Shalom.
Realmente ¡gracias por participar!
(Los lectores que comprenden lo
que leen,
verán
que el texto aludido por esta amable persona en absoluto tiene relación
con discriminar a cristianos de buena fe, ¡ni siquiera los menciona!
Es un texto que se dedica a predicar razonablemente la necesidad del
verdadero amor entre los hijos de una misma nación... ¡lástima que algunos
no sepan, ni sientan, ni construyan lo que es el amor verdadero, pero lo
predican a los demás!)
Lamento que usted no haya tenido la fineza
para distinguir la fundamental diferencia entre lo que es un cristiano y lo
que son los misioneros de Jesús.
Un cristiano es uno de los miembros inocentes
de una religión, que han sido llevados a creer en determinadas cosas,
algunas muy positivas (como amar al prójimo, hacer el bien,
etc.), pero también en otras doctrinas que están en total rebeldía
contra el mensaje de la Torá (lo apruebe usted o no, así es,
y si quiere saber los motivos para catalogar esto como rebeldía, no tiene
más que tomarse el placer de leer todos los
textos que hemos publicado en esta sección).
Los segundos, los misioneros, son voluntarios portadores de pecado y
confusión para las masas de ingenuos.
¿Acaso usted no sabe diferenciar entre creyente de Jesús y sus misioneros?
Pareciera como si en esta imposibilidad de discernimiento conceptual de su
parte radicara su "confusión" que ha mencionado...
Las diferencias entre las personas cristianas de buena fe y los
misioneros son evidentes, y jamás me permitiría acusar a una
inocente criatura del Eterno de asemejarse a un nazi o a un terrorista.
¿Acaso Teresa de Calcuta, por mencionar uno de miles de ejemplos, que
pregonaba su fe por medio de la caridad tiene siquiera un mínimo parecido
con un terrorista? ¡Jamás! Sin dudas que desde los parámetros de la Torá su
creencia en Jesús era errónea, pero su amor por el prójimo, su entereza, su
entrega generosa, ¡la hacen un ejemplo de persona en cuanto a relación
humana se refiere!
Pero, a diferencia del que sostiene el
estandarte de su fe religiosa con respeto por el prójimo, un misionero ES un terrorista, y un asesino de almas.
Terrorista, por infundir el terror a los que desconocen los designios del
Eterno, prometiendo fuegos del averno, torturas sin fin, o el desprecio
infinito de su dios crucificado si es que no conceden a tener fe en el
mismo.
Asesinos de almas, por privar a la persona de la libertad de escoger libre
de las cadenas de la fe; por ahogar el sano impulso de espiritualidad con
abalorios de falso espiritualismo; por prohibir la crítica y la duda so pena
de infierno eterno. (Y no nos olvidemos de los históricos
misioneros, portadores de la cruz de fuego y la espada, presurosos en
decapitar, simbólica o literalmente a los que ellos consideraban infieles,
si no avenían a convertirse a sus dogmas idolátricos... ¿acaso Torquemada es
menos genocida que Bin Laden? ¿Acaso aquel que como misión de su vida, y
munido con falsos argumentos
voluntariamente esgrimidos para atrapar a otro, hace creer en la divinidad
de Jesús, no está apartando a la persona del Uno y Único Dios, atrayendo
sobre él el desfallecimiento espiritual?).
Como quizás todavía no le ha quedado claro,
permítame dar ejemplos.
¿Era Teresa de Calcuta, una misionera?
¿Era el modesto párroco polaco defensor acérrimo de judíos y otros
inocentes, que luego fuera asesinado por los nazis, un misionero?
¿Es mi vecino cristiano de buena fe, un misionero?
Absolutamente NO, en la definición que hemos expresado más arriba, y que es similar a la
que sustentamos habitualmente (y a lo que cualquier análisis
serio del tema, y que procura ser imparcial, puede confirmar).
Pero,
¿Uno que se disfraza de judío, sin serlo, para promover la
idolatría, es un misionero?
