o por prescripción médica (dicen que un vaso diario
ayuda a prevenir los infartos de corazón, entonces indudablemente que el
vino es constructivo.
Esto lo podemos comprobar en
los primeros ejemplos que aparecen en la Torá respecto a su uso.
Acompáñeme por favor a esta breve exploración.
Negativo.
El primero que la Torá menciona que bebió vino fue Noaj/Noé, y se nos dice
que borracho cometió de las más truculentas vilezas sexuales y personales
(Bereshit / Génesis 9:21 en adelante)
Positivo.
Avraham fue agasajado con vino tras una victoria militar y moral. El que lo
convidó era una persona de bien y de buenas costumbres, por lo que se
evidencia que el vino era apropiado para festejos mesurados (Bereshit /
Génesis 14:18)
Negativo.
Luego tenemos nuevamente el vino asociado a degradación moral y perversión
sexual. Es cuando las hijas de Lot lo utilizan para emborracharlo, violarlo
y procrear por medio del apareamiento incestuoso (Bereshit / Génesis 19:32
en adelante)
Positivo.
Nuestro patriarca Itzjac/Isaac, reconocido por su espíritu esforzado, al
parecer acostumbraba a beber su trago de vino junto a las comidas diarias.
En esta comida en particular estaba por bendecir a su hijo con una promesa
de futuro pleno, por lo que es dudoso que fuera un borrachín adicto a la
bebida (Bereshit / Génesis 27:25)
Como habrá visto conmigo en
este brevísimo repaso, el vino en sí mismo es amoral, es el uso que se le da
el que puede ser para bien o no.
En su aspecto negativo, lo resume el sabio entre los hombres así:
"¿Para quién será el ay?
¿Para quién será el dolor? ¿Para quién serán las rencillas? ¿Para quién
los quejidos? ¿Para quién las heridas gratuitas? ¿Para quién lo enrojecido
de los ojos?
Para los que se detienen mucho sobre el vino; para los que se lo pasan
probando el vino mezclado.
No mires el vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la copa,
cuando entra suavemente.
Al fin muerde como serpiente, y envenena como víbora.
Tus ojos mirarán cosas extrañas, y tu corazón hablará perversidades.
Serás como el que yace en medio del mar, o como el que yace en la punta de
un mástil.
Dirás: ''Me golpearon, pero no me dolió; me azotaron, pero no lo sentí.
Cuando me despierte, lo volveré a buscar.''"
(Mishlei / Proverbios 23:29-35)
Pero, el padre de este hombre
sabía de las virtudes positivas también:
"el vino que alegra el
corazón del hombre, el aceite que hace lucir su rostro, y el pan que
sustenta el corazón del hombre"
(Tehilim / Salmos 104:15)
El vino como regocijante es
mencionado junto a los productos de la tierra que bendicen con lo básico a
la persona.
Así que resumiendo lo hasta
aquí visto.
El vino no es maldición o bendición (mucho menos de Dios, como usted dice en
su misiva)
El vino es un producto noble en manos nobles, y lo contrario en el caso
contrario.
Ahora, en cuanto a su idea de
que el Tanaj (lo que es horriblemente denominado Antiguo Testamento)
no menciona vino, sino jugo de uvas, le explico que en hebreo se distingue
claramente entre uno y otro (así como en otros idiomas)
Vino es iain, y es la palabra que se menciona en los textos que le he
citado más arriba.
Juego de uvas se dice en hebreo moderno mitz anavim, y en el Tanaj se
lo llama a veces asis.
Más allá de esto, la Torá hace claramente la diferenciación entre una bebida
y otra, por ejemplo en lo que tiene prohibido el nazir -nazareo-:
"(el nazareo) se
abstendrá de vino y de licor. No beberá vinagre de vino ni vinagre
de licor. No beberá ningún jugo de uvas, ni comerá uvas frescas ni
secas."
(Bemidbar / Números 6:3)
Para concluir.
Los bienes materiales que están a nuestro alcance, son para gozarlos y no
para abstenerse ascéticamente de ellos.
El que se prohíbe por severidad aquello que le está permitido, en lugar de
hacer lo correcto se está equivocando.
Para gozar de los bienes, hay que hacerlo tal como está indicado por la Torá
y la Tradición, y entonces el gozo es completo (en alimentos, bebidas, sexo,
diversión, etc.) y para elevación de la persona. Pero, gozar de modo
arbitrario o libertino, es acarrearse pesares muy apartados del placer.
Sus
comentarios son bienvenidos, y recuerden que quedo a las órdenes.
Les deseo que pasen un Pesaj Casher VeSameaj
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que
sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco
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