¿Uno que intenta callar con abusos de poder y amenazas al que denuncia la
falsedad de la idolatría, es un misionero?
¿Uno que exige que el ideológicamente diferente deje de serlo, sea por
conversión a su fe religiosa o sea por la desaparición física, es un
misionero?
Indudablemente sí.
Ahora, ¿quién ha sido intolerante en sus apreciaciones y comentarios?
¿Usted acusando apresuradamente y sin revisar previamente y con mesura
madura lo que YA ha sido
explicado anteriormente al respecto?
¿O este humilde maestro que defiende la libertad de creer en el Dios de la
Torá sin las modificaciones y falsedades que imponen los misioneros y sus
acólitos? ¿Me puede acusar de intolerante porque defiendo el derecho divino de no ser estafados en
el deseo
por hallar el camino a la espiritualidad? ¿Acaso es actuar como intolerante
cuando uno lucha por defenderse del atropello del fanático agresor? Pues si
es así, si es por rescatar inocentes de las garras de los malvados, entonces acepto
que me condene como intolerante; pues no puedo permitir que los
mentirosos misioneros despiadadamente hagan víctimas entre aquellos que no
tienen todavía conocimiento como para reconocer la falsedad que les imponen
forzadamente como verdad absoluta. Acepto mi modesto rol para luchar por ayudar
a salvar a los
que no han sido atrapados por las celadas misioneras, y acepto contribuir
con mi escaso aporte a rescatar a buenas personas cristianas
(o quien fuera) de los errores
de la idolatría y la alienación.
Si eso para usted es intolerancia, ¡qué puedo yo hacer ante su sentencia que
me condena!
Si me condena por respetuosamente defenderme y defender al
prójimo... ¿qué puedo hacer? (El misionero, que es sinónimo
del intolerante, me exigirá: callar, o desaparecer. Tal como hizo y hace a
lo largo de la centenaria historia.).
Ante lo expuesto, creo que con mediana claridad, espero recibir una pronta y merecida disculpa de su parte, así
como una rectificación pública y sincera en la cátedra que menciona.
Si dice enseñar acerca de in-tolerancia, ¿por
qué no empieza por revisar por casa, sus actos y actitudes, mi apreciado señor? Y de paso, podría
quizás poner sus apresurados e injustos veredictos como
el más cercano modelo de lo que es una práctica intolerante y
fundamentalista, con su consecuente forma de vida
indiferente al prójimo.
(Y con idéntico espíritu tolerante al de su misiva, ¿por qué no pide al Papa, o a
quien corresponda, que quite del así llamado Nuevo Testamento las injurias
contra TODO el pueblo judío, de todas las generaciones? Tales como acusarnos
de hijos del Diablo, mentirosos incorregibles, asesinos milenarios de inocentes, etc. O
que se quite de Internet y cualquier publicación los libelos, falsos y
sanguinarios, que acusan (sí, aún hoy) a los judíos de asesinatos
rituales de niños cristianos.
¡Esa sería una magnifica demostración de su ánimo generoso y verdaderamente
tolerante!
¿Será que para usted el "intolerante" es el que opina de modo diferente al
suyo, y en esa opinión divergente desenmascara las no tan verdades que
esgrimen como espada los misioneros?
Aunque..., me disculpo sinceramente. Yo no lo conozco, y quizás usted sí
ha impulsado un movimiento por limpiar las difamaciones antijudías de los
textos mencionados, y por enmendar algo de las trágicas consecuencias que se
experimentan aún hoy en día; y por promover la real concordia entre
las personas, incluso del que piensa y defiende caballerosamente lo que a
usted no agrada.)
Le deseo que consiga un poco de paz de
espíritu, y un poco de luz para sus días; así podrá predicar con el ejemplo
acerca de la tolerancia, ¡qué tanta falta nos está haciendo!
Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le
son fieles servidores,
y que
sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'.
Yehuda Ribco
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